“Queridos compatriotas nuestro bien amado Nelson Rolihlahla , el presidente fundador de nuestra nación democrática, ha fallecido”, declaró el presidente sudafricano Jacob Zuma, con pesar en su voz. Esta triste noticia tuvo un impacto global inmediato.
Mandela , quien festejó sus 95 años el 18 de julio, había sido hospitalizado cuatro veces desde diciembre de 2012, siempre a causa de infecciones pulmonares. Estos problemas recurrentes probablemente fueran secuelas de una tuberculosis que contrajo durante su largo encarcelamiento en la isla-prisión de Robben Island, frente a Ciudad del Cabo, donde pasó 18 de sus 27 años de detención en las prisiones del régimen racista del apartheid.
“Lo que hizo grande a Nelson Mandela fue precisamente lo que le hizo humano. Vimos en él lo que buscamos en nosotros mismos”, dijo Zuma y añadió: “nuestro querido Madiba tendrá un funeral de Estado” y ordenó que las banderas nacionales fueran izadas a media asta en toda Sudáfrica, a partir de este viernes, en señal de luto.
PESAR GLOBAL
Disímiles personalidades expresaron su dolor por el fallecimiento del líder. El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, dijo en una rueda de prensa: “Falleció una verdadera inspiración para la humanidad, que sobresalió como nadie en nuestro tiempo por impulsar los valores y principios de las Naciones Unidas.” En su intervención, Ki-Moon destacó la modestia y la humildad de , así como su decisivo aporte en el desmantelamiento del sistema del apartheid.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que Mandela simboliza la lucha por la libertad y la dignidad de todo el mundo, mientras deseó que su legado inspire por siempre a la humanidad. “Él alcanzó más de lo que se puede esperar de un solo hombre. No puedo imaginar mi vida sin el ejemplo de ”, agregó.
Mientras, el mandatario mexicano Enrique Peña Nieto escribió dos mensajes en su cuenta en Twitter. “En nombre de México, lamento profundamente su fallecimiento y expreso mis condolencias al pueblo sudafricano”, afirmó.
El Senado mexicano, que en el momento de conocerse el fallecimiento se encontraba en sesión, cambió el tradicional minuto de silencio por un minuto de aplausos en honor al dirigente.
“La muerte de Nelson Mandela nos duele a todos”, aseveró el Premio Nobel de la Paz (1980), el argentino Adolfo Pérez Esquivel. “Se va un gran hombre que marcó una época, una condición del pueblo surafricano y de lucha contra la discriminación, el apartheid (…) Va a permanecer en la mente y el corazón de su pueblo y de la humanidad”, concluyó.
El titular de la Federación internacional de asociaciones de fútbol, el suizo Joseph Blatter, también lamentó la muerte. “En riguroso luto, me despido de una personalidad extraordinaria, probablemente uno de los mayores humanistas de este tiempo y un querido amigo (…) Con Nelson compartí la profunda convicción en el extraordinario poder del fútbol para unir al ser humano de forma pacífica y amistosa y expresar los valores sociales y educativos como una escuela de la vida”, expresó Blatter en un comunicado.
MANDELA Y CUBA
La relación de Mandela con nuestro país y especialmente con el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, fue muy estrecha. Madiba visitó Cuba en 1991, un año después de su liberación. En el Acto central por el 26 de julio, celebrado en Matanzas, expresó: “El pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África. Los internacionalistas cubanos hicieron una contribución a la independencia, la libertad y la justicia en África que no tiene paralelo por los principios y el desinterés que la caracterizan.”
“Pero la lección más importante que ustedes pueden ofrecemos es que no importa cuáles sean las adversidades, no importa cuáles sean las dificultades contra las que haya que luchar, ¡no puede haber jamás claudicación!”, aseguró Madiba.
Un día después, el Consejo de Estado otorgó a Mandela la Orden "José Martí" en “reconocimiento por su vertical actitud en la lucha contra el apartheid y toda forma de sumisión y en favor de una Sudáfrica unida, democrática y no racista.”
Fidel lo visitó en Sudáfrica en 1998 y en un mensaje enviado el 18 de julio de 2010, por su cumpleaños 92, expresó: “Viejo y prestigioso amigo, cuánto me place verte convertido y reconocido por todas las instituciones políticas del mundo como símbolo de la libertad, la justicia y la dignidad humana.”
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