sábado, 20 de abril de 2024

Cien años del Canal de Panamá: Progreso y dominación

La apertura del Canal de Panamá está ligada en gran medida al devenir de la geopolítica imperial...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 15/08/2014
1 comentarios

El istmo latinoamericano ha sido siempre zona de ambiciones y conflictos.

Llegados a las costas del Pacífico desde la orilla atlántica, los primeros colonizadores europeos ya concibieron la institucionalización de un paso para acortar el traslado de las riquezas extraídas desde el suroeste regional hacia las metrópolis, y facilitar a la vez el traslado de tropas y viajeros de un lado al otro del mapa.

Muchos decenios después, en plena expansión territorial norteamericana hacia el oeste, y luego del hallazgo de oro en California, los grandes intereses imperiales pusieron sus ojos con especial fuerza en la estrecha vía terrestre que reducía tiempo y gastos.

El ferrocarril fue una de las primeras opciones, así como la tronchada pretensión inicial de probar suerte con una vía interoceánica a través de Nicaragua.

En el istmo panameño el intento primero de abrir un canal estuvo a cargo, a fines del siglo diecinueve, de la empresa francesa Nouvelle du Canal de Panamá, que finalmente cedió en sus planes abrumada por impagos y una mermada solvencia.

Por su parte, el gobierno norteamericano, que bajo la  presidencia del conocido expansionista Theodore Roosevelt, buscaba unilateralmente establecer una ruta interoceánica que favoreciera su control militar y económico externo, y en especial regional,  decidió lanzarse de lleno en la empresa, y en 1903 suscribió con Colombia un acuerdo para la construcción canalera que fue rechazado por el congreso de esa nación, de la cual Panamá era entonces una provincia.

Ante la disyuntiva, Washington se decidió por apoyar a los grupos separatistas istmeños de la época, y en un rápido lance bélico Panamá obtuvo su independencia y la Casa Blanca el llamado acuerdo Tratado Hay-Bunau Varilla, que no solo le otorgó el derecho de construir el Canal, sino además el de establecer un virtual protectorado sobre las áreas aledañas, con lo que surgiría la conflictiva  Zona del Canal, erizada de bases militares y pletórica de virtuales nuevos colonos anglosajones, los titulados “zonians”. El Canal sería inaugurado finalmente el 15 de agosto de 1914.

La república nacía, según el desaparecido líder istmeño Omar Torrijos, como el único país del planeta con cinco fronteras: norte, sur, este, oeste…y centro.

En manos de Washington quedaba una ruta privilegiada que abrió enormes perspectivas al comercio mundial, a la vez que un enclave belicista de elevadísimo interés geopolítico y en el cual no solo se fraguaron numerosas intervenciones y agresiones contra en el sur del Hemisferio, sino también se establecieron vergonzosos centros de entrenamiento como la Escuela de las Américas, de la que saldrían no pocos militares golpistas y torturadores de uniforme que escribirían oscuras y criminales páginas de violencia en muchas de nuestras naciones.

Por demás, las bases militares Made in USA de la Zona del Canal serían también el punto de partida de la invasión norteamericana a Panamá el 29 de diciembre de 1989, cuando incluso ya estaban en vigencia los acuerdos Torrijos-Carter de 1977 para la devolución a los panameños de la vía interoceánica.

Acuerdos que- dicho sea- materializaron en aquel crucial instante histórico las aspiraciones independentistas de los más de veinte jóvenes asesinados por las tropas norteamericanas el 9 de enero de 1964, cuando intentaron a pecho descubierto cruzar las alambradas de la Zona del Canal e izar en ese territorio usurpado la bandera del país istmeño.

A cien años de su controvertida historia, y ahora bajo la administración local, el Canal de Panamá se adentra en un complejo proceso de lógica modernización y ampliación donde no han faltado litigios y disentimientos con algunos de los factores comprometidos con la obra, al tiempo que deberá alistarse para asumir en un futuro mediato la posible existencia de otra vía interoceánica similar a través del territorio de Nicaragua, que esta vez sería producto de la cooperación bilateral entre las autoridades de Managua y empresas especializadas chinas.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


Elvira Lima desde FB
 15/8/14 14:39

 Impresionante

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