domingo, 28 de abril de 2024

¿Somos homo-tolerantes?

Ser homosexual no condiciona la durabilidad de una relación sentimental, ni la promiscuidad en las mismas, como tampoco influye en la capacidad de educar a niños y niñas...

Aymara Massiel Matos Gil en Exclusivo 03/06/2017
13 comentarios
Conga vs Homofobia y la Transfobia 2017
Barbara Smith: La homofobia bien puede ser la última opresión que quede, pero desaparecerá. (Fernando Medina Fernández / Cubahora)

A pesar de las campañas de concientización que se desarrollan, y la clara voluntad de entidades como el Centro Nacional de Educación Sexual para modificar la situación existente, gran parte de la población cubana muestra aún sus reservas ante la comunidad homosexual. Algunas personas desde posiciones más abiertas y otras con manifestaciones más conservadas cuestionan sobre la pertinencia de abordar este tema en la esfera pública, e incluso, hay quienes están en desacuerdo con la “publicidad” y la “exagerada importancia” que le dan los medios de comunicación a un tema tan “marginal”.

Considerando estos criterios deberíamos preguntarnos cuán tolerantes y respetuosos somos como sociedad ante las preferencias y derechos de nuestros semejantes. Este es un tema que ha causado polémica a partir de que las opiniones, tanto de seguidores como de detractores, son tan enraizadas que cuando se plantea un debate, más que escuchar y entender cada punto de vista, se trata de convencer al otro con nuestros argumentos, errados o no; entonces, en lugar de escuchar para comprender, lo hacemos para responder, y ciertamente de esta manera no llegamos a ningún lado.

A nadie le gusta que se le impongan criterios, claro está, pero es ahí donde debemos hacer uso de esa racionalidad de la que, como seres humanos, fuimos dotados, y que nos permite llevar a cabo una discusión con la mayor civilidad, puesto que de nada sirve atacar a quien no concuerda con nuestro punto de vista.

Jules Falquet expone en Breve reseña de algunas teorías lésbicas, que “la palabra homosexual se refiere a un conjunto de prácticas sexuales, amorosas, afectivas, entre dos o más personas del mismo sexo. Al ser “descubiertas”, éstas prácticas “privadas” conllevan diferentes grados de represión. Sin embargo, las personas involucradas las pueden dar a conocer públicamente en forma voluntaria, haciendo su “coming out” o “salida del clóset”, reivindicando orgullosamente una “identidad” estigmatizada. Llamarse a sí misma “gay” u “homosexual” tiene la ventaja de visibilizar una vivencia (sexual, pero también social y cotidiana) en parte diferente de aquella de quienes se apegan a la norma social de la heterosexualidad”.

Algunas de las razones que exponen las personas que discriminan estas preferencias, y que paradójicamente no aceptan ser llamadas homofóbicas, están basadas en mitos y estereotipos que envuelven a esta comunidad. Bien es cierto que a veces el desconocimiento genera rechazo, y es ahí donde la educación desempaña un rol fundamental, ya sea ejercida en el seno familiar, en las escuelas, o desde los propios medios de comunicación, siempre con mensajes bien intencionados, para que quienes aún no lo aceptan no se sientan “bombardeados”, sino que comiencen a comprender por qué es necesario ser educados en la diversidad.

El Glosario de Género y Desarrollo, de la Inter Press Service, define la homofobia como “el temor irracional y la intolerancia hacia personas que son homosexuales o hacia tendencias homosexuales propias. La homofobia lleva implícita la creencia de la superioridad de los heterosexuales y generalmente expresa actitudes discriminatorias e incluso violentas hacia los homosexuales”.

En su texto La Teoría Queer: la deconstrucción de las sexualidades periférica, los investigadores Carlos Fonseca Hernández y María Luisa Quintero Soto exponen que “el imaginario colectivo limita el estallido de la homosexualidad porque concibe la propia palabra como un fluido peligroso, una sustancia contagiosa; implícitamente comparada a partir de la metáfora del sida, y creerá que se “transmite” como si fuera una enfermedad. La afirmación “soy lesbiana” no es en cierta forma un acto, sino una manera de hablar ritual que conlleva el poder de ser lo que se dice, no una mera representación de la sexualidad, sino una acción y, por tanto, una ofensa, cuyo peligro radica en la posibilidad del contagio”.

“Los gays y las lesbianas no forman relaciones estables, no son buenos padres y no son capaces de darles a sus hijos e hijas lo que estos necesitan, y hasta pueden llegar a confundirlos. Los homosexuales son promiscuos, excéntricos y escandalosos; todas las lesbianas odian a los hombres; las relaciones sexuales entre homosexuales son violentas y pervertidas. Uno puede escoger ser homosexual o heterosexual. La homosexualidad va en contra de la naturaleza”. Son estos algunos de los tantos mitos que existen sobre estas personas y que, en la medida que se transmiten y se reafirman como válidos, generan más rechazo, incomprensión, e incluso miedo.

