jueves, 28 de marzo de 2024

La derecha y su guerra ideológica contra Latinoamérica

Frei Betto conversa con representantes de la prensa cubana sobre los grandes desafíos que enfrentan los países latinoamericanos de izquierda...

Dunia Torres González en Exclusivo 13/02/2019
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Frei Betto conferencia 2019
Frei Betto durante el Congreso Pedagogía 2019, celebrado en La Habana del 4 al 8 de febrero

Frei Betto visita Cuba. Ha estado participando de manera activa en los eventos políticos, culturales y sociales que tuvieron lugar en Cuba por estos días. Y no es casualidad, porque, en medio del contexto adverso que se está viviendo en Latinoamérica, la Revolución Cubana debe fortalecer sus movimientos desde la izquierda y aprender de los errores, no solo de los países de la región, sino también de los propios.

Entre los encuentros de Pedagogía 2019 o la 28 Feria Internacional del Libro en La Habana se tomó un tiempo para compartir con los trabajadores del periódico Granma, Órgano Oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. En una conferencia magistral retomó el tema de los desafíos que enfrentan en la actualidad los países latinoamericanos de izquierda y cómo la derecha ha ido ganando terreno.

“Nosotros, los de izquierda, todavía somos analfabetos en las redes digitales, no sabemos trabajar en ellas, y la derecha tiene mucha capacitación…”, explicó Betto, mientras analizaba el contexto de Cuba, país fuertemente atacado por campañas mediáticas en las redes digitales en contra del gobierno, sobre todo en la actualidad, aprovechando el recientemente iniciado proceso de informatización de la sociedad.

“La derecha produce toda una falsa información, una verdadera guerra ideológica que llega a cada teléfono celular y a cada computadora. Eso no está bien… y constituye un desafío para nosotros. Es importante formar equipos con mucha capacitación en informática, no para responder a la ofensiva virtual del imperialismo, de la derecha, sino para hacer una ofensiva nuestra. Y mientras no logremos esto vamos a seguir en una situación muy difícil, con mentiras, mentiras y mentiras… y sin posibilidad de contestar a la altura”, continuó.

Cuba trabaja incansablemente por mantener sus conquistas sociales, sin embargo los medios de comunicación de la ultraderecha continúan su postura denigrante e irrespetuosa hacia lo que significa el verdadero periodismo, que para nada tiene que ver con el montaje y la falsa interpretación de la información.

El destacado intelectual brasileño reflexionó sobre el valor de hombres y mujeres de un país que cumple 60 años de Revolución, un país pequeño, bloqueado y el único en la historia de Occidente que optado por el socialismo. De una manera oportuna, y desde su cercanía con el proceso que ha vivido su país, compartió su experiencia: “En Brasil Bolsonaro prácticamente ganó las elecciones por la vía de las redes digitales. No me gusta mucho el término de redes sociales, porque muchas veces no crea sociabilidad, sino hostilidad".

“En general, a pesar de todos los avances, conquistas, gente muy pobre que salió de la pobreza, hambre cero en Brasil, gente que en los años de gobierno de Lula ha tenido acceso, a la salud, a la educación y a la vivienda, a créditos…, hemos cometimos errores muy grandes, y el primero es no haber realizado una alfabetización política del pueblo. Y que será un problema también para Cuba si no se lleva a cabo la alfabetización política de las nuevas generaciones. Porque en la política no existe una posición neutral. O nosotros hacemos ese trabajo cultural o el enemigo lo hace. Y es enemigo muy poderoso. Viene por la novela, la película, la información de la radio…”

UNA MIRADA DESDE LA EXPERIENCIA LATINOAMERICANA

La guerra ideológica, es la técnica más común usada por Estados Unidos para inmiscuirse en los países que con mucho esfuerzo trabajan en América Latina por llevar a cabo campañas de saneamiento, educación y preparación política de la población.

