sábado, 20 de abril de 2024

¿Prosperará La Habana?

La economía no estatal tiene mucho que aportar en Cuba; pero la ilegalidad, la evasión fiscal, el acaparamiento, la apropiación de lo común y la especulación con productos deficitarios no son los mejores aliados para convencer sobre sus virtudes...

Iroel Eri Sánchez Espinosa en Exclusivo 21/03/2017
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Basura La Habana
Contenedor de basura que un bar ha etiquetado como suyo. (Iroel Eri Sánchez Espinosa / Cubahora)

Hace algún tiempo publiqué unas preguntas sobre La Habana:

“¿Es casual que sitios como el Parque Lenin o el Coppelia, símbolos de la democratización de la recreación y el acceso de las mayorías al refinamiento, abierto por el proyecto colectivo de la Revolución, languidezcan entre el mal servicio y el deterioro estructural, mientras se asienta la idea de que lo bueno y lo bello son patrimonio exclusivo del pasado pre-revolucionario?¿Por qué cada vez más al Estadio Latinoamericano se le llama en nuestros medios el “Estadium del Cerro”?

“¿Es una Habana para turistas la que va a esperar sus 500 años, reproduciendo las celebraciones con tufo colonial que a diferencia de lo sucedido con el medio milenio de Santiago de Cuba tuvieron lugar en buena parte de las villas fundadas por los españoles?¿O como en Santiago, los barrios hechos por la Revolución y hoy más o menos barbarizados (Camilo Cienfuegos, San Agustín, Alamar, Mulgoba, Reparto Eléctrico…) podrán renovar su (falta de) urbanismo y elevar la calidad de vida de cientos de miles de trabajadores habaneros que nunca han podido sentarse en una paladar?

“¿Será el remozado Capitolio de La Habana vieja forma para una democracia nueva o un casacarón que entre mármoles y bronces, tan caros a las dictaduras y las plutocracias, olvide consagrar el nombre de Jesús Menéndez, el parlamentario negro y obrero que impuso a los yanquis y la burguesía cubana un trato justo para los trabajadores azucareros y por eso lo asesinaron sin que valiera su inmunidad parlamentaria en “el periodo más democrático de la historia contemporánea de Cuba”, según dice el diario español El País bajo la firma de un “historiador” cubano?”

Y vuelvo a ellas porque, afortunadamente, desde hace pocos meses en la capital del país se aprecia el crecimiento de un esfuerzo transformador a favor de las mayorías, renovando espacios públicos -como los mecionados en mis preguntas- accesibles a quienes carecen de recursos para acudir a los centros recreativos que han prosperado al amparo de las nuevas medidas económicas. Se han abierto grandes mercados de productos agrícolas en zonas periféricas de la ciudad, rescatado instalaciones gastronómicas de gestión estatal con precios populares, funcionan fuentes que estuvieron décadas sin echar agua, y otras realizaciones empiezan a tener lugar con los fondos descentralizados recaudados por los municipios. Con esas acciones se puede decir que la ciudad prospera, porque prospera la mayoría de sus pobladores. 

Pero si a ese ese esfuerzo no lo acompaña la participación del pueblo, para crear una cultura de orden ciudadano y urbanidad que parta de un debate popular -tenemos las organizaciones y medios de comunicación para ello- que sirva como difusión y producción de consensos alrededor de las normas que regulan y castigan -si se aplicaran- las no poco frecuentes agresiones a lo común, todo ese empeño será como pedalear  en una bicicleta estática y, por sólo citar un ejemplo, los escombros generados por las inversiones en reparar opulentas mansiones que han adquirido casatenientes y nuevos ricos en los más céntricos municipios de La Habana continuarán llegando impunemente a las esquinas para que el sector estatal -es decir los trabajadores peor remunerados- pague su recogida gratuita sin tomar en cuenta que, como ha explicado la académica británica Emily Morris: 

“A medida que el sector no estatal se ha desarrollado, se ha vuelto cada vez más claro que las empresas privadas relativamente ineficientes han sido capaces de prosperar dentro de la economía nacional ya que sus costos en pesos cubanos, incluyendo la mano de obra, están infravalorados en la tasa CADECA/CUC que utilizan para sus transacciones. En efecto, el Estado cubano está subsidiando el nuevo sector no estatal a través de la tasa infravalorada de CADECA. Mientras tanto, las empresas estatales tienen que utilizar el tipo de cambio oficial sobrevaluado, una grave desventaja en términos de su competitividad. Una forma de “ilusión monetaria” que significa que las empresas estatales eficientes reportan pérdidas por lo que no pueden obtener capital para la inversión, mientras que los empresarios privados que operan a niveles muy bajos de productividad disfrutan de fuertes subsidios estatales ocultos pero se quejan de impuestos excesivamente altos.”

