jueves, 25 de abril de 2024

19/06: El dueño de casa, (casi) está en octavos

Rusia venció 3-1 a Egipto y acaricia la venidera fase...

José Luis López Sado en Exclusivo 20/06/2018
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Rusia celebración
El equipo ruso mostró solidez en todas las líneas de juego (Foto: AFP)

Denis Cheryshev, Aleksandr Golovin o Artiom Dzyuba. Da igual cómo se les quiera citar. Lo cierto es que las buenas mañas y la entrega de este letal, laborioso y potente trío, levantaron la grada del Estadio de San Petersburgo, en el que Rusia venció 3-1 a Egipto y (casi) se metió en la fase de octavos de la Copa del Mundo de Fútbol, de la cual son anfitriones.

Después de un primer tiempo con mucho tráfico en el medio sector de la cancha, a ese «tridente» apenas le bastó 15 minutos del segundo tiempo, para hacer volar los sueños de sus hinchas. El triunfo comenzó con un gol en propia puerta de Fathy, que en el minuto 47, metió en su portería un disparo desviado de Zobnin.

El gigante Dzyuba marcó un gol de excelente factura para la causa de Rusia (Foto: Getty Images).

Con ese gol, los rusos, mucho más rápidos e incisivos, se mostraron más y arreciaron sus llegadas al área chica rival, especialmente por los espacios libres que dejaban los volantes egipcios, en su intento por hacerles llegar balones a sus delanteros en busca del empate. Y ahí fue genial el trabajo de Golovin, que condujo cada contragolpe. Serán 15 minutos con los que “soñarán” toda la noche los zagueros del cuadro faraónico. En el 59’, Cheryshev signó otro gol de excelente factura, con el cual llegó a tres para igualar con el crack luso Cristiano Ronaldo, como máximos goleadores del torneo.

Pero aún se escuchaban los gritos en el graderío con ese segundo y decisivo gol, cuando apenas dos minutos después, el incansable gigantón Dzyuba, de 1.94 metro de estatura, que peleó todo tipo de balones con la defensa rival, consiguió un tercer gol con una majestuosa acción individual. Mohammed Salah, el delantero del Liverpool, que no ha mostrado suficiente recuperación luego de su lesión en la gran final de la Champions, salvó la honrilla egipcia con el cobro de un penal, señalado por el VAR, en el minuto 73.Un empate de Uruguay, en su partido de este miércoles frente a Arabia Saudita, concretaría el avance de los rusos a octavos de final.

PÉSIMO ARRANQUE DE FAVORITOS EN GRUPO H

Mientras, en las acciones del grupo H, este lunes se vio un show similar al de las restantes llaves en jornadas anteriores: no ganan los equipos favoritos a los dos primeros puestos. Y ya se les complica la tarea.

En la grama del Moldovia Arena, la selección de Japón se impuso 2-1 a la Colombia del técnico argentino José Pekerman. Apenas tres minutos del primer tiempo, los cafeteros se quedaron con un hombre menos, cuando el volante de contención Carlos Sánchez cometió una mano dentro del área, el árbitro Damir Skomina pitó penal y le mostró tarjeta roja, primera que se saca en esta justa mundialista. Shinji Kagawa fue el encargado de transformarlo en gol.

El partido comenzaba bien peliagudo para el cuadro cafetero, porque a la expulsión y el gol, se unía la ausencia del mediapunta  James Rodríguez, que arrastraba molestias. Colombia no dejó de presionar y tenía la pelota; pero las ocasiones más claras eran del cuadro nipón. Ya en el 39’, el acoso del elenco sudamericano obtuvo su fruto. Juan Quintero cobró a balón detenido y su potente disparo raso no pudo ser detenido por el guardameta Eiji Kawashima, para signar el empate transitorio. Y así se fueron al descanso.

En el complementario, llegó el gol de la victoria japonesa al minuto 73, con un cabezazo del ariete del Werder Bremen alemán, Yuya Osako, tras un tiro de esquina. Los nipones, que supieron aprovechar la superioridad numérica sobre la cancha, tomaron así revancha, pues la escuadra dirigida por el técnico argentino José Pekerman, les había derrotado 4-1, también en fase de grupos, hace cuatro años en la Copa Mundial de Brasil. Sin dudas, esa fue la primera sorpresa de la fecha.

Los japoneses celebran el gol de Osako contra Colombia (Foto: Getty Images).

Pero en el otro cotejo de ese grupo H, en el Spartak de Moscú, llegó la segunda sorpresa del día, cuando Senegal derrotó 2-1 a una selección de Polonia que dejó mucho que desear. Ordenada y eficaz en ataque, el cuadro senegalés logró el primer triunfo de un elenco africano, tras las derrotas de Egipto, Marruecos, Nigeria y Túnez. Los goles fueron obra del brasileño nacionalizado polaco Thiago Cionek, en propia puerta al minuto 37, y de Mbaye Niang (60). Grzegorz Krychowiak acercó a los europeos en el 86.

 El primer gol llegó luego de un pase de Sadio Mané a Idrissa Gueye, cuyo débil disparo lo rozó Cionek para descolocar al arquero Wojciech Szczesny. A la hora de juego, cuando los europeos acosaban la valla rival, llegó la sentencia senegalesa; Krychowiak erró un pase a su portero, y Niang se anticipó para driblarlo y marcar a puerta vacía.

Los delanteros senegaleses dejaron tendida a la defensa polaca en múltiples ocasiones (Foto: Getty Images).

Para Polonia, escasos calificativos favorables. Robert Lewandowski no encontró acompañamiento, el mediocampo recuperó muy pocos balones y no pudo cerrarles los espacios a los veloces delanteros rivales; pero lo más admirable fue la férrea defensa del cuadro africano.

Este miércoles se disputarán tres partidos. Por el grupo A, Uruguay se medirá a Arabia Saudita, en tanto la llave B dispondrá de los cotejos Portugal-Marruecos y España-Irán.


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José Luis López Sado

Periodista


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