domingo, 19 de mayo de 2024

Zozobra de Pedro Castillo en Perú (+Audio)

Acosado por una nueva moción para destituirlo por el Congreso Nacional, el presidente peruano vive en constante zozobra...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 19/03/2022
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Castillo-primer ministro Aníbal Torres-Perú
Castillo y su primer ministro Aníbal Torres. El tercer gabinete en menos de un año fue aprobado por el Congreso Nacional y ya están censurando a dos de sus ministros.

El presidente peruano de origen campesino, Pedro Castillo, vive en un continuo acoso de varios sectores, incluso de su partido Perú Libre. El Congreso Nacional, donde se gestan y realizan planes para destituirlo es, como lo fue de anteriores mandatarios, su principal enemigo. Ahora está bajo la espada de una moción de destitución a discutirse este mes.

Castillo, que goza del respaldo de las masas campesinas peruanas, de donde procede como maestro de primaria en su natal Cajamarca, aguanta en el cargo, tapando problemas aquí y allá, en especial los procedentes de la radical derecha local, una situación que lo debilita y le impide gobernar desde que asumió el cargo en julio del pasado año.

Analistas consideran que luego de su discurso calmado y explicativo en el órgano parlamentario este miércoles, se percibe cierta distensión local, solicitada por el mandatario a los legisladores, a quienes reprochó sus acciones y decisiones obstruccionistas que, incluso, recortaron sus facultades y hasta decidieron destituirlo, ahora con una moción que será debatida el próximo día 28.

También aflojan la tensión los criterios del primer ministro Aníbal Torres, según los cuales Castillo estuvo a punto de presentar al Legislativo un proyecto de adelanto de elecciones generales, es decir, su retiro, pero a su lado el de los congresistas.

Pero la relativa calma de las últimas 24 horas se vio interrumpida por la noticia de la liberación por fallo del Tribunal Constitucional (TC) de Perú del dictador Alberto Fujimori, quien cumplía 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad y corrupción, padre de la ultraderechista Keiko Fujimori, lideresa del partido Fuerza Perú, y generadora de una política de odio contra el Ejecutivo.

Nadie sabe qué podría ocurrir en tierra peruana, puesto que en ocasiones anteriores, cuando se manejaba la salida de la cárcel de Fujimori, hubo grandes movilizaciones de protesta, dado el historial de muertes, secuestros, esterilización de mujeres indígenas sin autorización, robo del erario público y otras atrocidades cometidas durante un régimen de diez años.

El TC declaró fundado un habeas corpus que pedía la nulidad de una resolución judicial que suspendió el indulto otorgado en 2017 al dictador de 83 años, informan medios de prensa locales. La votación fue de 3-3 a su favor.

Según trascendidos, los magistrados del TC Ernesto Blume, José Luis Sardón y Augusto Ferrero fueron partidarios de aprobar el recurso, mientras Marianella Ledesma, Eloy Espinosa y Manuel Miranda se opusieron. El empate 3-3 lo resolvió Ferrero al votar nuevamente para dirimir y lograr, dicen las fuentes, la libertad del condenado.

“Alberto Fujimori nunca pidió perdón, ni se arrepintió y hasta ahora no ha pagado la reparación civil (que le impuso la justicia)”, comentó la parlamentaria de izquierda Sigrid Bazán.

Entre otras voces opuestas a la libertad del exgobernante, el jurista Carlos Rivera, quien fue abogado de la parte civil en su juicio, “Blume y otros jueces del TC solo cumplen una agenda política”. Añadió que el otorgamiento de libertad constituye “un ridículo”, pues instancias jurídicas internacionales anularán su decisión y Fujimori volverá una vez más a prisión.

Hay que esperar las reacciones. Los fujimoristas, que son un alto número en Perú, salen fortalecidos con la libertad de su antiguo líder, lo cual podría repercutir en el órgano legislativo actuante en el período 2021-2026.

El oficialista Perú Libre posee 37 escaños, o sea, la primera minoría, pero sin alcanzar mayoría, dada las otras agrupaciones representadas, como Fuerza Popular 24, Acción Popular 16, Alianza para el Progreso 15, Renovación Popular13, Avanza País 7, Podemos Perú 5, Juntos por el Perú 5, Somos Perú 5, y 3 el Partido Morado. Ello no significa debilidad de la derecha, pues resulta difícil para Perú Libre conciliar uniones defensivas contra las maniobras de los enemigos del gobierno.

UN CONGRESO DE ARMAS TOMAR

Es habitual en Perú que el Congreso Nacional, donde ahora mismo funciona un poderoso bloque derechista liderado por Fuerza Perú, bajo el mando de Keiko Fujimori, ajuste a sus principios a distintos presidentes. De ello hay constancia en lo ocurrido en los últimos cinco mandatos. Uno de los casos más sonados fue el de Martin Vizcarra, también sustituido por presunta corrupción. A su declive el Parlamento colocó otros dos nombres en tres días y el paso a elecciones generales, de donde procede el maestro de primaria de Cajamarca.