Hay quienes insisten en alertar que la desaparición de los tabúes hará que cada vez haya más homosexuales, y que por ello está en juego la preservación de la especie humana, puesto que peligra la existencia de la familia tradicional, esa que está formada por un papá, una mamá, e hijos e hijas fruto de esta unión. ¿Realmente vamos a limitar el asunto a un análisis desde el punto de vista biológico, y para ello, escudarnos en la ciencia, antiguas concepciones o en la teoría de la evolución? ¿Qué es lo que nos preocupa realmente?

Se ha demostrado mediante estudios que la homosexualidad no es una enfermedad contagiosa, y que mucho menos se decide adoptar una preferencia sexual porque estemos influenciados por otras personas, porque, de ser eso cierto, no tendría sentido que la mayor parte de las personas homosexuales que conocemos provengan de familias heterosexuales.

El ser homosexual no condiciona la durabilidad de una relación sentimental, ni la promiscuidad en las mismas, como tampoco influye en la capacidad de educar a niños y niñas. Si no que lo digan el aclamado músico Elton John y David Funish, una de las parejas gays más emblemáticas del mundo del espectáculo, quienes mantienen una relación estable de alrededor de 20 años, oficializada en la sociedad civil con una pequeña ceremonia en 2005 y que fue legalizada luego de que contrajeran matrimonio en el año 2014; Elijah y Zachary (de cuatro y seis años respectivamente), hijos adoptivos de la pareja, demuestran que las familias, lejos de desaparecer, como auguran algunos, solo se modifican. De la misma manera que existen familias con un padre y una madre, surgen también aquellas formadas por dos madres o dos padres, y mientras seamos capaces de educarnos y educar a nuestros hijos e hijas en esa diversidad, no creo que esto suponga afectaciones para sus integrantes.

Mucho se especula también sobre la apariencia externa de las personas homosexuales, y hay quienes aseguran que todos los gays y las lesbianas quisieran ser del sexo opuesto, es por eso que ellos son afeminados y ellas marimachas. ¿Es esto una característica que nos permita identificarlos? Por su puesto que no, las generalizaciones no deben ser aplicables a ningún aspecto de nuestra vida.

La filósofa estadounidense Judith Butler explica en Críticamente subversiva que la heterosexualidad maniobra mediante la estabilidad de las normas de género. Es por eso que la homofobia suele actuar a través de la atribución a los homosexuales de un género fallido y dañado. Lo hace designando “masculinas” a las lesbianas, “afeminados” a los hombres gay y “pervertidos” a los transexuales. El terror homofóbico a los actos homosexuales es, en realidad, un terror a perder el propio género y a no volver a ser una “mujer de verdad” o un “hombre de verdad”. De ahí que sea fundamental señalar la forma en que la sexualidad se regula mediante el control y la humillación del género.

Precisamente, para romper con estos estigmas llegó la figura de Conchita Wurst. Quizás no sea muy conocida en Cuba porque geográficamente estamos muy distantes, sin embargo, constituye un ejemplo de lucha contra los estereotipos que rodean a la libertad sexual. Conchita Wurst es un personaje creado por el cantante austriaco Thomas Neuwirth, que se define como una mujer barbuda, lo que, según expone en su sitio Web (www.conchitawurst.com), representa una declaración de tolerancia y aceptación, puesto que no se trata de apariencias, sino del ser humano.

A pesar de la amplia polémica desatada, Conchita representó a Austria en el Festival de la canción de Eurovisión, y se proclamó campeona en el año 2014; y si bien en un inicio fue rechazada por muchos, su popularidad y reconocimiento ha llegado a tal punto que en octubre del 2014 visitó el Parlamento Europeo y se reunió con el entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien elogió su compromiso contra la intolerancia y la discriminación y dijo que la forma en que se presenta es un “momento de educación sobre los derechos humanos”.

¿Que son contextos diferentes? Ciertamente, pero precisamente por ello podríamos ser más tolerantes y tener menos prejuicios. Hemos sido educados en el respeto, en la solidaridad, en la defensa de los derechos, en el acceso equitativo a las oportunidades, en el rechazo a la discriminación, en la convivencia pacífica…

Creo que hasta cierto punto es comprensible ese temor previo ante una situación que se nos presenta quizás como “novedosa”, sobre todo para nuestros mayores, que vivieron épocas diferentes, pero permitámonos conocer, entender, reflexionar, tanto de una parte como de la otra. Coincido en que hay comportamientos que para nada son aceptables, para todo hay tiempo, modo y lugar, no podemos obligar a los otros a ser partícipes de nuestras intimidades, y tampoco debemos perturbar la tranquilidad de otros con nuestras acciones, pero no es un problema que debe señalarse solo a homosexuales, porque sería ingenuo e ignorante creer que este tipo de actitudes está condicionado por una orientación sexual; si vamos a criticar y a señalar lo incorrecto, es justo que se nos incluya a todos.