La economía no estatal tiene mucho que aportar en Cuba pero la ilegalidad, la evasión fiscal, el acaparamiento, la apropiación de lo común y la especulación con productos deficitarios no son los mejores aliados para convencer sobre sus virtudes. Es que lo primero que habría que esclarecer es de qué hablamos cuando utilizamos el verbo prosperar. Si, en los territorios desde el punto de vista económico más “prosperos”, como  Trinidad -donde los negocios se han desarrollado junto al crecimiento de la basura en la calle y la notoria evasión fiscal alcanzó tales  extremos que hace un tiempo la ONAT de Sancti Spíritus debió mudarse hacia allí; Viñales -lugar donde hay que llevar los maestros desde otros municipios y las piscinas privadas intentantan robar el agua escasa en tiempos de sequía-; o en La Habana parte del esfuerzo por abastecer la gastronomía popular, la educación y la salud, drena hacia la gastronomía privada, o con rumbo a los bares que permanecen abiertos hasta las cinco de la mañana, no hasta las tres como está regulado, y esos negocios son favorecidos por los subsidios indirectos de la tasa de cambio de CADECA 25 a 1, las bajas tarifas de agua, gas y electricidad concebidas para el uso doméstico pero utilizadas con fines lucrativos, o el incremento de los desechos sólidos sin pagar nada a cambio como si procedieran de la cocina de un hogar, desarrollo y prosperidad serán patrimonio de unos pocos en detrimento de los más. 


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Iroel Eri Sánchez Espinosa

Se han publicado 13 comentarios


Rafael
 22/4/17 10:32

El motivo de este escrito es exponerle los criterios que me generan el artículo publicado en el periódico Trabajadores del día 17 de abril titulado ¿Prosperará La Habana? Por supuesto que difiero en algunos conceptos expuestos, pero en lo que si debemos estar de acuerdo es en el deseo de ver una patria próspera económica y culturalmente. Por eso, la primera diferencia radica en el título y yo me pregunto si mejor no sería que abarcase todo el país. ¿Prosperará Cuba? Claro, eso sería demasiado arriesgado pues abarcaría a la dirección del país que es lo mismo que a la Revolución. “Dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada”. Es mejor que se quede a nivel habanero así solo la responsabilidad es en el marco de la Capital. Este es otro artículo como muchos que veo en la prensa de hoy, donde no se hace más que enunciar las dificultades dando la idea de combate pero que no se enfocan en las causas de los tantísimos problemas ni en los verdaderos responsables. La prensa ha aprendido a hablar sin decir nada y los lectores a leer entre líneas interpretando cada uno la idea que más se corresponde con sus pensamientos.

Soy bayamés, leí el artículo y me decido a exponerle estas ideas el día del Aniversario 198 del natalicio del hijo más grande que ha dado esta tierra y quién se convirtió en el Padre, no por valorar más la Revolución que a su hijo Oscar, sino por ser el Padre de una Revolución, que aún hoy, significa la Patria misma.

Desde el primer momento que vi el traslado de la Asamblea Nacional hacia el Capitolio me pregunto si el Órgano legislativo cubano quiere ser la continuidad de sus primeros ocupantes, que tuvo, después de mucho batallar, como uno de los pocos momentos de gloria la Constitución de 1940. Que continúe siendo la de Blás, Marinello y Jesús Menéndez y no la de Bijagual. ¿Querrán sus dirigentes alejarse del pueblo en un edificio que representó los delirios de grandeza de Gerardo Machado? Espero que no, pero está por demostrar.

Es lamentable que, no solo el Parque Lenin o Coppelia, en todo el país muchos espacios construidos por la Revolución vinculados a esta democratización de la recreación hayan desaparecidos o se encuentren en muy mal estado provocado por la falta de recursos, falta de iniciativas o por la desidia de dirigentes. Mientras, por otro lado, pululan centros recreativos a base de seudocultura y bebidas alcohólicas. Muchas instalaciones deportivas y culturales han desaparecido por falta de programas que permitan la sostenibilidad de las mismas.