Castillo no era el postulado idóneo para el considerado izquierdista partido Perú Libre. En su hoja política aparecía como un sindicalista cuyo mérito mayor fue dirigir una huelga nacional del magisterio. Ganó las demandas planteadas y ese es su único triunfo registrado en política.

El maestro era bien conocido, sin embargo, en las zonas rurales peruanas. Su digna actitud en la dirección del paro y en otros enfrentamientos regionales, sus intercambios con los paisanos, su integración a los “ronderos” (de ronda, personas que protegen los bienes colectivos) lo tornaron popular.

Su existencia cambió cuando Vladimir Cerrón, el líder del partido Perú Libre —al que Castillo pertenecía— se vio imposibilitado, bajo la acusación de corrupto, de candidatearse para las elecciones presidenciales de 2021. Y escogió para ocupar su lugar al maestro, quizás pensando en sus pocas posibilidades, pero con el interés de no dejar en blanco la boleta de su agrupación política.

El ahora mandatario, sin uso de redes sociales ni dinero para proselitismo, visitó a caballo los lugares más alejados de Lima, la capital, asiento de la burguesía nacional; durmió en parajes, conversó con sus coterráneos, presentó su eventual programa gubernamental y, para sorpresa del país y de los políticos, le ganó en balotaje a Keiko, la reina de la derecha, destinada a seguir los pasos de su progenitor y reforzar el neoliberalismo actual.

MANIPULACIÓN DEL PRESIDENTE

El presidente Castillo, que se ha visto obligado a cambiar cuatro veces su gabinete en menos de un año por la presión parlamentaria, finalmente logró conciliar, hasta hoy, un ejecutivo presidido por Aníbal Torres. No por ello del Congreso Nacional salen críticas contra algunos de los ministros designados.

Sin darle un respiro para echar a funcionar el gobierno, el órgano parlamentario presentó una nueva moción de destitución en su contra por inmoralidad continua, que en principio fue aprobada y llevada a debate.

Para el comentarista opositor Enrique Castillo, con sus declaraciones el mandatario: “Ha puesto contra la pared al Congreso” o “Vámonos todos”. El diario La República interpretó que quiso decir “Quedémonos todos”, pues la gran mayoría de la población considera que si Castillo es destituido, también debe renovarse al Congreso.

En una postura defensiva, y a la vez unitaria, el presidente sostuvo una reunión con alcaldes de todo el país, junto a su primer ministro Torres, en la que reiteró de manera autocrítica una postura que asume a menudo, ignorando la manipulación de hasta quienes en un momento se dijeron sus aliados, que su gobierno cometió errores, pero aseguró que comenzará a corregirlos de inmediato.

Horas antes, el Parlamento interpeló a los ministros de Salud, Hernán Condori, y de Justicia, Ángel Ildefonso, pero en una sesión en la que pareció diluirse el ímpetu de los legisladores partidarios de censurar (destituir) al menos al primero, a quien se acusa de incapaz y ser vetado por el Colegio Médico.

Jorge Montoya, legislador del partido de extrema derecha Renovación Popular, declarado enemigo oficial del gobierno, dijo estar satisfecho por los razonamientos expuestos por Condori e Ildefonso y mantuvo una actitud de indulgencia, en la que pocos creen, para observar el desempeño de los titulares. De negarse Montoya y el bloque de la derecha habría que recomenzar el proceso de destitución ministerial, nuevos nombramientos y aprobación de los designados. Otra vez sin gobierno en funciones.

Expertos en política peruana consideran que el interés mayor de la estrategia derechista no es destituir a Castillo, sino agotarlo para que gire su rumbo de declarado gobierno izquierdista a peón de la derecha. Habría que conocer, entonces, que harán las fuerzas y movimientos progresistas peruanos para recobrar la esperanza entregada por Castillo en sus prometedores discursos.

La realidad indica que el presidente siempre está amenazado con perder el poder, sin respaldo congresal y ningún equipo político y profesional que ejecute el plan de gobierno trazado, en el cual los programas sociales florecían. Además, las presiones de sus supuestos aliados llevan al gobierno a negociar con sus enemigos ciertas cuotas de poder o lo quitan.

Los acontecimientos, como lo ocurrido el pasado día 8, demuestran que el pueblo se está hartando de las discrepancias en los altos niveles. Ese día hubo distintas manifestaciones, en las que unos reclamaban el cierre del Congreso y otros la destitución presidencial.

El discurso del nuevo gabinete, que aplica las políticas de Estado, hoy promete, pero sin medida alguna al respecto, la generación de bienestar y protección social alimentaria; reactivación económica y de actividades productivas, impulso de la ciencia, tecnología e innovación; fortalecimiento del sistema educativo y recuperación de los aprendizajes, del sistema democrático, seguridad ciudadana y lucha anticorrupción; Estado intercultural para la promoción de la diversidad cultural.

Estos y muchos otros programas —por los cuales no se ha movido un dedo— están pendientes y nadie duda de que le lloverán obstáculos al Ejecutivo para hacerlos efectivos.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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