viernes, 26 de abril de 2024

Más de tres horas con Francisco López Sacha (+Fotos)

"Nunca me traiciono como público con estructuras falsas o escribiendo de lo que no conozco”, aseguró el también Maestro de Juventudes...

Yasel Luis Toledo Garnache en Exclusivo 16/07/2019
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Francisco López Sancha-Magda Resik
Francisco López Sacha en Encuentro con, espacio el cual conduce la periodista Magda Resik cada jueves en el Salón de Mayo, del Pabellón Cuba. (Fotos: Eduardo Pérez Ramos)

El narrador, ensayista y profesor Francisco López Sacha, nacido el 22 de febrero de 1950 en la ciudad granmense de Manzanillo, tiene un lugar innegable en la literatura cubana de la Revolución. Hace apenas unos días escritores y artistas jóvenes, miembros de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), compartimos con él en el espacio Encuentro con, el cual conduce la periodista Magda Resik cada jueves durante estos meses de julio y agosto en el Salón de Mayo, del Pabellón Cuba.

Tarde lluviosa, horas para el diálogo íntimo entre amantes de la creación, incluidos amigos del invitado y otras personas que lo conocían solo a través de sus obras. Sacha reveló interioridades de sus procesos escriturales, muy relacionados con la música, especialmente el Rock and roll, y desde hace algún tiempo con ritmos cubanos.

Fanático a Los Beatles desde su juventud, aseguró que si no tiene nada personal que decir, no escribe; y si no hay música, tampoco. “En cada texto debo sentir una sensación como imantada, desde la primera letra hasta el final”, expresó el autor de libros como Pastel flamante (Letras Cubanas, 2006), Variaciones al arte de la fuga (Ediciones Unión, 2011) y Prisionero del Rock and Roll (Ediciones Unión, 2017).

Según agregó, siempre trata de pensar como el lector que es, uno resultado del acercamiento a muchos libros, del estudio, innumerables conversaciones y también del análisis de otros escritores. “Nunca me traiciono como público con estructuras falsas o escribiendo de lo que no conozco”, aseguró quien ha publicado en otras naciones como España, Portugal y Brasil.

Manifestó coincidir con Cintio Vitier en que “los críticos no sirven para nada, a no ser que sepan crear y juzguen desde la creación, con pleno dominio del ejercicio literario o artístico”, un criterio a tener siempre en cuenta por quienes nos atrevemos a opinar sobre determinadas obras desde la voz pública de un medio de comunicación.

En ese sentido el también Maestro de Juventudes, condición otorgada por la AHS, resaltó la alta responsabilidad de la prensa como legitimadora de ciertos autores y propuestas artísticas, lo cual debe realizarse siempre desde el conocimiento y análisis sinceros, jamás desde la simplicidad ni compromisos fuera de lo profesional.

“La crítica cultural siempre ha sido necesaria y lo seguirá siendo, pero muchos piensan que es también contra el autor, en el plano personal, un error que ha causado numerosos dolores en la historia nacional”, dijo quien ha sido testigo de momentos trascendentales de la literatura y la creación en el país.


Francisco López Sacha, narrador, ensayista y profesor. (Fotos: Eduardo Pérez Ramos).

El invitado recordó en voz alta momentos en su Manzanillo, tierra de mar y versos, especialmente la vez que asistió a una lectura de poesía de los sobresalientes Pablo Neruda, Manuel Navarro Luna y Nicolás Guillén en el teatro de su ciudad, el mismo que fue visitado varias veces en el siglo XIX por el Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes.

“Sobre todo la voz de Guillén retumba todavía en mi mente”, añadió quien apenas con 27 años de edad comenzó a impartir clases en el Instituto Superior de Arte, de La Habana, una urbe de la cual se enamoró a primera vista.

Desde el público, algunas personas preguntaron sobre textos específicos, y Sacha les narró las historias reales que dieron origen a varios cuentos, los cuales enriqueció con ficción.

Autor de otros títulos, como Descubrimiento del azul (1987), La división de las aguas (1987) y Análisis de la ternura (1988), mencionó la importancia de no renunciar jamás a la belleza.

Desde la confianza, luego nos habló a los jóvenes sobre momentos peculiares, incluida la etapa conocida como Quinquenio Gris, y diversos congresos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Nos aconsejó nunca dejar de crear y seguir en ese mundo desafiante de literatura y el arte.

Más de tres horas de diálogo y anécdotas, enseñanzas que seguramente nos acompañarán siempre.


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Yasel Luis Toledo Garnache

Periodista


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