Creo que, siendo optimistas, podemos coincidir con Barbara Smith, activista y escritora estadounidense, cuando en su texto Homofobia, ¿por qué hablar de ello? explicaba: “La homofobia bien puede ser la última opresión que quede, pero desaparecerá. Y desaparecerá más rápidamente si las personas que se oponen a cualquier forma de opresión trabajan en coalición para hacer que esto suceda”. Solo de nosotros depende.


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Aymara Massiel Matos Gil

Optimista, comprometida con mi profesión y, sobre todo, orgullosa de ser cubana.

Se han publicado 13 comentarios


Leo
 20/7/17 13:32

Tengo 60 años y desde que tengo uso de razón en nuestro país como en el resto del mundo han existido gey, lesb, trans y todas las variedades que la mente sea capaz de crear, respeto todo eso como lo hago con las religiones, pero nunca imagine que en Cuba se creara tanto problema por decir que existe una cosa que es tan vieja como la historia de Cristo, lo que no apruebo es que se trate de inculcar y en ocasiones casi a la fuerza que los que piensen distintos están errados, nunca he visto en el país una manifestación de heteros contra los homo, ellos siempre han existido y punto que la vida les sonría pero porque decirle a nuestros hijos y nietos desde la primaria que eso es una opción tan natural como una Circurcisicion.

Camila
 11/8/17 14:27

Porque lo es.

25
may
 10/6/17 12:27

Considero que las personas tolerantes son personas inteligentes con elevado sentido común ante la vida, con claridad de pensamiento y sentimientos. La diversidad en este mundo es tan amplia como amplio es el diapazón de genes de los seres humanos, pienso que somos infinitamente diversos. Se trata de entendernos, aceptarnos. Solo es importante ser humanos y mejores cada dia independientemente de la preferencia sexual. La educación debe estar enfocada en nuestros hábitos, ser buenas personas, educadas, preparadas, cultas y amorosas, consideradas y gentiles, respetuosas y compasivas. Lo demás es desición de cada cual y deeb ser respetado.

Tolerante
 5/6/17 12:38

Para su descontento, estimado Osvaldo, su postura ante este tema quedará cada vez más solitaria, y dentro de algunos años lo mirarán a usted como mismo usted lo está haciendo con la comunidad homosexual, vamos a ver cómo se lo toma. La diversidad es parte de la vida, aceptémoslo ya.

AlexanderFC
 5/6/17 8:33

Los cubanos en su gran mayoria son cultos e inteligentes, lo suficiente como para entender cada cosa que se ha dicho sobre la orientacion homosexual...y entre esos cubanos cultos tambien se cuentan los homosexuales, de cualquier tipo que se identifiquen, que tambien son inteligentes como para saber que una cosa es tolerancia y otra cosa muy diferente es querer ser el centro de atencion y convertir lo que siempre ha sido una particularidad en la orientacion sexual en algo tan normal, natural y abundante como la heterosexualidad; eso es precisamente lo que a casi todo cubano le molesta, que la excepcion la quieran convertir en regla...a fuerza de atiborrar los sentidos en cualquier medio de difusion y en cualquier espacio posible.
Me gusta el mundo y la historia tal y como se ha desarrollado, soy un hombre de ciencia, es una maravilla ver como la biologia y la evolucion transmitieron de generacion en generacion las mejores aptitudes, estamos hablando de millones de años que necesito aquel primer organismo para llegar al hombre (como especie). Esto no se hubiera logrado de haberse impuesto esas ideas de amor entre individuos del mismo sexo. Es cierto, que en la naturaleza existe casos aislados de hermafroditismo y cambio de sexo segun las necesidades de reproduccion, pero eso, al igual que la homosexualidad, son una excepcion entre tantas muestras de heterosexualidad a lo largo de todo el reino animal, tantas personas en el mundo que lo ven no pueden estar equivocados. Querer verse mas alla de ese enfoque, es querer cambiar la naturaleza, las religiones, la evolucion, la historia y la vida misma tal y como la conocemos. No creen que es un poco arrogante cambiar todo esto solo para que la excepcion se convienta en regla?

alexis
 11/6/17 9:53

Hombre de ciencia, dice usted. De cuál?. De una muy troglodita, equiparada seguramente con los que creían que somos producto de generación espontánea. No soy partidario de hacer una fiesta todos los días para celebrar el orgullo gay pero en tanto todos los días asisto a una fiesta para celebrar el orgullo heterosexual, la primera idea se me hace atractiva. Personas maleducadas hay en todas partes, de todos colores, tamaños, edades, procedencias, peso, aspiraciones, formación, nivel cultural...Nadie le pide que tolere, que acepte, que tenga lástima, que considere... Se le pide que respete, al igual que seguramente la mayoría de sus conocidos le respetan. No son tan pocos los animales carentes de conciencia que tienen conductas homosexuales. Y de esta nuextra especia en particular son muchos, más de los conocidos.