Al menos en La Habana, según su artículo, en los últimos meses se perciben cambios a favor de la mayoría. El país necesita una Habana próspera. Sin embargo, en mi provincia no se observan progresos y los adelantos que existieron hace más de 10 años languidecen ante la mirada de responsables y de pueblo en general. Pero nos acostumbramos a la unanimidad, a no luchar, a aceptar dirigentes sin capacidad pero que fueron puestos desde arriba y eso es sagrado. Aprendimos a seguir el tintinear de las campanas y a considerar que cualquier conducta rebelde, aunque fuera en el momento y en la forma adecuada, iba contra las conquistas más importantes. La solución no sería, entonces, buscarse problemas, si no, algo peor, aplicar la filosofía del espejo, ver las cosas pasar sin que me importe. Vivimos la rebeldía del no hacer, de dar la espalda. Un ejemplo es la asistencia a las asambleas de Rendición de cuentas, el Gobierno ha perdido poder de convocatoria y es más preocupante porque son las últimas rendiciones de cuenta con la Generación Histórica en el poder. ¿Qué sucederá en las próximas legislaturas? Hay que decir ¡¡¡ Basta !!! y sacudirse la modorra.

Soy Trabajador por cuenta propia y como he visto la arremetida de la prensa, de dirigentes y ahora hasta de una académica británica, que conoce más de mi país que yo, parece que somos los responsables de los problemas sin solución que tenemos. En varias ocasiones, he leído y escuchado que la tasa de cambio beneficia al sector no estatal. Sin embargo, no he visto una explicación convincente de ello. Quiero explicarle, que en primer lugar, la dualidad monetaria y la tasa de cambio no beneficia a nadie y que es inconcebible que varios años después de aprobarse los lineamientos aún continúe como espada de Damocles sobre la economía cubana. Nos daña a todos. Nuestros costos no están subsidiados y voy a explicarle. Un productor de carteras, confecciones o un tapizador, compra sus materias primas en las Tiendas recaudadoras de divisas a altos precios en CUC que tiene que comprar en la tasa oficial de cambio de 25 por 1. Estos precios, de hecho, son más caros que en cualquiera de los países centroamericanos con similar desarrollo que nosotros pues tienen margen comercial de más de dos veces el costo, pero además, se adquieren a precios minoristas (otra desventaja) y no tenemos tampoco la posibilidad de importarlos pues se corre el riesgo de decomiso. En el momento de hacer los análisis económicos tiene que tener en cuenta estos costos para poder pagar trabajadores e impuestos. Le pongo otro ejemplo, los muy criticados boteros tienen que comprar el combustible en CUC. Esto quiere decir que mientras un ómnibus estatal adquiere el combustible en MN, él cuenta propia necesita 25 veces más dinero para hacerlo. No tiene piezas de repuesto, no puede salir a buscarlas y si quiere comprar un auto tiene que ser a precios inimaginables en cualquier otro lugar del mundo. Y luego, el pasaje es más barato, comparado con la tasa de cambio en divisas y no con el salario de los cubanos, que en cualquiera de estos mismos países.

Antes de ser TCP pertenecí al sector estatal y laboré en la cadena de tiendas TRD Caribe (que no tiene razón de ser pues ya no recaudan divisas). El salario de los trabajadores respondía a índices de gastos que no podían ser violados. Hasta ahí está bien. Pero resulta que estos índices podían ser, para el colectivo de trabajadores, desde 0.05 pesos en MM hasta 0.12 pesos por cada CUC de venta de la Unidad Comercial aproximadamente. ¡Es decir, los ingresos de la Unidad era (y sigue siendo) 500 veces el salario de todos los trabajadores juntos! La tasa de cambio afecta las exportaciones e incentiva las importaciones pues en el análisis económico de las empresas es preferible comprar algo en el exterior que cueste un dólar y no en Cuba que cueste 2 pesos moneda nacional. Un ejemplo de ellos son los envases para las industrias nacionales.

Ni la ilegalidad, ni el acaparamiento, ni la apropiación de lo común, ni la especulación tienen su génesis en el sector no estatal. Tienen que buscar sus causas en la ineficiencia de la empresa estatalizada para resolverlas y para desarrollarse logrando abastecer el mercado con diferentes productos de buena calidad.

¿Por qué tenemos que seguir prejuiciados con la iniciativa privada?  A la que además, se le ponen infinitas trabas. ¿Por qué la ley de inversión tiene que ser extranjera discriminando al cubano por su origen nacional igual que una vez le estuvo prohibido entrar a hoteles, tener celular, visitar determinadas playas, tener acceso a Internet, o visitar cualquier país que quisiera otorgarle visas? Esto ocurre mientras se viola la Constitución donde se proscribe la discriminación por razón de origen nacional, entre otras. Un israelí con acciones en una fábrica de armamentos (los mismos que ocupan pueblos palestinos) puede negociar en Cuba mientras un cubano muy bueno (aunque tenga millones de dólares) que juega pelota en Japón no tiene la posibilidad de hacerlo mientras perdemos la oportunidad de utilizar sus divisas en el desarrollo del país.

