viernes, 17 de mayo de 2024

Tramos del primer ferrocarril (+Fotos)

La villa de Bejucal fue el lugar escogido para trazar una rápida y productiva vía de comunicación entre la capital y Güines...

Néstor Rey Jiménez en Exclusivo 22/05/2016
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La persistencia, tenía su fruto. Venciendo, las negativas del dictatorial y despótico Capitán general de la Isla Miguel de Tacón. (Cartagena 10 de enero 1775, 12 de octubre 1855) y dado el desenvolvimiento del azúcar en la Isla, el Conde de Villanueva pudo pedir un empréstito por medio de la Junta de Fomento, de 2 millones de pesos al capital inglés y el 19 de noviembre de 1837, día significativo para España, por ser el santo de Isabel II, Cuba se convertía en el segundo país de América en ver correr el ferrocarril.

Comprado, a Francisca de la Puerta el corral de Bejucal en 1719, el Capitán, Núñez de Castilla, oriundo de Granada (España), procedió de inmediato a la parcelación de las tierras, labor que fue encomendada al militar Pedro Menéndez Márquez.  La mirada provisoria en la tenencia de tierras con carácter jerárquico, llevó a Núñez a solicitar en carta al Rey del 5 de julio de 1710, la condición fundacional de la ciudad señorial como villa.  Condición concedida y hecho fundacional el 29 de abril de 1713. Pero se determinó, como día de celebración el 9 de mayo de 1714 por ser la primera reunión del Cabildo.

San Felipe y Santiago de Bejucal, asentado en las alturas de Bejucal –Madruga-Coliseo, pronto se destaca por las bondades de sus tierras. La gran llanura occidental es prometedora para la agricultura, cría de ganado vacuno y ovino….

La necesidad de una rápida y productiva vía de comunicación entre la capital y el territorio de Güines, por poseer este, una cuenca hidrográfica importante, tener fértiles tierras, 47 ingenios en el entorno, convertía a la localidad en un núcleo sólido para el desarrollo de la industria azucarera y su subproducto en esa época. Esto, gestó el proyecto del Camino de hierro Habana-Güines.

 La obra iniciada el 9 de noviembre de 1835, tuvo como ingeniero principal al norteamericano Alfred Cruger. Se planificó una duración de tres años hasta su primer tramo Bejucal y cinco en su interés final, Güines. En ella intervinieron negros esclavos y libertos, chinos, españoles, canarios, yucatecos y criollos, quienes fueron explotados con intensidad.

Por las condiciones topográficas del terreno, el tramo de la Habana a Bejucal fue difícil. Bejucal 320 pies por encima de la Habana en 27 Km produjo inclinaciones en ocasiones de 30 pies. La variabilidad del terreno exigió trabajos múltiples y complejos, como fueron aumentar el nivel de los terraplenes, rebajar lomas, a lo que se sumó la construcción de puente sobre ríos como el Almendares. Hubo que importar pilares de los Estados Unidos. Para el buen drenaje de la línea, esta se tendía sobre una capa de balasto de 6 pulgadas de espesor. Estuvo siempre previsto que la vía férrea se colocara sobre traviesas de madera, dada su escasez por la quiebra de los contratistas, fueron sustituidas por similares de canterías de 7.5 pies de largo por 2 de ancho y 1.5 de espesor; se colocarón a 12 pies una de otras

Dos años después de iniciada la obra, desde la estación de Garcini, situada en la calle Oquendo entre Estrella y Maloja con varios carros y 70 pasajeros, una pequeña locomotora “Rochet” a una velocidad reducida inscribía a Cuba como segundo país de América y quinto en el mundo después de Inglaterra (1825), Estados Unidos (1829), Francia (1832), y Alemania (1837) en tener el ferrocarril. En la estación de Bejucal esperó la hazaña el alcalde Corregidor y autoridades. La mole de hierro rodante, deslumbraba a su paso en el curso de sus 27.5 Km. El precio del pasaje era de 20 reales y los de menor categoría, pagaban 5. Un segundo viaje idéntico partió a las 2 pm.

Para fines de 1839, la distancia que separaba la Habana de Güines quedaba cumplimentada.  El azúcar, sus derivados y otros productos fluían a la capital por esta vía 

Más de una centuria nos separan del suceso, que permanece como gigante dormido en el tiempo.  El pueblo de Bejucal sigue, todos los días, sintiendo el sonido de sus trenes de caña, pasaje y de diferentes cargas. En la estación, remodelada en 1987 al cumplirse 150 años del inicio ferroviario en Cuba, los pasajeros esperan el momento de su partida, hay actividad. Sin embargo, en su planta alta, el tiempo se ha detenido. La existencia de un museo, rinde homenaje a los hombres que metro a metro hicieron historia por el primer tramo de ferrocarril en nuestro país.

Agradecimientos

Sotero Gilberto Mesa, jefe de la estación por más de 20 años y jubilado en 2002. Actualmente continúa trabajando en el lugar.

Maday Martínez Fernández – Museóloga de Bejucal.

Luís Javier Coto Ortega – Director del Museo de Bejucal.

Oneida de Jesús González Hernández – Directora de la Estación de Bejucal.

 


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Néstor Rey Jiménez

Fotógrafo y camarógrafo


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