jueves, 18 de abril de 2024

Sí, y mil veces Sí

Este domingo la cita es en las urnas, para defender la nueva Constitución de Cuba, donde entre todos dibujamos el país que queremos...

Leticia Martínez Hernández en Exclusivo 24/02/2019
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Amanece en Cuba. Es domingo, no uno habitual, de esos de calma chicha, de agromercados y balcones repletos de ropas. Desde temprano comenzó el ajetreo, uno histórico, porque este último día de la semana ─ 24 de febrero para más señas ─ se estará defendiendo en los colegios electorales la nueva Constitución de Cuba, en la que durante meses estuvimos dibujando el país que queremos, el que aspiramos a construir.

Justo a 150 años del grito inicial de aquella Guerra Necesaria, la guerra de Martí, “sin odios, de conmovedora y prudente democracia”; los cubanos volvemos decidir el futuro de la nación, la de todos y por el bien de todos. Esta vez con una boleta, dos casillas y la responsabilidad tremenda de marcar allí donde más falta le hace a la Patria.

Desde hace algunos días, la maestra más entusiasta del barrio pasó por la casa para consultarle a Carmencita si quería cuidar las urnas. Ella dijo que sí. Le preguntó a qué hora le parecía mejor y escogió el mismo turno de su amiga Lais, a las nueve de la mañana. Le da un poco de pena, dice, porque seguro habrá mucha gente, pero irá con su uniforme impecable y sus motonetas. En Cuba hoy los niños custodian las urnas y es día de fiesta.

En la familia hemos decidido salir a votar a esa misma hora, para acompañarnos en el momento de dar el por una Constitución que las abraza a ella y a su hermana Elena. En el momento que levante su mano y salude como pionera cubana que es, sus padres estarán votando Sí porque en ese gesto va el apoyo a la Revolución que nos formó como seres humanos dignos y que ahora vela por el futuro de nuestras hijas.

Diremos Sí a una Constitución que protege a las mujeres trabajadoras y las madres; resguarda a la infancia, a los abuelos, a quienes sufren limitaciones físicas y mentales; ratifica derechos ya conquistados y blinda otros tantos; aboga por un nación próspera; define el país como un Estado socialista de derecho y de justicia social, democrático, independiente y soberano; plantea a la dignidad humana como valor supremo y que todas las personas son iguales ante la ley; reconoce a las familias, sean como sean; defiende que los cubanos tengamos vivienda digna, acceso al agua potable, hábitat seguro…

Pero si le quitamos toda esa racionalidad, fuerte e innegable, a nuestro voto, nacerá otro sentimiento profundo, el del agradecimiento, el de la honra, el del respeto, a todos los que aportaron su sangre por el país que hoy somos: a Martí, a Maceo, a Céspedes, a Mariana, a Mella, a Fidel y a todos los jóvenes masacrados por la tiranía, a los que subieron a la Sierra a riesgo de todo y a los que se han dado a este país sin pedir nada a cambio.

Todo eso me rondará el corazón cuando ponga el Sí en la boleta, la introduzca en la urna y Carmencita certifique mi voto con su saludo de pionera.

Sí, y mis veces, por el futuro de Cuba.


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Leticia Martínez Hernández

Madre y periodista, ambas profesiones a tiempo completo...

Se han publicado 1 comentarios


leiva.tarra
 25/2/19 4:46

Mucha suerte desde España, Extremadura!

mevoydecamping

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