Yo voy a extender el título, ¿Prosperará mi país?

Cámbiese todo lo que deba ser cambiado. Socialismo no es educación, salud y deportes gratuitos y mantener la igualdad a base de que nadie acumule riquezas. Dejemos los muchos prejuicios y el ataque hacia el sector no estatal cubano mientras hacemos guiños al capital financiero internacional haciendo recorridos por el mundo desarrollado exponiendo nuestras playas y pocos recursos buscando dinero en inversiones que luego nos pasamos dos años para concretar. Olvidémonos del discurso de la exigencia y el control de los últimos 30 años como si los cubanos fuésemos los más vagos y despilfarradores o desviadores de recursos del mundo. Ábrase la mente de los que nos dirigen. Hágase competitivo el sector empresarial con salarios adecuados que compitan con los de sus homólogos en países con similar desarrollo y evitaremos en buena medida la emigración de nuestros profesionales. Seamos más ágiles y eliminemos las trabas burocráticas que gobiernan este país. Déjese que la gente sueñe y que tenga los medios para cumplir sus anhelos, no esperando siempre que el país mejore o mi empresa cumpla planes y suba el salario mientras sus jefes van en carro a la playa los fines de semana o a congresos en hoteles. Basta de expectativas que no se cumplen para mí mientras los hijos de generales y comandantes se aburren de ir a Cancún con el dinero que yo aporto y con el que te dejan de pagar en el salario. Cuando todo eso suceda, cuando se cumpla el concepto de Revolución, entonces, solo entonces, Prosperará mi país.

 

Un abrazo de hermano:

Rafael Milanés Hernández.

Bayamo.

jesus
 21/4/17 9:35

¿Prosperará La Habana... a pesar del daltonismo político? …..

 

Es penoso que a estas alturas de nuestra historia y nuestro desarrollo social, aún haya personajes que piensen, que todo lo bueno de nuestro país es gracias a la Revolución y que todo lo malo es culpa del pueblo. Se extrañan en los medios cubanos, el análisis OBJETIVO de los fenómenos; los periodistas con vista imparcial que comenten bajo la bandera de la honestidad los fenómenos que nos han traído hasta donde estamos. ¿Cuándo alguien dirá que si todos los logros con los que contamos en la actualidad son hijos de la Revolución, también lo son todas las deformaciones y circunstancias que lastran el desarrollo de nuestro proyecto?

Para analizar un texto tomado de un sitio web, y legitimado por un medio impreso, necesito hacer algunas aclaraciones, advirtiendo de “creencias” que limiten o tiñan de matices indeseados mis palabras:

1.       Declaro de manera transparente y segura que NO SOY CONTRAREVOLUCIONARIO, ni ninguno de los sinónimos que se usan en los medios cubanos cuando se refieren a personas en contra de nuestro proceso; porque no lo estoy. Veo, valoro y agradezco los logros que nuestro país ha alcanzado en todas las áreas de nuestra sociedad.

2.       Afirmo sin complejos ni temores que NO SOY REVOLUCIONARIO, sobre todo por las interminables raciones de incondicionalidad, autosuficiencia y egocentrismo político que inundan desde hace años un término que se ha enquistado en el bautismo vacuo de nuestro gobierno.

3.       Soy totalmente SOCIALISTA, porque creo que las sociedades de mercadocentristas no son el futuro; y porque como buen seguidor de la filosofía materialista no creo en deidades; y mucho menos considero a los dirigentes dioses incapaces de errar y únicos dueños de la verdad.

Dicho esto me dispongo a hacer un análisis desde mi perspectiva, acerca del texto homónimo de Iroel Sánchez. Y lo haré transitando los fragmentos que más me han tocado.

 

“¿Es casual que sitios como el Parque Lenin o el Coppelia, símbolos de la democratización de la recreación y el acceso de las mayorías al refinamiento, abierto por el proyecto colectivo de la Revolución, languidezcan entre el mal servicio y el deterioro estructural,….?

 

Querido Iroel, que el Parque Lenin o Coppelia languidezcan, es responsabilidad del gobierno de La Habana, no hay que hacer uso de preguntas retóricas que desvíen responsabilidades hacia espacios indefinidos. El servicio es cierto que puede mejorar, pues sí depende solo de las buenas prácticas de los trabajadores, pero hay un tema que es tabú en los medios cubanos y que es la causa de todos esos problemas: la corrupción; y ahora me daré a la tarea de explicarle cómo; ya que nadie lo hace.

