La universidad cubana: integrada e informatizada

La Universidad cubana le abrió sus puertas este septiembre a 212 000 estudiantes, quienes deben esforzarse por mantener éxitos en sus estudios y culminarlos de manera satisfactoria.

En este nivel de enseñanza, más del 50 por ciento del triunfo esta precisamente en manos del alumno, recuerdo que decía siempre uno de mis profesores universitarios, y tiene razón, pues de nada vale tener al alcance la bibliografía necesaria, los horarios de clases establecidos, los seminarios y talleres orientados y los exámenes previstos si se cree que es el profesor, a esas alturas, el que debe “masticarlo” todo.

Eso sí, la universidad cubana, más madura ahora que antes, según ha declarado el ministro de Educación Superior José Ramón Saborido Loidi, debe garantizarle a sus educandos las condiciones básicas para el proceso de enseñanza-aprendizaje en sus áreas. Factor imprescindible de ese sistema es la integración, cuyos primeros experimentos se tuvieron en  Mayabeque, Artemisa y La Isla y cuyos resultados positivos en Ciego de Ávila, recientemente, dan fe de lo oportuno de su aplicación.

Pero también es indispensable elevar la calidad de la conectividad, el acceso a Internet y la informatización en general de los centros universitarios, desde sus sedes centrales hasta sus extensiones municipales, tema central de la mesa redonda de este miércoles, en una segunda mirada al inicio del curso escolar desde el ángulo del nivel de enseñanza superior.

El director de Informatización del Ministerio de Educación Superior Walter Baluja García refirió en el espacio televisivo que este curso inició con mejores condiciones que el anterior en relación con la conectividad.

“La red nacional universitaria se ha fortalecido y tenemos ya 26 nodos conectados por fibra óptica, lo que incrementa la capacidad de la señal y amplía las posibilidades de ofertas de servicios. Ya suman 15 los centros universitarios que, integrados, tienen sus enlaces funcionando, la mayoría de ellos por fibra óptica y aunque esta alternativa de uso pensamos incrementarla en el 2017, ello depende de las condiciones de infraestructuras disponibles.

“Es significativo el hecho de que la red universitaria no se circunscribe a las universidades principales sino que ya es funcional en 120 municipios. Queremos mejorar la conectividad, migrar la tecnología actual a otra más actualizada y optimizar también la velocidad, pero eso acontecerá gradualmente. Ya los buenos resultados los tenemos en las universidades de Holguín, Pinar del Rio, Villa Clara, Guantánamo, Granma y Mayabeque.

“En lo concerniente al acceso a Internet podemos destacar que este curso tenemos mejores condiciones que el anterior. De un canal de 28 mebabytes por segundo ahora tenemos 176 para un acceso total a la red de 313 megabytes por segundo cuando antes era solo de 137.

“La conexión Wifi, existente en algunas universidades hace un tiempo y fortalecido recientemente, tiene básicamente las mismas características tecnológicas de aquella que garantiza la empresa Etecsa pero no es la misma. De todos modos, en nuestros centros universitarios y de investigaciones se accede a esta alternativa de conexión en más de 420 puntos para el beneficio de alrededor de 40 000 usuarios, según cifras registradas en los últimos meses”

Baruja García enfatizo en que informatizar no es únicamente la suma de la conectividad y el acceso a Internet, “ pero con esto se sientan las bases para la informatización general de los procesos, que es nuestro mayor objetivo”.

“Lo importante es saber aprovechar las potencialidades de esta tecnología que el país adquiere para los estudiantes universitarios. Trabajamos en más de 14 softwares con la Universidad de Ciencias Informáticas y pretendemos elevar la calidad de la enseñanza, precisamente, con la profundización de la informatización de los procesos”.

Toda política que se implementa requiere recursos, y no pocos, y la instalación de nuevas tecnologías, por lo que la Educación Superior cubana es privilegiada, en tanto se destina un elevado presupuesto anualmente para garantizar las condiciones en las instalaciones universitarias, expresó la viceministra de Educación Superior Miriam Alpízar Santana.

Alrededor del 60 por ciento del presupuesto asignado se emplea en el otorgamiento de los salarios y aspectos asociados, y el resto se destina al aseguramiento de los recursos y servicios de la comunidad universitaria, apuntó Alpízar Santana, quien puntualizo que uno de los renglones garantizados es la entrega del material docente necesario para maestros y alumnos, y el pago del estipendio a estos últimos, y en particular, a los alumnos ayudantes.

“Una parte de los recursos que necesitamos depende del balance material del país y aunque nos concentramos en el ultimo quinquenio en la reparación y mantenimiento de las facultades de la Universidad de La Habana, con mas de 25 millones de pesos ejecutados, no dejamos olvidadas a las otras casas de altos estudios del país.

“Tenemos parte del dinero invertido ya en la tecnología necesaria para la instalación de laboratorios de Metrología, Idioma y de Radio y Televisión para la Facultad de Comunicación”, agregó.

Para brindarle al estudiante un mejor servicio en los laboratorios de computación, hemos instalado en ellos computadoras con mejores y más avanzadas prestaciones y pretendemos incorporar lectores electrónicos y tableros para digitalizar la bibliografía, acotó.

“Tenemos hoy una universidad cualitativamente mejor y diferente, pero también desde el punto de vista cuantitativo, y por ello no podemos descuidar el control, aspecto que atendemos con minuciosidad, no solo desde la infraestructura tecnológica sino también constructiva. Nuestros estudiantes también necesitan baños adecuados, mobiliario cómodo, condiciones indispensables para formarse como excelentes profesionales que luego servirán al país, comprometidos con su tiempo”.