miércoles, 1 de mayo de 2024

Matanzas, el retablo gigante que es la ciudad

Herencia, respeto por el arte y tradición son algunas de las cualidades que enaltecen a la ciudad de Matanzas como uno de los exponentes más significativos del teatro de títeres en Cuba y el mundo...

Jessica Mesa Duarte en Exclusivo 02/05/2018
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Yenli LEMUS DOMÍNGUEZ
El estreno de Club de clowns, propuesta de Teatro El Mirón Cubano, animó el céntrico Parque de la Libertad en ocasión del XIII Taller Internacional de Títeres de Matanzas

Herencia, respeto por el arte y tradición son algunas de las cualidades que enaltecen a la ciudad de Matanzas como uno de los exponentes más significativos del teatro de títeres en Cuba y el mundo. El legado iniciado por los hermanos Camejo y Pepe Carril, adquirido por René Fernández Santana y enriquecido por Rubén Darío Salazar, es muestra de una transmisión de saberes y sentimientos que acompaña a la Atenas de Cuba desde hace más de cinco décadas, continuidad que dio como feliz fruto la realización y crecimiento de un evento, reconocido y asumido entre los más enriquecedores de las artes escénicas a nivel nacional e internacional.

La historia del teatro de figuras en Matanzas es pródiga y exquisita; alcanza esta manifestación tanto al público infantil como a los adultos con igual fuerza y excelencia. La herencia de la cultura titiritera tiene continuidad en la Atenas de Cuba. Si un día el Maestro de Juventudes y Premio Nacional de Teatro 2007 convirtió a sus figuras en sellos distintivos para esta ciudad, hoy su alumno aventajado, santiaguero de nacimiento pero matancero por adopción, siguió la ruta trazada con especial desvelo y talento.

Así fue como afloró el Taller Internacional de Títeres de Matanzas en 1994, etapa difícil económicamente pero enriquecida por el intenso movimiento cultural que se generó en este espacio geográfico cubano. Desde entonces, cada dos años, la ciudad se convierte en un reverbero de agrupaciones de diferentes latitudes que ofrecen su arte en la capital del títere en Cuba.

MATANZAS, ¿CAPITAL DEL TÍTERE?

El arte titiritero es intrínseco en el imaginario colectivo de los yumurinos. “El títere forma parte de la cultura matancera. Es un proceso que comenzó a principios de la década de los años 60, con el triunfo de la Revolución y la creación del Guiñol de Matanzas y perdura hoy con excelente salud”, afirma Ulises Rodríguez Febles, dramaturgo e investigador.

Hace más de 5 décadas existen las características idóneas para que Matanzas sea considerada la capital del títere. “El hecho de contar con una agrupación como Teatro Papalote, dirigida por el maestro René Fernández, primer premio nacional de teatro de la manifestación titiritera y único que radica fuera de la capital es un elemento de peso al analizar la tradición de figuras en la provincia”, agregó el también y director de la Casa de la Memoria Escénica.

Fue precisamente Fernández Santana el padre del maravilloso sueño de que Matanzas se convirtiera en sede del Taller Internacional de Títeres, actualmente el más importante evento que en Cuba se dedica a esta variante escénica, según la opinión del especialista.

“Teatro Papalote sentó las bases de lo que sería el teatro de títeres en Cuba, con un repertorio diverso y variado que trabaja a partir de cuatro líneas fundamentales: el teatro desde el folclor que aborda el tema negro, el tratamiento de los niños en la sociedad cubana, las versiones de clásicos de la literatura y el tema hispano con sus expresiones. Además, fue uno de los primeros grupos que representó a Cuba en el extranjero”.

La existencia aquí del complejo Pelusín del Monte donde se encuentra la sala Pepe Camejo, sede de Teatro de Las Estaciones y la galería El Retablo, aporta nuevas miradas al teatro cubano de figuras, con una estética sugerente que le ha merecido los más importantes premios a sus espectáculos.

“Formados en Papalote, Rubén Darío Salazar y Zenén Calero Medina crearon Teatro de Las Estaciones, actualmente considerado el más importante colectivo de teatro para niños y de títeres en Cuba. Poseen un repertorio impresionante que se mantiene en cartelera.

”Muchos de los premios que se conceden anualmente en el mundo de las artes escénicas se concentran en la obra de los diseñadores, actores y dramaturgos de las puestas en escena del teatro de títeres matancero. La sede de la Unión Mundial de la Marioneta (UNIMA) se encuentra en Matanzas porque su secretario general y su presidente, Rubén y René, son quienes han propiciado que este organismo internacional tenga hoy la luminosidad que merece desde hace mucho y que haya un diálogo constante del teatro de títeres matancero y cubano con el mundo”, sentenció Rodríguez Febles.

Es esta una ciudad privilegiada en la que, más que una tradición formada, se está formando una tradición que disfrutaremos en el futuro.Defiende René Fernández Santana que “los títeres forman parte de la raíz cultural de los pueblos”. Esa máxima resulta muy acorde a la realidad de Matanzas, una ciudad donde, a cada paso, se respira teatro.