Si al 80% de los trabajadores estatales no les alcanza el salario y como bien se dice, en Cuba nadie se muere de hambre, entonces la ecuación es simple: el 80% de los trabajadores desvía recursos de alguna parte para sobrevivir. Esto crea una situación que IMPOSIBILITA TOTALMENTE, el desarrollo de cualquier país. Por una parte la actividad principal del trabajador, sea cual sea, pasa a segundo plano, y comienza “la lucha”, “la búsqueda”, que en realidad se llama robo, que dará la sobrevivencia del trabajador. De eso no se puede culpar a la pérdida de valores, al retroceso moral, o a la influencia de los medios imperialistas; el único responsable de esto es el gobierno cubano; y en todo caso lo antes mencionado no es causante de la situación, es más bien consecuencia de esta.

Vuelvo a reafirmarme como materialista: el hombre piensa como vive. Con la llegada al poder de la Revolución ganamos por primera vez en nuestra Historia, la independencia nacional. Pero perdimos algo que al menos una parte de la población se había ganado con sus esfuerzos propios antes del año 1959: la independencia personal. Con la llegada del gobierno revolucionario, se creó un estado superpaternalista que congeló los salarios y subsidió absolutamente todos los productos y servicios, creando un pueblo atado a él; y un espejismo igualitarista que se pensó sería la solución a los problemas sociales. Solo que se equivocaron y aún nadie se atreve a aceptarlo. Una disminución de los subsidios es bueno para el estado y un aumento de los salarios es bueno para el pueblo. No habrá desarrollo posible con el 80% del pueblo robándole al estado. El salario tiene que ser LA ÚNICA FUENTE DE INGRESO DEL TRABAJADOR para que los espacios creados por el estado dejen de languidecer.

 

¿…mientras se asienta la idea de que lo bueno y lo bello son patrimonio exclusivo del pasado prerrevolucionario?

 

..la respuesta a esto todos los sabemos pero igual lo digo: sí compañero, la inmensa mayoría de lo bueno (materialmente) y sobre todo lo bello son patrimonio exclusivo del pasado prerrevolucionario. Es cierto que la revolución en su esfuerzo por resolver problemas apremiantes ha construido y creado mucho, muchísimo en verdad, pero la belleza no ha sido la prioridad en nuestro período. Otra vez la pregunta retórica se vuelve contra quien la escribe.

 

¿Por qué cada vez más al Estadio Latinoamericano se le llama en nuestros medios el ‘Estadium del Cerro’?

 

Querido Iroel, en su texto hace mención justificadísima y acertada del líder sindicalista Jesús Menéndez, como parte de la Historia que no se puede olvidar. Pero nuestra Historia amada es amplísima y llena de lugares poco transitados; y si debemos guardar el lugar que merece a Jesús Menéndez, tampoco podemos olvidar u obviar, otras personalidades del ideario cubano de otros círculos como Kid Chocolate o Changa Mederos. Sí, espacios nuestros llevan el nombre de estos héroes populares y más que un acierto es un hecho de justicia porque la Historia no se borra, como no pueden borrarse los nombres de Estadio del Cerro, Carlos III, Reina, Belascoaín, Prado o La Polar; como ya lo ha intentado esfuerzos neobautismales destinados al fracaso. Porque la Historia no se borra, mucho menos la escrita en la tradición y cultura de un pueblo entero.

 

 (…)¿O como en Santiago, los barrios hechos por la Revolución y hoy más o menos barbarizados (Camilo Cienfuegos, San Agustín, Alamar, Mulgoba, Reparto Eléctrico…) podrán renovar su (falta de) urbanismo y elevar la calidad de vida de cientos de miles de trabajadores habaneros que nunca han podido sentarse en una paladar?

 

 

Usar el término “barbarizados”, querido Iroel, además de nocivo, es injusto pues como dije antes, las condiciones de estos lugares no las han creado las personas que viven en ellos; sino que las sufren ya sea de manera consciente o no. Y si quieren que las personas se puedan sentar en paladares “tranquilamente”, el salario debería posibilitárselo (Recuerde la fórmula más salario-menos subsidio). No ningún otro “invento”; porque muchos trabajadores SÍ se sientan en las paladares. (El tema de los precios lo abordaré más adelante).