31
nayelis perez ledesma
 3/6/17 15:31

soy de pueblo y todavia sus recidentes no se sencibilizan con el tema

osvaldo
 3/6/17 8:59

Queremos a toda costa hacer de la homosexualidad una maravilla. Por favor, la humanidad hizo al hombre y a la mujer. Lo demas son aberraciones. El 80 % de los homosexuales son gente diferente en el sentido del comportamiento ante la sociedad. Hacen ver ante todos su protagonismo excentrico,su falta de ética y sus conductas antisociales. Como los padres vamos a estar tranquilos si a nuestros hijos los educa en la primaria un maestro homosexual,que ejemplo podrá darle. Cuando pasen unos años seremos una colonia de pajaros,trasvestis y lesbianas. Solo miren las actividades sociales de la homofobia para que vean lo que será nuestro pais en unos años.

Yusniel
 4/6/17 3:24

@Osvaldo, por comentarios como el tuyo, es que se hace necesario escribir este tipo de artículos. Es una lástima que no hayas entendido nada de lo que aparece en él.

31
Akuma
 6/6/17 16:30

@Osvaldo. Si lo demás son aberraciones, no sé de qué viven los seres humanos, además, ser hombre o mujer no impone nuestra orientación sexual y sobre tu aproximación, yo te puedo asegurar que el 100% de la población es diferente, y no por los gustos de cada persona o por la orientación sexual. Y sobre falta de ética he conocido a más personas heterosexuales así como las describes, pero ninguna homosexual y si los etiquetas de antisociales, es por personas con un pensamiento tan irracional como el suyo que los exculyen. Y si hicieras menos alarde de tu ignorancia sobre este tema ,y hubieses entendido este artículo, sabrías que la mayoría de homosexuales tienen padres heterosexuales, que sean los padres no significan que escojan el camino de sus hijos y no hay que ver ninguna actividad para ver el futuro de este país con personas con un elevado nivel de homofobia como usted, y por favor instrúyase más en las diferencias entre trasvesti, transexual y homosexual.

28
carlosvaradero
 9/6/17 10:02

Osvaldo..què està usted queriendo insinuar?

Que los heterosexuales, son mejores que los homosexuales?...Por favor!!

Nadie es mejor que nadie...he conocido heterosexuales, que golpean a sus esposas, que desatienden a sus hijos, que son borrachos, vividores, no aportan nada a sus hogares, otros (los peores) no trabajan, viven del negocio, etc...en fin..un montòn de etceteras si me pongo a decir..

Quien dijo que el hombre es para la mujer y la mujer para el hombre?....eso es arcaico...antiguo...fuera de moda!

Pero si usted quiere seguir con esos esquemas antiguos, arcaicos, y no mirar màs allà...es su problema.

Deje que los demàs sean felices...viva su vida y deje que los otros vivan la suya...

Decia Marti, que "ser cultos era la unica manera de ser libres"...apliquelo por favor a su vida....sea culto usted tambien!

28
carlosvaradero
 9/6/17 10:09

Nadie se ha preguntado nunca, el porquè algunos heterosexuales, discriminan, atacan y critican a los gays?

Decia un libro que el ser humano en si mismo "tiene algo" del sexo opuesto...no serà que "algunos" heterosexuales, usan la critica, la discriminaciòn contra este sector de la poblaciòn por miedo a reconocerse o identificarse tambien como ellos o como una manera de que nadie descubra que en el fondo ellos (los heterosexuales), tambien tienen algo de homo que no quieren que se sepa?

Historias hay muchas, muchisimas...que no se cuenten y no salgan a la luz publica es otra cosa!!

Habrà algunos que me atacaran por este comentario.....por supuesto...era de esperar...ellos sabràn si es cierto o no...aunque no lo digan..lo llevaran dentro.

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Abelita
 9/6/17 13:20

Osvaldo, no creo que se esté tratando de hacer aparecer a la homosexualidad, como una maravilla. De lo que se trata es de eliminar actitudes intolerantes y egoístas. Hay que respetar la decisión que tiene cada persona a establecer las relaciones con el sexo que prefiera, no por eso dejaremos de ser menos hombres o menos mujeres. Ud. evidentemente es heterosexual, ?cree que por eso, ud. es perfecto?, estoy segura que tiene tantos defectos o virtudes como un homosexual, solo se diferencia en la preferencia sexual.

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