viernes, 29 de marzo de 2024

¿Qué presenta la Escuela Internacional de Cine y Televisión?

Un cauce común de un séptimo arte no solo continental, sino marcado por su compromiso con los retos del presente, retos sociales, personales y estéticos...

Justo Planas Cabreja en Exclusivo 12/12/2012
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EICTV (edificios)
La obra de jóvenes realizadores de la EICTV está presente en este Festival.

La Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV), de San Antonio de Los Baños, y el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano comparten el cauce común de un séptimo arte no solo continental, sino marcado por su compromiso con los retos del presente, retos sociales, personales y estéticos. Las obras de la EICTV que concursan en esta edición 34 así lo prueban. Destacan los dos capítulos de un proyecto monumental que pretende recoger la forma en que individuos de diferentes partes del mundo se representan temas como Amor, Fe, Miedo y Esperanza. De esta serie, Ser un ser humano, concursan por los premios colaterales, “Sustento” y “Cultura”.

El francés Pablo Belaubre participa en la sección Hecho en Cuba con su cortometraje Cebú, cuya historia se desplaza en el largo diapasón de gustos por la carne. Mientras las imágenes blancas y negras de una carnicería se salpican de un peligroso rojo, el protagonista, un carnicero, va enredándonos en un triángulo amoroso donde se confunden sus deseos sexuales con una notable debilidad por los derivados de la res. La narración se va deshaciendo del realismo inicial, con una secuencia en el mostrador, para explorar otros espacios de la carnicería, donde su dueño lleva excepcionalmente a una compradora. Sin embargo, lo que pudo ser la fantasía un tanto retorcida del protagonista, un hombre convenientemente tímido, con actuaciones contenidas y diálogos de un sutil erotismo, da en el tercer acto un giro realista que va apartándose del absurdo negro para caer en un drama de celos y reclamos.

Escenas previas, de la polaca Aleksandra Maciuszek Mukoid, es un notable documental que reflexiona sobre la muerte mientras ofrece escenas cotidianas de una familia cubana. Compartimos los últimos días de un anciano al que los médicos han diagnosticado una enfermedad respiratoria terminal. Lejos de convertirse en una obra lacrimosa, Escenas previas se concentra en la naturalidad con que este hombre y su hija enfrentan lo inevitable y comparten las responsabilidades y alegrías que les brinda el niño de la casa. Son ineludibles las historias sobre descubrimientos de muerte y velorios de otros familiares, sin embargo, estos recuerdos se exorcizan con hilaridad bien cubana. Los esfuerzos por extender el tiempo de vida que realiza el anciano, sus ejercicios respiratorios de inflar un globo, adquieren aquí un notable valor simbólico que la documentalista sabrá manejar con sensibilidad artística. Otros pasajeros de este último viaje, como un chivo, también contribuyen a componer este retrato psicológico de tenue pulso sobre la muerte.

Del estudiante de la EICTV, Damián Saínz podremos apreciar el documental De agua dulce, ganador de la mención al Mejor Documental en el Festival Internacional de Cortometrajes de Uruguay, y del Premio de Documental en el Festival de Nuevos Realizadores de La Habana. De acuerdo con Cuba Cine, “en la obra se relaciona poéticamente la turbulencia de las aguas contaminadas de un río con el oscuro pasado de un hombre que da testimonio de sus actos”.

Ganador del tercer premio en la sección Cinefondation del Festival de Cannes, el corto de ficción Los Anfitriones, del peruano Miguel Ángel Moulet, describe los últimos días de una anciana desde el punto de vista de su esposo. La cinta representa escenas pintoresquistas del mundo rural cubano, y describe más que narra un día en la vida de estos dos personajes. El naturalismo y contención de la cinta la mantienen a salvo de cualquier efectismo dramático y le permiten asumir una poética contemplativa que reflexiona sobre el estado interior de la pareja, el amor en la tercera edad, la llegada de lo inevitable... Sucede así, al menos, hasta algunos planos antes de que caigan los créditos.

La boliviana Valeria Ariñez concursa con el documental Awariy que recoge la experiencia cotidiana de una niña de su tierra. La cinta es, de hecho, una muestra de lo maravilloso real de algunas existencias en América Latina, pues la protagonista comparte su día en dos espacios en cierta medida no confluyentes: su hogar donde habla un idioma indoamericano y se desenvuelve en un ambiente netamente rural; y la escuela donde el español es la lengua de enseñanza, aprende a tocar instrumentos musicales y recibe materias del conocimiento universal. Podrían hacerse muchas lecturas de esta obra que se concibe como un texto abierto a la curiosidad particular de cada espectador, sin embargo su realizadora busca dar testimonio del impacto que la revolución sociocultural boliviana tiene en el presente y futuro de esta niña.


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Justo Planas Cabreja

Periodista que aborda temas culturales, especificamente cine y literatura. Recibió el II Premio de Ensayo “José Juan Arrom” por el trabajo “El reverso mítico de Elpidio Valdés”.


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