 

 

(…) los escombros generados por las inversiones en reparar opulentas mansiones que han adquirido casatenientes y nuevos ricos en los más céntricos municipios de La Habana continuarán llegando impunemente a las esquinas para que el sector estatal —es decir los trabajadores peor remunerados— pague su recogida gratuita sin tomar en cuenta que, como ha explicado la académica británica Emily Morris:

“A medida que el sector no estatal se ha desarrollado, se ha vuelto cada vez más claro que las empresas privadas relativamente ineficientes han sido capaces de prosperar dentro de la economía nacional ya que sus costos en pesos cubanos, incluyendo la mano de obra, están infravalorados en la tasa CADECA/CUC que utilizan para sus transacciones. En efecto, el Estado cubano está subsidiando el nuevo sector no estatal a través de la tasa infravalorada de CADECA. Mientras tanto, las empresas estatales tienen que utilizar el tipo de cambio oficial sobrevaluado, una grave desventaja en términos de su competitividad. Una forma de ‘ilusión monetaria’ que significa que las empresas estatales eficientes reportan pérdidas por lo que no pueden obtener capital para la inversión, mientras que los empresarios privados que operan a niveles muy bajos de productividad disfrutan de fuertes subsidios estatales ocultos pero se quejan de impuestos excesivamente altos”.

 

Este fragmento es una joyita de la manipulación ideológica a la que se ve sometida el pueblo por una parte del estado. Vivimos en un estado donde se pondera la unidad del pueblo como base de nuestra resistencia, pero una y otra vez se usan términos prerrevolucionarios (me encanta este término tan bien traído por nuestro querido Iroel), para dividir al pueblo en dos bandos: los “trabajadores peor remunerados”, refiriéndose el sector estatal que es la inmensa mayoría, y “casatenientes y nuevos ricos”; haciendo de unos los enemigos de los otros. Haciendo ver la prosperidad económica como seña de precariedad moral. En el período prerrevolucionario, querido Iroel, había riqueza mal habida, y riqueza bien habida (que era la inmensa mayoría); como ahora hay trabajadores no estatales que violan las leyes y otros que no (Que repito son la mayoría). Los escombros generados por las reparaciones de inmuebles deberían recogerlo los trabajadores a los que se les (mal) paga para ello; sin embargo, si usted quiere adelantar a sus trabajos, no sé si habrá reparado alguna vez un inmueble, yo sí, TIENE QUE PAGAR, a los trabajadores que ya cobran por eso pero que tiene que “inventar” para llegar a fin de mes. Es obligación de estado recoger los desechos; que se deba pagar algo por volúmenes excesivos, lo considero correcto, solo que la organización e implementación de esto es también responsabilidad de la empresa a la que le corresponde, que en este caso es estatal.

¿Cómo, querido Iroel, va a tomar palabras de una persona ajena a nuestro contexto para afirmar que el estado cubano está subsidiando al nuevo sector no estatal? En primer lugar, yo sería incapaz de opinar de alguna situación de algún país que no sea el mío. Es simple, no es lo mismo, por ejemplo, París para un turista que para un parisino; y eso se aplica a todo el mundo.

Emily Morris debe haber hecho una investigación profunda para aseverar tales cosas, pero basada en informes económicos fríos y ajenos muchas veces a las realidades que nos rodean. Para levantar un negocio de calidad, se necesitan materiales de calidad, de construcción y otros. Esos materiales no son subsidiados por el estado, y el sector no estatal necesita de los recibos de compra para los temas tributarios. NO SE SUBSIDIAN las bolsas de cemento de calidad, ni las losas calidad internacional, ni los grifos, ni las cocinas. Y luego de terminado el proceso constructivo NO SE SUBSIDIA ningún producto, ni siquiera el tan llevado y traído mercado mayorista existe. Esto por cierto ayudaría a bajar los costos de los productos finales de estos establecimientos. Luego, los salarios a los trabajadores de este sector muchas veces es 3 o 4 veces mayor que los estatales. La electricidad que se consume, si está subsidiada desconozco, pero instalar un aire acondicionado en un cuarto lleva las cuentas eléctricas hasta más allá del doble de un salario mínimo, así que muy subsidiada no está. Si algo subsidiado llega al sector no estatal es el agua. Pero el uso de esta, así como la electricidad y el gas, también debe regularlo la empresa encargada, en ese caso, también estatal. Hay quien exige sacrificios y tienes piscinas dos y tres veces mayores que las de Viñales y las tiene para uso propio. Al menos el agua de las piscinas de Viñales aportan al Estado; y tampoco es responsabilidad del sector no estatal que el 50% del agua que se bombea nunca llegue a su destino final. El agua de las piscinas de Viñales, no es agua perdida es agua invertida, y en todo caso estoy seguro que no llega ni al 1% de lo que se pierde. 

