viernes, 19 de abril de 2024

56 SN: La mirada ya está en los play off

A falta de tres subseries, Matanzas, Ciego de Ávila, Granma y Villa Clara discutirán las medallas de una temporada beisbolera necesitada de activar emociones en el tramo conclusivo...

Joel García León en Exclusivo 21/12/2016
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Granma en la 56 Serie Nacional
De poder contar con Alfredo Despaigne para la semifinal otro gallo pudiera cantar en Bayamo en pos de luchar su primera corona en nuestras Series Nacionales./ Luis Carlos Palacios Leyva

La segunda etapa de la 56 Serie Nacional de Béisbol no ha cumplido el papel de rivalidad, emociones y calidad que se esperaba. El formato de seis equipos, lejos de concentrar una pelea hasta el final por los cuatro boletos semifinalistas, ha dejado con 15 días de antelación la clasificación de Matanzas y Ciego de Ávila, mientras Granma y Villa Clara lo tienen igual de seguro, aunque las matemáticas dicten esperar unas horas.

De ahí que la mayoría de los mentores, jugadores y aficionados parecen reservar su atención para el mes de enero, cuando se inicien los play off, tras haber escogido tres refuerzos más cada conjunto el 29 de diciembre. Otra vez el campeonato se ha resentido por la falta de jugadores-imán y de una afición que replete las gradas para aplaudir a quienes han tenido que vencer dobles programas (algo que no ocurría hace muchos años), y enfrentar un arbitraje que mejora por momentos, pero sigue dejando insatisfacción y expulsiones.

Analicemos entonces los aportes, descalabros y el rendimiento integral de las seis formaciones involucradas en 45 juegos que, por vez primera desde que se implantó el sistema de dos fases, no dejarán cambios en la tabla de posiciones respecto a cómo clasificaron los equipos en la primera etapa.

Matanzas: Aunque era previsible un rendimiento inferior al fantástico 42-3 de la primera parte del campeonato, la tropa de Víctor Mesa sigue siendo una de las más completas para discutir la corona por tercera ocasión en los últimos seis años, en los cuales siempre ha estado en el podio, incluso ahora, pase lo que pase en semifinales, tienen asegurado el bronce.

Con una ofensiva cargada de todos los ingredientes (323 de average, 28 jonrones, 70 dobles y 32 bases robadas, por solo citar algunos números), los yumurinos han tenido en Holguín su hueso más atravesado, con seis derrotas en nueve desafíos. Un refuerzo de mil quilates como William Saavedra (395 de average y siete cuadrangulares) y su ubicación en la alineación junto a Jefferson Delgado y Yordanis Samón hacen temibles a los “cocodrilos” para los play off, donde los nervios se tensan y las mordidas nunca han podido ser doradas.

Ciego de Ávila: Como al campeón siempre se respeta, y más si estamos hablando de un elenco que busca su tercera corona en línea y su cuarta en seis temporadas, los avileños han perdido menos que nadie en esta ronda (11) y se sacudieron sin grandes sustos de una pérdida durísima como fue su tercer bate Luis Robert Moirán (abandonó el país).

Su mentor Roger Machado sabe mover más de una pieza para ganar campeonatos y los tres refuerzos que vestirán de tigres para la final (quizás un bateador y dos pítcheres) lo acercan a la invencibilidad que Granma o Villa Clara intentarán agujerear. Con tres abridores como Vladimir García, Dachel Duquesne y Vladimir Baños y un cuerpo de relevistas bajo las rótulas de José Ángel García, Raidel Martínez y Liomil González, cualquier pronóstico serio lo debe ubicar de nuevo como candidatos seguros a la discusión del cetro.

Granma: Con la meta de superar el bronce del lejano 1989 anda el director Carlos Martí y su escuadra, que además de ser la segunda más bateadora de la segunda fase es la de mejor defensa (quizás sea el punto de más avance de un año a otro) y su pitcheo mejora por desafíos desde la entrada de un receptor guía como el industrialista Frank Camilo Morejón.

De poder contar con Alfredo Despaigne para la semifinal (apenas apareció en cuatro juegos con par de jonrones y 9 impulsadas) otro gallo pudiera cantar en Bayamo en pos de luchar su primera corona en nuestras Series Nacionales. El cruce no deseado sería con Ciego de Ávila, al cual solo le han podido ganar dos veces en nueve enfrentamientos esta temporada.

Villa Clara: Motivados por el retiro de una de sus figuras emblemáticas en los últimos 15 años, Ariel Borrero, los naranjas tienen esa maravillosa providencia de triunfar sin una ofensiva arrolladora, grandes jonroneros o jugadas espectaculares. Tener lanzadores efectivos hasta el out 27 y contar con una correcta mecánica defensiva son atributos para producir las carreras necesarias para sonreír.

Su timonel Vladimir Hernández podrá corregir algunas lagunas si es capaz de pedir un trío de refuerzos en los que al menos dos sean bateadores. De los cuatro semifinalistas es quizás el más indefenso para avanzar, pero sabe lo que es jugar partidos cerrados y eso siempre es un arma poderosa.

Holguín y Camagüey: Quinto y sexto puesto, respectivamente, en una Serie Nacional pudieran ser resultados discretos para algunos equipos, pero para ellos significa adelantos respecto a lo hecho en las últimas campañas. Era muy difícil burlar el cuarto escaño para formaciones que ponen el alma en el terreno, pero tienen lagunas técnico-tácticas.

A los holguineros les cuesta un mundo fabricar carreras para respaldar a su joven staff de pitcheo; mientras los agramontinos son más sueltos con el madero, pero requieren más brazos fuertes desde el box. Los aplausos merecidos por quedar delante de equipos históricos son suficientes. Cualquier otro sueño queda pospuesto.


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Joel García León


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