PUERTAS ABIERTAS AL MUNDO

Más de 90 puestas en escena de 17 agrupaciones cubanas y 12 extranjeras disfrutó el público matancero del 24 al 29 de abril. Pero el TITIM no abrió los telones en Matanzas.

En la capital varias agrupaciones internacionales presentaron sus espectáculos como preámbulo de la gran fiesta matancera.Teatro SEA, con sedes en San Juan (Puerto Rico) y Nueva York (Estados Unidos), se presentó por primera vez en Cuba, con la obra La cucarachita Martina en la Sala Raquel Revuelta; Teatro al hombro y Badulake Teatro, de México; Manuel Morán y La Bicicleta, de Costa Rica participaron en un panel en Casa de las Américasy Tramant Teatre, de España, tuvo su actuación en la sala El Arca con El nuevo traje de la emperatriz.

En Matanzas se sumaron a estas colectivos procedentes de Canadá (Compañía Teatral Ladrones de Quinoto, Compañía Fernan Cardama y Teatro dela Tortuga Negra), México (Titeres Planet, Teatro Tinglado) y Puerto Rico (Mask Hunt Motions).

Por la parte cubana asistierongrupos de Pinar del Río (Teatro Alas), La Habana (Teatro Guiñol Nacional, Cristeli, Barco Antillano, Títeres Retablo, Proyecto Polichinela en La Habana, Teatro El Arca, La Isla Secreta y Teatro La Proa), Villa Clara (Guiñol de Remedios Fidel Galbány Teatro Escambray), Las Tunas (Teatro Tuyo), Granma (Teatro Andante) y las agrupaciones escénicas de Matanzas en su condición de anfitriona (Teatro de las Estaciones, Papalote, Icarón y El Mirón Cubano).

Los municipios Colón, Unión de Reyes y Limonar acogieron también funciones como Sones, Los dos ruiseñores, Amigos eternos, El circo de las patatas y El viaje de Hervé, oportunidades que compartieron los consejos populares de Matanzas.

Las actuaciones de los grupos Mask Hunt Motions y Teatro al hombro se extenderán en los próximos días a Santa Clara y Santi Spíritus, con sus espectáculos y los talleres de sus respectivos directores Deborah Hunt y Rolando García.

TALLER QUE CAMBIA COMO LOS TIEMPOS: NUEVAS Y RENOVADAS PROPUESTAS

“Los tiempos cambiaron y el TITIM seguirá cambiando. No podemos vivir de espaldas a la realidad y los eventos también mutan según lo hacen la economía y los seres humanos. Contar con la participación de doce compañías de calidad demostrada y experimentación constante en el medio titiritero, en un evento cubano que no paga caché de espectáculos ni boletos aéreos representa una apuesta importante”, consideró Rubén Darío Salazar, director artístico del Taller de Títeres.

Desde la inauguración misma del TITIM, el 24 de abril, hasta la clausura, el 29, fue evidente la participación activade los jóvenes artistas, con la pujanza y pasión que le inculcaron sus maestros.La gala inaugural, protagonizada por los miembros de la Asociación Hermanos Saíz, resultó una experiencia inigualable, llena de luz y buen arte. Trasluz devino un nuevo canto a Matanzas desde el centenario teatro Sauto, en restauración capital hace ocho años.

“Si no apostamos por los teatristas jóvenes no estaremos apostando por un teatro de títeres futuro potente. Cualquier evento que se respete debe tener en cuenta espacios de experimento, de prueba y de confianza que procurarán un mejor teatro de títeres en el mañana”, refirió Rubén Darío.

El Taller se ha caracterizado por su crecimiento en cada una de sus ediciones desde 1994, ya sea en cuanto a la participación internacional, el reconocimiento y la consolidación que ha conquistado o las propuestas que en él se conciben.

“Es un evento cómplice a las circunstancias, que se vive con toda la seriedad, el gusto y la responsabilidad que requiere, pero nos encontramos en el contexto de una celebración como el 325 que precisa de bastantes recursos y tiempo para recibir el cumpleaños de Matanzas en octubre.

”El TITIM no es un festival representativo de lo que se hace en todas las provincias de Cuba, ese es otro certamen que no existe. El nuestro es un taller de temática particular y criterio definido, de concepto amplio pero que se explica por calidades”, agregó el también director del grupo de teatro Las Estaciones.

Como elemento novedoso este 2018 sobresalió Zona en progreso: nuevos rostros del títere cubano, con la presentación de proyectos de espectáculos de los jóvenes directores cubanos, los cuales son valorados por especialistas nacionales e internacionales.

El Taller Internacional de Títeres de Matanzas ofrece a los espectadores en su décimo tercera edición 96 presentaciones procedentes de Cuba y varios países del mundo. Pero la riqueza mayor del evento bianual no se limita a la oportunidad de traer a Matanzas lo mejor del teatro de figuras a nivel internacional y propiciar fructíferas interrelaciones entre los participantes y el público.

