martes, 30 de abril de 2024

A la rueda, rueda Pedro Sánchez y Pablo Iglesias

España parecería empujada a nuevas elecciones...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 22/09/2019
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Pedro Sánchez y Pablo Iglesias
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no han podido converger en el propósito de concretar un gobierno de izquierda para España.

Fracasadas las gestiones de la Corona para lograr un consenso político que otorgue finalmente un gobierno central a España, todo indica que no queda otra alternativa que la próxima convocatoria a elecciones generales.

En lo que algunos calificaron como la posible última reunión de las Cortes para dirimir esta prolongada crisis institucional, los diputados  no lograron recientemente ponerse de acuerdo en torno al apoyo mayoritario como nuevo jefe de gobierno a Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español, PSOE, el más votado en la justa electoral del pasado abril.

Sánchez reaccionó criticando tanto a los partidos de derecha como de izquierda por no ayudar a encontrar una solución que ha evitado la formación de gabinete por cinco largos meses.

En cuanto al derechista Partido Popular, PP, y a su aliado de centro, el movimiento Ciudadanos, la táctica ha sido clara desde un principio: desentenderse de toda negociación con el PSOE de manera de desgastar la imagen de los oponentes ante un electorado que puede dar serias muestras de cansancio por las reiteradas e inútiles convocatorias a las urnas, y tratar- por supuesto- de sacar lascas a su favor en la contienda comicial que se percibe a las puertas.

Lo cierto es que, como refieren medios de prensa, Sánchez, “único pretendiente con posibilidades reales de convertirse en mandatario, reconoció no haber aglutinado el respaldo requerido para permanecer en el gubernamental Palacio de la Moncloa.”

El actual jefe de gobierno interino apenas cuenta con 123 votos favorables en el Congreso, 53 por debajo de la cifra que marcaría la mayoría absoluta en un legislativo de 350 escaños.

Por otra parte, el PSOE y la izquierda más radical, representada por el movimiento Unidas Podemos, que lidera Pablo Iglesias, han sido protagonistas en todos estos meses de agrias discusiones y acusaciones mutuas que no facilitaron en nada una convergencia urgente y constructiva.

Así, los socialdemócratas de Sánchez no han cedido un ápice ante la solicitud de Unidas Podemos de establecer un gobierno de coalición, el tiempo que esta última agrupación no admite colaborar para que el PSOE gobierne en solitario (tal como parece ser su propósito) a pesar de no tener mayoría de votos en el Congreso.

En pocas palabras, todo un largo debate sin final, donde el más posible y efímero arreglo mutuo apenas rozó la idea de intentar formar un denominado “gobierno de cooperación”.

Desde luego, cada quien ha dado sus razones en esta disputa y también cada cual podrá apoyar o no los argumentos vertidos por las partes en litigio, pero sin dudas no haber llegado a un entendimiento puede ser altamente costoso para el segmento menos conservador de la política española.

De hecho, el PP, desprestigiado ante la opinión pública por los tortuosos años de gobierno de Mariano Rajoy, junto a sus aliados de Ciudadanos, podrán hoy decirle al común de los españoles que la izquierda “no es más que un caótico elemento incapaz de asimilar su responsabilidad ante las urgencias de la nación” debido a su “incapacidad para negociar un arreglo consensuado.”

Y sin dudas, esas han sido y serán de sus cartas para capitalizar voluntades en las posibles venideras elecciones generales, aun cuando, hasta este momento concreto, las encuestas de opinión predicen otra victoria del PSOE, pero otra vez “sin los apoyos suficientes para gobernar por sí solo en un Congreso profundamente fragmentado.”


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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