domingo, 5 de mayo de 2024

Siendo viejos, ¿será que sobramos? (+Video)

No siempre el abuso y el maltrato a los ancianos son sinónimos de golpes, agresiones físicas y gritos...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 15/06/2013
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Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez
Cuba asume la jornada de hoy de manera responsable y preocupada.

“Cuando sea vieja, no quiero que me releguen a un rincón con todos mis tarecos, como si estorbara; quiero que me sigan considerando parte de la familia, tal como lo soy”. Así me dice mi mamá cada vez que por alguna circunstancia esboza su futuro y desnuda sus temores.

No era necesario que me lo dijera la última vez que lo hizo, yo lo pensé minutos antes. Visitábamos a unos amigos y durante las conversaciones animadas, en las que nos contaban los arreglos de la casa que habían hecho y los proyectos de otros que harían más adelante, nos quedó claro que la anciana quedaba fuera de “lo lindo que va a quedar todo”.

Ella, con poco más de ocho décadas de vida, unos cuantos achaques y algunos lapsus mentales, había sido mudada para el último cuarto, el que fuera de los criados en otra época. Allá está más cerca del baño, nos explicaron, y tiene comunicación con la cocina, así que no necesitará que le alcancemos las cosas de comer. Nadie habló de las pequeñas dimensiones de la habitación y del hacinamiento provocado por la cama, el escaparate, la cómoda, el radio antiguo y además la máquina de coser, la cesta de la ropa sucia, la tabla de planchar, la lavadora, unas cajas y todo lo que todavía no tenía lugar.

A la anciana no le faltaba la leche y los culeros desechables, es cierto, pero ya no estaba en su cuarto ni le comentaban los planes de la familia; a veces le llevaban la comida a la cama “porque es más cómodo”, cuando en realidad lo hacían porque no tenían la paciencia suficiente para llevarla a la mesa con los demás… “Queremos mucho a la vieja, pero a veces se pone un poco majadera”, nos dijeron.

¿Ella, la que tantos años carga en sus hombros, es la majadera?, pensé. ¿Y quiénes son los insensibles, los egoístas, los fríos de alma? Recordé entonces que en El país de las sombras largas, los ancianos son colocados en balsas y lanzados al mar, para que mueran solos, porque ya no son útiles. ¿Se trata de eso, aún cuando están en la tierra?

La convivencia intergeneracional provoca, entre otras cuestiones, que no nos percatemos de las limitaciones de los demás, y sobre todo, que los más jóvenes no nos percatemos de las necesidades de los más viejos. Que ya no trabajen no quiere decir que su vida se circunscriba a buscar los mandados en la bodega y a sobrecargarse con las responsabilidades de la casa; si están enfermos no quiere decir que estén “insoportables”.

La vejez es una etapa de la vida que nos tocará a todos y antes de que esta llegue, fuimos jóvenes y pudimos hacer por lo demás lo que, a última hora, corresponde que hagan por nosotros.

No en vano se ha pensado tanto en la manera de comportarnos con las personas que ya están en la tercera edad, y en respuesta a ello, en la Asamblea General de las Naciones Unidas se seleccionó el 15 de junio como el Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez.

No siempre estas palabras son sinónimos de golpes, agresiones físicas y gritos. Muchas veces también se expresa en la ignorancia, el irrespeto, la incomprensión, la desatención, la falta de afecto y la relegación a terceros planos.

Esta organización, en 1991, señaló además una serie de requerimientos que debían respetarse con relación a los ancianos, tales como su acceso a los alimentos, al agua, a la vivienda, a los servicios de salud, capacitación, apoyo familiar y comunitario. Se trata de ofrecerles una vida con dignidad. 

Cada vez seremos más los que envejecen. Las estadísticas anuncian que de 542 millones de personas de más de 60 años en 1995 a nivel mundial, serán alrededor de 1 200 millones en el 2025 y un gran por ciento de esas cifras (de un 4 a un 7 por ciento) recibe maltratos por parte de sus familiares.

Cuba asume la jornada de hoy de manera responsable y preocupada. ¿Cómo no hacerlo? La tasa anual de crecimiento de la población (por mil habitantes) ha disminuido del 13,3 al 0,6 desde 1970 hasta el año pasado y en cambio, el porcentaje de adultos mayores en la población ha aumentado, en el mismo rango, del 9.0 al 17.9.

Si nuestras tasas de natalidad continúan siendo bajas, se prevé que ocupemos el primer lugar en la lista de países con un elevado índice de envejecimiento. Por tanto, ¿podremos seguir siendo mal queridos?

Por ello, las palabras de mi mamá encuentran cabida en mí. He crecido preocupándome por brindarles a mis abuelos lo mejor que como nieta soy capaz de darles, a sabiendas de que lo merecen. Por eso me dolió tanto cuando la anciana de mi anécdota, la “desplazada” de sus espacios nos dijo: “Parece que sobro ya, como nunca me escuchan”. Y aún me pregunto por qué la gente pone tapones, no en sus oídos sino en sus corazones. Parece que, en algunos casos, habrá que llevar a la realidad lo que desde la ficción aquella novela cubana sugirió: Los abuelos se rebelan, era el título….¿Será necesario?


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


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