A la creación titiritera en todas sus manifestaciones se dedican exposiciones de artes visuales, presentaciones de libros, proyección de audiovisuales. Los espacios de construcción colectiva, a cargo de especialistas de México, Puerto Rico y Cuba, constituyen propuestas de superación profesional para los participantes.

El cuanto al trabajo comunitario y las posibilidades didácticas del empleo de los títeres en la educación también destacan dentro del programa acciones en los centros educacionales del centro histórico de la ciudad de Matanzas. Los talleristas de varias compañías cubanas igualmente disfrutan propuestas pedagógicas para profesionales como El lenguaje del guiñol, que dedicó sesiones de trabajo a la preparación física como elemento indispensable para dominar los movimientos del títere de guante.

“Anteriormente asistí al taller dos veces con la compañía Tinglado. Como ya yo conocía a Matanzas y el trabajo del grupo de teatro Papalote, fue una agradable sorpresa recibir una nueva invitación, disfrutar de este magnífico lugar y su gente. Estoy impresionado por la excelencia del encuentro y hemos salido muy enriquecidos profesional y humanamente”, valoró Rolando García, director de Teatro al hombro, de México.

Tampoco se descuidan en este encuentro los basamentos e investigaciones referidas al teatro titiritero. El evento teórico Freddy Artiles reservó sus sesiones de trabajo a recordar y distinguir la impronta de colectivos y creadores teatrales que establecieron pautas en el mundo del teatro de figuras y a analizar las técnicas de creación y manipulación del títere.

El Taller Internacional de Títeres de Matanzaspropició hermanamientos con otros festivales, noches de jolgorio con títeres y sin títeres, la presentación por primera vez en Cuba de la Comisión Unión Internacional de la Marioneta 3 Américas y sus actividades a favor del arte de los retablos, y la entrega por segunda ocasión de la Distinción Hermanos Camejo y Pepe Carril que reconoce la obra de vida de las más importantes personalidades del teatro para niños y de figuras en nuestro país, concedida este 2018 a los maestros Miriam Sánchez y René Fernández Santana.

Igual de espectacular fue Somos cubanos, concierto ofrecido como colofón del TITIM, un regalo de la orquesta de la compañía La Colmenita con temas identitarios de la cultura nacional, momento que disfrutaron sobremanera niños y adultos matanceros.

SEMILLA QUE CRECE Y SE ESPARCE

Deborah Hunt, directora de Mask Hunt Motion, de Puerto Rico, manifestó su emoción porque en Matanzas se haya dedicado este grandioso evento a la isla boricua. “Para nosotros es un gran honor. Había venido a Cuba tres veces, a Santa Clara. Es un placer por el trasfondo cultural que tiene esta ciudad, con una tradición tan fuerte de títeres. Escuché hablar mucho sobre este festival y me sentí muy motivada desde que me invitaron. Es un tiempo de compartir también con otras compañías, aprender con ellas”.

Jorge Luis Rojas García, fundador y director del Guiñol de Remedios luego del fallecimiento de su líder, Fidel Galbán, reconoció que “el hecho de que se le haya dedicado el Taller de Títeres a nuestro grupo por sus 50 años tiene un gran significado. Hoy por hoy, uno de los eventos más trascendentales de nuestro país es este. Ha sido un fabuloso encuentro entre titiriteros, títeres y público. Estamos muy felices”.

Para el maestro de Juventudes René Fernández Santana, padre de este fabuloso encuentro entre teatristas, la experiencia ha sido excepcional. “Yo me siento como el primer taller. Su organización es inteligente, interesante, original. Es capaz de captar las necesidades de cada momento, las cualidades de nuestra cultura. Abarca una mirada, constituye un viaje en nuestro interior y hacia afuera, a los logros obtenidos entre una edición y otra.

“Matanzas se merece este éxito porque ha defendido mucho el arte de los títeres. El mayor logro es que el Taller siempre es recibido con expectativa, sorpresa y admiración; la gente no solamente lo siente de Matanzas, sino de Cuba”, agregó.

“Trabajo en la curaduría artística del TITIM desde 1994, se cumplirán 25 años. Esta fue la edición 13, en el 2022 celebraremos la entrega número 15. Creo que es una buena fecha para pasar el evento a artistas más jóvenes.

”Llevar adelante 15 ediciones en casi 30 años es un reto dificilísimo por muchas circunstancias humanas y materiales; sin embargo, no he desmayado, tengo el apoyo incondicional del Consejo provincial de Artes Escénicas, que trabajó duró para que el evento salga adelante, de muchos colegas que aman la profesión, la defienden y saben que la cultura es un problema de herencia, de continuidad e identidad.

”Es un evento vivo, que no para de reformarse porque uno tiene que cambiar como cambian los países, las épocas, las sociedades y estoy seguro de que el próximo no será ni parecido a este. Lo prometo”, sentenció Rubén Darío Salazar.


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Jessica Mesa Duarte

Periodista y escritora de guiones radiales.


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