 

Luego dice que se “quejan de impuestos excesivamente altos”. Querido Iroel, los impuestos no son excesivamente altos: son vergonzosa e inconcebiblemente altos. Se podrían bautizar de robo, a ver si me hago entender.

Por ejemplo, usando la procedencia de nuestra amiga Emily Morris, en Europa, (y estamos hablando de un área muy desarrollada, en países en vías de desarrollo son mucho menores para fomentar el crecimiento), la tasa promedio más alta para impuestos sobre ingresos personales, es del 46%, para los ingresos por encima de los 60000 euros. (Tomado del periódico español ABC, del día 12 de marzo de 2017) la tasa más alta para tributos por ingresos personales en Cuba es del 50%, 4 puntos porcentuales por encima de Europa, para los ingresos superiores a 2000cuc, 30 veces menos.

Ahora pongamos estos números en imágenes. Los cubanos que ganan más de 2000cuc al año, trabajan, obligatoriamente, 6 meses del año GRATIS para el estado cubano; trabajando sin ganar un solo peso, ok? Otra imagen puede ser esta, los negocios que ingresen más de 6cuc al día, deben pagar al estado 3 de ellos; sin subsidios y sin mercado mayorista que facilite la gestión. Sin olvidar que estos establecimientos brindan un servicio extra hotelero de calidad que el estado no está en condiciones de asumir. Si estos impuestos no son altos, entonces yo no sé hablar español. Soy defensor de los tributos y la redistribución de las riquezas por parte del Estado; pero esos deben estar en función del desarrollo del pueblo, y no en función de que este no se desarrolle.

 

(…) desarrollo y prosperidad serán patrimonio de unos pocos en detrimento de los más.

 

Querido Iroel, Cuba es una, y su pueblo y su Historia. El desarrollo de unos NO ES en detrimento de otros. No pretenda separar al pueblo y poner a unos en contra de otros. El sector no estatal es minoría; pero merece respeto y promoción; recuerde que las grandes injusticias de la Historia Universal se perpetraron contra minorías. El sector estatal, el honesto y el sacrificado, el que trabaja, (que es la mayoría), no le roba ni al estado ni a sus vecinos para elevarse; y sirve a su pueblo con hidalguía y respeto. Trabaja, en condiciones paupérrimas, para crecer sí, porque la riqueza ganada con sudor nunca ha sido ni será, vergonzosa o amoral. Y de paso regala juguetes a niños enfermos, y de paso, marcha en la plaza el Primero de Mayo.

marian
 10/4/17 14:17

La Habana, Ciudad Maravilla por Excelencia. Aclaro soy 100% cubana, habanera, pero alguien quiere explicarme que significa la palabra Maravilla? a ver si entiendo por qué la Habana está declarada como  una Maravilla.

osvaldo
 13/4/17 14:21

Recuerden que el papel aguanta lo que le pongan. Ciudad Maravilla. De que ?

Me imagino que de la suciedad, de los tanques llenos de basura, de los borrachos tomando en plena calle, de la guaperia sin limite,de las paradas de los omnibus abarrotadas,de los edificios sucios,sin pintar y cayendose. Entonces esa debe ser la Ciudad maravilla

58
abelardomena
 3/4/17 14:22

Ofuscación con la empresa privada cubana: ¿parasitaria y apocalíptica?

Por Cuba Posible
https://cubaposible.com/ofuscacion-sector-privado-cubano/

Daniel
 23/3/17 7:39

Interesante comentario, pero tiene mucha tela que cortar, y aqui los responsables de las indisciplinas sociales son las propias instituciones responsables de velar por el cumplimiento de la ley, revendedores en todos los lugares y solo lo ve la población, desechos de basuras de los agros particulares y las cafeterias y restuarantes particulares solo lo ve la población y los inspectores que.

Porque no ponen precios mas altos aquellos que tienen cafeterias, restuarantes, alojamiento en sus propias viviendas por el uso del agua y de la electricidad, quien es el responsable de tal medida, la población.

Y asi si se pone a anlizar, las isntituciones responsables se duermen en estos aspectos y sin embargo llevan a la tabla a las empresas estatales y unidades presupuestadas, con recortes de electricidad y todo lo demas.

Los boteros que hagan declaración de ingresos y justifiquen el gasto de combustible y reparación con los tickes de los cupet y facturas de la reparación, que esa factura se cruce con aquel que tiene que hacer delcaracion de ingresos por su actividad de chapisteria o reparación.

