viernes, 26 de abril de 2024

Sismo en la Izquierda

La renuncia del gabinete francés en pleno demuestra la crisis por la que va andando Francia...

Marta María González Sojo en Exclusivo 29/08/2014
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La renuncia del gabinete francés en pleno, aunque demuestra la crisis por la que va andando el país, no implica que Manuel Valls  no siga siendo el primer ministro de Francia. Ya el presidente francés, François Hollande, lo ratificó nuevamente en el cargo y le pidió formara nuevo gabinete. Todo este reacomodo, tiene más que ver con quitarse de arriba al ministro de Economía, Arnaud Montebourg, y al de Educación, Benoit Hamon, entre otros, quienes dentro del propio partido socialista disienten públicamente sobre las reformas económicas del Presidente y de su premier, a la vez que solicitan cambios en las medidas de austeridad que aplican para hacer frente a la crisis.

Francois Hollande no se encuentra en su mejor momento, tampoco a Valls le ha ido de plácemes durante estos cinco meses en el cargo. Según la última encuesta, el 80% de los franceses no confía en que sus reacomodos económicos puedan sacar al país del estancamiento. Ambos llevan semanas reiterando que no van a cambiar el rumbo de su política financiera pues haría "incoherente la gestión del Gobierno".

Según los reportes de la prensa francesa describen al extitular de economía como “enemigo declarado de la globalización”. Y ha tenido agrios desencuentros con empresas multimillonarias como con el presidente de Peugeot a quien le reprochó que siguiera ingresando beneficios millonarios cuando acababa de anunciar un plan de recorte de miles de empleos. Al igual, reprochó al máximo dirigente de Arcelor-Mittal que la empresa se fuera de Francia.

Otras informaciones de la prensa gala señalaban que “Valls amenazó al presidente con dimitir si no se excluía a Montebourg del Ejecutivo”.

Hollande, a pesar de los últimos resultados dados a conocer sobre la cojera de la economía, no quiere que lo critiquen por el rumbo que han tomado en estas cuestiones, pues considera que la reducción del déficit es indispensable, mientras que otros de sus correligionarios responden que la austeridad solo conducirá a más paro y llevará al país a la recesión. La situación francesa en la actualidad marca que no hubo crecimiento en los primeros seis meses del año y el paro alcanza ya el 10,4%.

Hace rato que muchos diputados socialistas tienen discrepancias con la línea trazada, tanto en política como en las finanzas por el  dúo Hollande-Valls. Es conocido que bloquearon ciertas legislaciones en la Asamblea Nacional “y preparan su artillería para el nuevo calendario legislativo que se abre.” A su descontento se suma el de los ecologistas, comunistas y radicales de izquierda de quienes depende el equilibrio con la mayoría de izquierda en la Cámara de diputados. Afirman analistas que si los socialistas en el poder terminan de perder el apoyo de las otras fuerzas políticas de izquierda y si ya no son la mayoría en la Asamblea, la disolución de la asamblea se impone. Esto implica ir a elecciones legislativas en las que la derecha y la ultraderecha tienen todas las posibilidades de ganar.

En breve se conocerá el nuevo gabinete de Manuel Valls, pero sea cual fuese, se vislumbra mucha incertidumbre en el panorama francés.


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Marta María González Sojo


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