“El enemigo tiene muchas posibilidades, porque proyecta una imagen de vida burguesa, y la gente que vive con dificultades tiene ese sueño burgués de mejorar de vida. Y en nuestros países hemos cometido el equívoco de priorizar el acceso de la gente a bienes personales: poder tener un televisor, una nevera… Tú vas a una fabela de Sao Paulo y dentro de una casita de madera tiene televisor de colores, microondas, tiene teléfono celular, pero la gente no tiene vivienda, no tiene saneamiento, educación, salud, seguridad… Y entonces hemos cometido el error de no priorizar los bienes sociales. Creamos así una nación de consumistas, no de protagonistas sociales de política”,  decía Betto.

Según su opinión, otro de los problemas que enfrentan los pueblos es la corrupción, pues existen altos funcionarios del Gobierno o el Partido que no responden a las exigencias del momento histórico que vivimos: “No han sido muchos, pero sí suficientes para desmoralizar a la izquierda, sobre todo porque muchas veces no sancionamos a los compañeros. Fueron sancionados después, en algunos países, por la justicia, pero no por su partido de izquierda. Y Fidel decía que un revolucionario puede perder todo, el trabajo, la casa, la patria cuando va vivir a otra ciudad, la libertad cuando va a la cárcel… hasta la vida cuando es asesinado, lo único que no puede perder es la moral, si pierde la moral toda la causa se viene abajo.

“En muchos países no hemos logrado eliminar la corrupción, vencer esta bola de nieve de que nuestros partidos de izquierda son corruptos. La gente ha votado por Bolsonaro, no por él, sino en contra del Partido de los Trabajadores. ¡Qué curioso que las personas hagan una distinción entre Lula y su Partido! ¿Quién es corrupto? En realidad no es todo el Partido, sino algunos líderes. Y Lula no. La gente tiene plena convicción de la inocencia de Lula y sabe que no hay pruebas de lo que se le acusa. Se ha dicho en entrevistas que no hay pruebas, pero sí convicción de su culpabilidad, una justicia hecha desde la subjetividad”.

ES ESENCIAL EL FORTALECIMIENTO DE LA ECONOMÍA INTERNA

Estados Unidos no tiene la capacidad de reconocer lo que se ha hecho en Cuba en cuando a la rectificación de errores. Es importante tener en cuenta que un país bloqueado desarrolla un modelo de perfeccionamiento económico a la par de los programas sociales. Frei Betto también dio su punto de vista de lo que está sucediendo en Latinoamérica: “No hemos aprovechado el periodo de alza de precios para crear un mercado interno, nuestras tecnologías quedaron muy dependientes de las exportaciones. Por esa razón, cuando baja el precio de la soya, en el caso de Brasil, o el  petróleo, en el caso de Venezuela, nos quedamos mal, porque no aprovechamos los buenos momentos de la economía para crear una infraestructura, fomentar un mejor mercado interno, y este es un momento, lamentablemente, de un avance increíble de la derecha”.

Y si bien Latinoamérica necesita potenciar su economía interna no será a costa de sus conquistas. Ese modelo de vida burguesa que hipnotiza a los pueblos desde el Norte mancilla los objetivos de los movimientos de izquierda, porque se esconde tras el afán del bienestar, mientras su meta es extender su dominio sobre la región para incrementar el poder; es vencer en la lucha con el vecino más pobre; es arrasar con los recursos naturales, ganar posiciones estratégicas y oprimir a través de una consigna de libertad.

“La derecha avanzó en Brasil, ahora en El Salvador, ya avanzó en Ecuador con el proyecto presentado por Moreno, en Argentina con Macri… No sabemos qué va a pasar en Venezuela, en Nicaragua, qué va a pasar con el presidente de Bolivia…Estamos viviendo un momento muy difícil, en el que tenemos que evaluar nuestros errores, refrescar en la memoria de la gente las conquistas… Y no basta con reconocer los errores, hay que guardar el pesimismo para días mejores. No tenemos derecho a ser pesimistas”, puntualizó el teólogo brasileño.

