sábado, 20 de abril de 2024

MNOAL: más que necesario

La reunión de ministerial realizada en Venezuela confirma este aserto...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 21/07/2019
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VENEZUELA CUMBRE MNOAL
Venezuela sede de la XVII Cumbre MNOAL

Reunidos en Caracas el último fin de semana, titulares de exteriores y funcionarios de unos 120 países corroboraron que el Movimiento de Países No Alineados, MNOAL, creado a inicios de la década de los sesenta del pasado siglo, tiene una plena vigencia en esta hora clave como parte de aquellas fuerzas que a escala global defienden la multilateralidad y la soberanía e integridad de todas las naciones.

Esta conferencia es previa a la Dieciocho Cumbre de los MNOAL a realizarse en Bakú, la capital de  Azerbaiyán, en octubre de este año.

Vale recordar que el No Alineamiento cobró cuerpo institucional en instantes muy crudos de la Guerra Fría, en la segunda mitad del pasado siglo, y mostró el interés de muchas naciones de desligarse de los dos grandes bloques militares de la época: la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, encabezada por los Estados Unidos; y el Pacto de Varsovia, con la Unión Soviética al frente, establecido precisamente para coordinar la defensa del extinto Campo Socialista frente a las amenazas y la hostilidad Occidentales.

No obstante, el Movimiento No Alineado nunca pecó de ceguera, dogmatismo y carencia de objetividad, y aún en su intento de no sumarse a ninguna de las estructuras militares ya citadas, no dejó de reconocer el valor de la solidaridad  y el constructivo apoyo del socialismo a las causas de liberación del Tercer Mundo y al desarrollo independiente de sus respectivos pueblos. MNOAL, además, ha sido sustento de la titulada Cooperación Sur-Sur, que nos llama a compartir y hacer uso eficiente de todas nuestras capacidades económicas y científico-técnicas  para bien colectivo.

Pero tal vez su tarea más  trascendente se enmarca en el quehacer político global, donde constituye una importante fuerza capaz de hacer oír y considerar sus verdades en los más trascendentes foros mundiales, y de prestar un notable respaldo diplomático y moral a las causas más justas, como verdadero representante de la tan llevada y traída “comunidad internacional.  Y es que, en números redondos, resulta de los pocos foros que reúne a la mayor cantidad de naciones del planeta.

Convocados entonces casi a fines de este julio a la reunión de Caracas, los ministros de relaciones exteriores de MNOAL han confirmado su apego al total respeto de la autodeterminación de los pueblos y al derecho inalienable de las naciones de defender su integridad y su opción económica, política y social.

Posiciones muy valiosas en instantes en que Venezuela, actual Presidente de los MNOAL, enfrenta el brutal cerco multifacético de Washington y de  sus aliados más incondicionales dentro y fuera de América Latina y el Caribe; en que Cuba debe emprenderla contra la renovada hostilidad de la Casa Blanca, y en que otros gobiernos progresistas de nuestra región también son víctimas de los pujos hegemonistas gringos.

Momentos globales en los cuales, además, el gobierno de Donald Trump aprieta el dogal racista y xenófobo contra los inmigrantes, atiza la violencia contra Irán, deshace los tratados internacionales para intentar imponer sus criterios, prosigue en su compadrazgo con los terroristas contra Siria, coloca al mundo al borde de una nueva carrera armamentista, pretende desgajar los territorios palestinos a favor de Israel, traslada su embajada a Jerusalén, propone dar larga vida al sionismo de Tel Aviv mediante un indecente soborno a los patriotas de Palestina empeñados en recuperar su patria, y se desentiende de tragedias como el cambio climático y  la desbocada destrucción del medio ambiente con todas sus nefastas consecuencias para nuestro hábitat.

De todo ello se habló en la reunión de Caracas, donde una vez más los No Alineados manifestaron su compromiso con la unidad interna del Movimiento, su vigencia en el mundo de hoy, su apego irrestricto a la multilateralidad global, el rechazo a la injerencia en los asuntos internos de cada país, la condena a las medidas coercitivas y la agresividad que privilegian los sectores ultraconservadores por encima del diálogo constructivo, y el apoyo a la concertación como arma de defensa colectiva ante los retos actuales.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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