viernes, 17 de mayo de 2024

Emigrantes en Estados Unidos: el lleva y trae

Se prolonga la disputa entre la Casa Blanca y aquellos que vetan sus más recientes decisiones migratorias...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 09/03/2017
1 comentarios
Emigrantes protestan en Estados Unidos
Protestas sociales contra las disposiciones migratorias tomadas por el gobierno de Donald Trump.

Siempre alegando defender “la seguridad de los Estados Unidos”, el presidente Donald Trump acaba de firmar una nueva orden ejecutiva que confirma el cese de la entrada al país de emigrados procedentes de varias naciones musulmas, en sustitución de un documento similar dado a la luz en enero último.

Esa primera disposición, que prohibía el acceso a territorio estadounidense de ciudadanos de Iraq, Irán, Somalia, Yemen, Libia, Siria y Sudán y hacía referencias ominosas con respecto al islamismo y sus creyentes, ha encontrado un serio rechazo nacional y global, e incluso jueces y funcionarios estaduales locales llegaron a presentar querellas legales contra su contenido al que califican de profundamente discriminatorio.

Por demás, carente de algunas especificaciones básicas, el documento de marras motivó más de una interpretación libre de sus acápites, y originó problemas en el tráfico normal de viajeros en varios aeropuertos nacionales y del resto del mundo.

Las duras críticas incluyen además manifestaciones públicas de miles de ciudadanos opuestos a regulaciones que discriminan a partir de las creencias religiosas, y que aseguran que la vigilancia de las fronteras contra posibles actos terroristas no puede soslayar uno de los más elementales derechos humanos.

La polvareda ha sido tal, que el propio Trump debió emitir otra orden este marzo, con la intención de hacer valer al menos aquellas disposiciones que a su juicio no pueden ser obviadas.

En consecuencia, la nueva orden ejecutiva eliminó a los ciudadanos iraquíes de la lista de quienes no tendrán acceso a los Estados Unidos, reafirma la medida excluyente contra los viajeros de Irán, Somalia, Yemen, Libia, Siria y Sudán, y especifica que las personas de origen islámico que tengan visas legalizadas antes del 27 de enero último (fecha en que se tramitó la primera orden ejecutiva sobre migración), podrán tener acceso al país de forma normal.

Conocida la nueva disposición de este marzo, la Secretaría de Estado pidió “comprensión” a la opinión pública interna y externa en lo que se trata, dijo, de un esfuerzo por resguardar a la Unión de posibles actos terroristas. Sin embargo, los primeros criterios en torno a la nueva medida siguen siendo desfavorables a Trump.

Nuevamente representantes de la justica, funcionarios públicos, sectores políticos, medios religiosos  y movimientos sociales, manifestaron que la renovada Orden Ejecutiva apenas resulta un mal retoque, porque en esencia persiste la discriminación hacia los refugiados por su fe religiosa.

En consecuencia, plantean que seguirán las protestas públicas, en tanto varios tribunales estarán abiertos a reclamaciones contra Washington.

Y es que el tema de la emigración resulta un fundamental y polémico componente en la historia norteamericana y por tanto muy sensible para no poca gente.

Lo cierto es que, en esencia la titulada “Norteamerica blanca” está netamente compuesta por emigrados, a los que se unen los millones de descendientes de  los esclavos africanos traídos forzosamente al país, y los millones de ciudadanos de todas las regiones del orbe que han sido incoporados o se sumaron a la conformación de la  sociedad norteamericana que hoy conocemos.

Una mezcla extramadamente diversa y extendida de costa a costa en los territorios que originalmente pertenecieron a las vapuleadas tribus indígenas locales, y que para nada ha estado exenta de violencia, menosprecio, discriminación y humillaciones a cuenta del color de la piel y de criterios religiosos o políticos.

Eso sin contar  las no pocas ocasiones en que el asunto ha sido materia de artera manipulación contra naciones que se consideran adversarios ideológicos de la mayor potencia capitalista y de sus “valores morales, éticos y democráticos.”


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


Trpn
 9/3/17 15:37

Los unicos nativos norteamericanos son los indios , los blancos todos son emigrantes  o desendientes de Europeos asi que la medida de  Trump es inmoral, un pais compuesto por emigrantes y que realizan las labores que no hacen los "blancos" (blancos son los nordicos)  ahora quiere descriminarlos es una injusticia la medida.

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