LA RELIGIÓN, COMO LA POLÍTICA, PUEDE OPRIMIR O LIBERAR

Uno de los puntos centrales de Fidel y la religión es precisamente ahondar en los contactos entre la política y la religión. Frei Betto explicó cómo se puede lograr, no solo una convivencia entre la iglesia y la Revolución, sino una integración en la construcción socialista de la sociedad: “Ahora la izquierda se ha dado cuenta de que la religión como la política sirve para liberar o sirve para oprimir. Era una equivocada interpretación de la tradición marxista, afirmar que la religión era alienante, opresora de los pueblos, y no es verdad. El propio Marx en su libro afirma que la religión es el grito del pobre en un mundo sin corazón, es el clamor de un oprimido. O sea, él tenía una visión dialéctica de la religión. El marxismo que vino de la Unión Soviética impuso ese prejuicio a la religión.

“Efectivamente, hemos formado en América Latina un movimiento muy fuerte de cristianismo progresista, revolucionario. Las comunidades eclesiásticas tienen como reflejo la teoría de la liberación. Si usted conoce la lucha de los sandinistas en Nicaragua, ahí participaron los cristianos; la guerrilla del salvador, ahí participaron los cristianos; las guerrillas de Colombia, el Frente de Liberación Nacional fue fundado por un sacerdote… Entonces hubo una dosis muy grande de cristianismo progresista evangélico, pero luego vinieron años de pontificados conservadores, con Juan Pablo II y Benedicto XVI, y ahí sufrió una desmovilización del cristianismo progresista de la iglesia católica, hablo solo de la iglesia católica.

“Hoy por suerte, por la gracia de Dios, tenemos al Papa Francisco, que se identifica con la ideología de la liberación, que ha promovido tres encuentros mundiales de líderes, movimientos populares… Ningún Papa ha hecho esto en la historia de la iglesia, que creó una consigna de dignidad humana, las tres t: trabajo, techo y tierra. Lamentablemente, hoy la iglesia católica es un cuerpo conservador con la cabeza progresista, porque cambiar ese cuerpo conservador no es tarea fácil”.

Más adelante explica la evolución que ha tenido esta postura conservadora en Cuba: “La iglesia cubana tiene una historia peculiar. Primero, que fue una iglesia marcada por el conservadurismo de España, sobre todo en la dictadura del generalísimo Franco, y que no ha pasado por un proceso, por ejemplo en Brasil, de acercamiento a la gente más pobre. Fidel mismo llamaba la atención en este tema. Antes no había casi iglesias, pero ahora pasas por Quinta Avenida, y en ambos lados, prácticamente en cada cuadra hay una iglesia.

“Entonces, creo que el libro Fidel y la religión ayudó desbloquear la cuestión de los creyentes. El Partido cambió sus estatutos, ya no es un Partido ateo, sino laico. Hubo un cambio en la constitución, ya no es un Estado ateo, es laico. Incluso los creyentes pueden ingresar al Partido. En aquel momento el responsable de la Oficina de Asuntos religiosos era mi amigo Carneato, y yo le dije: «Mira Carneato, muchos cristianos ingresan al Partido, ahora está permitido», y él dijo: «No, Betto, es al revés, muchos comunistas ahora confiesan que siempre han tenido fe. Antes no lo podían decir públicamente, pero ahora sí»”.

En la misma medida en la que sociedad cubana avance, nacerán nuevos términos para definir sus procesos de cambios. En la actualidad tiene un nombre, Lineamientos, decía el teólogo que ese el secreto de la resistencia del pueblo cubano, de su resiliencia, de su capacidad de crecer y reorganizarse. “Cuando usted no reconoce sus errores, la gente piensa que es culpa de los partidos políticos, y que el Partido es ciego…”, sentenció.

Esta es una verdad que el pueblo debe conocer. Esa es la manera de saber cuál es el arma principal de la derecha: la manipulación mediática aprovecha la menor fisura y ataca...


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Dunia Torres González

Periodista


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