miércoles, 24 de abril de 2024

Lula: candidato oficial del PT a la presidencia de Brasil

Aunque purga una larga condena, sigue siendo favorito en las encuestas...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 07/08/2018
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Lula Candidato a presidente
La convención del PT oficializó la candidatura de Lula, aunque su participación en las elecciones aún sea incierta.

En un escenario político sin precedentes, el Partido de los Trabajadores (PT) lanzó como su candidato oficial a la presidencia de Brasil al exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva, quien purga una condena de 12 años y un mes en la cárcel de Curitiba, pero sigue como favorito para ganar la liza del 7 de octubre.

Lula da Silva, de 72 años, fundador del PT y jefe de gobierno nacional durante dos mandatos consecutivos (2003-2011) fue condenado sin pruebas en un juicio amañado para evitar su postulación a los comicios, en los que, en condiciones normales, podría derrocar con ventaja a los aspirantes de todas las tendencias.

La presentación como aspirante al cargo ahora ocupado de facto por Michel Temer —quien asumió tras darle un golpe de Estado a la petista Dilma Rousseff en 2016— fue realizada durante la Convención Nacional de la organización de izquierda el pasado sábado en Sao Paulo, donde el ahora encarcelado por supuesta corrupción, sin pruebas, libró sus batallas como obrero metalúrgico.

La acción emprendida por el PT no será válida hasta el próximo día 15, cuando se inscribirán oficialmente las candidaturas en el Tribunal Superior Electoral (TSE), lo que podría no suceder en este caso específico.

En un llamado al pueblo, la organización política exhortó a movilizarse ese día para apoyar la postulación de quien prometió, en cuatro caravanas realizadas por distintas regiones antes del dictado de sentencia, un país mejor que el actual, gobernado por los grandes grupos capitalistas nacionales y foráneos.

La lucha por la aceptación de Lula entre los candidatos al Palacio del Planalto será difícil, pues la ley brasileña impide que un condenado en Segunda Instancia aspire a un cargo público.

El exmandatario, que promulgó leyes y puso en práctica programas para elevar la calidad de vida de la población, —sus gobiernos sacaron de la miseria a 28 millones de personas— fue condenado en primera instancia por el juez Sergio Moro, principal investigador del escándalo de corrupción denominado Lava Jato (limpia carros) llamado así porque fue en un espacio de limpieza de vehículos que se obtuvieron las primeras pruebas.

En el Lava Jato, siempre según datos presentados por Moro, Lula aparecía involucrado en un soborno de la empresa constructora Odebrecht, pero no hay documento que confirme la acusación de este juez con jurisprudencia en Curitiba, en el Estado de Paraná.

Cuando se analizó el caso en Segunda Instancia, la cual es definitiva, y aun cuando quedaban recursos por ser examinados, la Magistratura elevó la pena a 12 años y un mes de prisión, que cumple desde el pasado 7 de abril, cuando se entregó a la policía de manera voluntaria.

La decisión del PT de candidatear a Lula surgió mucho antes de que fuera indicado en la justicia. La dirección petista considera que solo un político de gran arraigo popular puede enfrentarse a la élite oligárquica promotora del golpe de Estado contra Rousseff y responsable de la persecución judicial al ex jefe de gobierno.

Es probable que a Lula lo dejen libre, dada la carencia de sustentación de la condena, pero siempre sería después que se realicen los comicios y gane un aspirante de derecha en línea con la actual política de alianza con Estados Unidos.

El presidente del TSE de Brasil, magistrado Luiz Fux, afirmó que la inelegibilidad del encarcelado “es evidente”, según la agencia de noticias Infobae.

Aunque Fux rechazó un recurso para declararlo inhabilitado electoralmente de manera anticipada, refirió que la Justicia no se puede pronunciar sobre el asunto hasta que la candidatura no sea inscripta de manera formal en agosto.

En el fallo dejó claro que considera evidente la inelegibilidad del exmandatario, ya que además de la condena en curso, enfrenta otros cinco procesos, “lo que lo hace virtualmente inhabilitado”.

Aunque la dirección petista anunció que presentará nuevos recursos ante todos los tribunales posibles para que Lula participe en los comicios, solo después del próximo día 15, cuando sea inscripto oficialmente, es que podrá ser vetado por el TSE.

También proclamaron sus aspirantes presidenciales los partidos de la Social Democracia Brasileña (PSDB) con el ex gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, identificado como el indicado para dar continuidad a la política derechista y neoliberal de Temer.

De acuerdo con Mauro Lopes, columnista del diario digital Brasil 247, su acompañante en la vicepresidencia, la senadora Ana Amélia, del Partido Progresista, define un giro histórico del PSDB hacia la extrema derecha.

En esa propia jornada, el partido Podemos confirmó como su contendiente al senador Alvaro Dias y el Partido Novo (PN) al banquero y fundador de esa agrupación política, Joao Amoedo.
Mientras, la Red proclamó como su representante al Palacio de Planalto a Marina Silva, quien repite por la Presidencia.

Oficializaron también el Partido Democrático Laborista (PDT), con Ciro Gomes; el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Guilherme Boulos, y el Social Liberal (PSL) al representante de la extrema derecha Jair Bolsonaro, un militar retirado que proclama el retorno de la dictadura como forma de gobierno.

Esta semana el Partido Comunista de Brasil (PCdoB) ratificó a Manuela d'Avila y el oficialista Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) al ex ministro de Hacienda Henrique Meirelles.

En ese arco de postulados, Lula da Silva continúa liderando las intenciones de votos con un 33 %, según el Instituto Paraná Pesquisas, en una encuesta realizada entre el 25 y el 30 de julio último.

En segundo lugar se ubica Bolsonaro con el 21,8 %, seguido de Marina Silva con un 9,2 %. En cuarto lugar marcha el ex gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, con 6,2 % y en último escaño el exministro Henrique Meirelles, con 0,8 por ciento.

El plan de gobierno del antiguo jefe de Estado contempla ocho ejes de trabajo que pretenden resolver los problemas dejados por Temer, como la inflación, el desempleo y el aumento de la extrema pobreza.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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