Eso se hace en el mundo, porque aqui no,estamos en los tiempos de la digitalización y no debe ser dificil este cruce de información y evitar las facturas falsas.

a las empresas estatales exigir el cumplimiento de sus planes y no en valores solamente en fisico, y ahi analizaremos su eficiencia.

Lllevamos hablando de la unficación monetaria y no llega, si de un golpe no puede hacerce hagamolas apulatinamente, bajemos el cambio en cadeca y a las empresas subamos el cambio en vez de 1 x 1, que sea 1 x 2, y asi mientras bajo en cadeca subo en las empresas estatales hasta llegar al cambio que se decida.

Y sobre los precios eso de oferta y demanda puede regularse con precios topes y el que se vaya por arriba, multas y se puede llegar a la confiscacion de los medios y sin temblar la mano si hay que confiscar la vivienda se hace, no votarlos para la calle pero si tendran que volver a pagar la misma y no podran ejercer el negocio por el cual se viola lo dispuesto, eso se hace en el mundo porque nosotros no.

 

Zeus
 23/3/17 1:21

Yo pienso que no deben culpar en muchos aspectos a los cuentapropistas, porque ellos compran sus productos en tiendas recuperadoras de divisas,para posteriormente elaborar y vender con muy buena calidad, elevando el arte culinario cubano.Deberian hacer tiendas donde puedan adquirir al el producto al en un precio diferenciado,tambien deberian surtir mas la tiedas para que no ocurra acaparamiento, tambien quisiera responder algo sobre los contenedores de basuras que son arrendados a particulares,donde comunales es la encargada de dicho tema, que por cierto no es nada barato,tambien el gas liberado que gastan las paladares el precio por unidad(Botellon) es de 110 cup,y la electricidad de muchos negocios no bajan de 8 000 cup, pienso que este tema se deberia estudiar un poquito mas para no herir a muchos trabajador por cuenta propia que trabajan duro para lograr mantener donde nada es fácil.

david
 27/3/17 13:35

Zeus nombre de un Dios, parece que estas en el cielo realmente piensas que todos los productos que se ofertan en las paladares se compran en las tiendas. sabes el costo de 1 kg de langosta en las tiendas recaudadoras de divisas.

62
ROSQUETE
 22/3/17 17:22

MUY BUEN ARTÍCULO IROEL, FELICIDADES

senelio ceballos
 6/4/17 0:45

Saludos ROSQUETE desde Rusia!!!...Yo no le veo nada NUEVO / EXCLUSIVO..para felicitarlo!!!..Buen articulo del Ing.Iroel SANCHEZ.  y BASTA!!!  ..De El  salen algunos mas en cubadebate.cu y otros medios....MEJORES QUE ESTE DE HOY...Porque?  digo eso....Aqui el autor mezcla / hace un arroz con mango de problemas y no va al grano....En otras palabras...JUGANDO CON LA CADENITA.....Yo creo que hay que ser mas concreto y  ir al centro de cada problemma....MEDULA...NUCLEO ..Despues, recetar / aconseajr / dar resoluciones / pedir medidas etc...MUY FILOSOFICO y poco concreto le saluo  este...compay!!  El guajiro ing.ruso-cubano

61
Joel
 21/3/17 16:42

Así, con esos privilegios y algunas virtudes y mañas, estaremos propiciando el "desarrollo y prosperidad" de los " unos pocos en detrimento de los más"; sin dudas.

Angel
 21/3/17 16:02

Interesante y válida  reflexión, los vecinos de 49 y 34 en Kohly tenemos en el área al paladar "Casa Blanca" todos cuyos desechos sin siquiera envolverlos, son impunemente echados en nuestros dos modestos contenedores de basura, con el consiguiente mal olor que debemos soportar los que vivimos más cerca, descontando la tristeza de ver cientos de latas y botellas que podrían recuperarse y que también van a parar a la basura, aunque en este último punto creo que la culpa no es de ellos sino de nuestra poca capacidad de organizar la recogida difenciada de basura.

 

Enrique R: Martínez Díaz
 21/3/17 14:51

Saludos.  Aun cuando conocemos que hay limitaciones económicas, es necesario buscar fórmulas (¿Por qué no revivir las jornadas de trabajos voluntarios?) para mejorar muchas cosas en la Habana; muchas aceras están en malas condiciones; muchas calles con baches; y mil cosas mas. Por ejemplo, ¿ alguien puede hacer un reportaje sobre el basurero que existe frente a la Escuela Angel Pío Alvarez en Guanabacoa?

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