viernes, 17 de mayo de 2024

“Hemos sido capaces de formar buenos seres humanos y buenos artistas”

A propósito de la jornada de celebraciones por el aniversario de San Alejandro conversamos con Lesmes Larroza González, escultor, profesor y subdirector de la Academia de Bellas Artes...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 15/01/2016
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Cuando hace cinco años regresó a ejercer la docencia en San Alejandro, la misma escuela donde se formó como escultor, el joven artista de la plástica Lesmes Larroza González (La Habana, 1982) se propuso contribuir a revolucionar algunos de los conceptos y materias que hoy se imparten en esta prestigiosa academia cubana.

Uno de sus grandes desvelos ha sido transmitir a sus discípulos la pasión que siente hacia la escultura ambiental y monumentaria. Por eso, no es de extrañar que durante la pasada Bienal de La Habana inaugurara en San Alejandro el monumento al Héroe Nacional de las Artes Plásticas. El conjunto escultórico está emplazado en el patio interior de la Academia y en su conformación están presentes un busto, un jardín y siete estrellas representativas de los días de la semana.

“Lo que hice fue valerme, como discurso estético, de esas formas gastadas y asimiladas dentro de la monumentaria en Cuba, para erigir este monumento que constituye un homenaje simbólico, porque el verdadero héroe es San Alejandro, que ha sido como la madre fundadora de los artistas visuales en Cuba desde la Colonia hasta la actualidad”, afirma el escultor, pintor y ilustrador.

—¿Cómo ha ido evolucionando San Alejandro con el devenir de los nuevos tiempos?

—Si San Alejandro se ha mantenido por casi 200 años formando artistas es precisamente gracias a los claustros de profesores que ha tenido. Actualmente, el claustro está conformado por un importante grupo de jóvenes artistas egresados de San Alejandro y de la Universidad de las Artes (ISA) y, por otro lado, su nómina está integrada por otros profesores con 30 ó 35 años de experiencia pedagógica.

“Eso es fundamental para poder comprender el surgimiento y desarrollo de nuevas especialidades. A petición del Instituto Cubano del Libro (ICL), y ante la escasez de ilustradores para diseños de carátulas de publicaciones, creamos, hace apenas dos años, la especialidad de Ilustración, para que nuestros egresados puedan tributar al crecimiento espiritual, artístico y cultural de la sociedad cubana.

”Cuando el Comandante en Jefe, Fidel Castro, visitó la Academia el 21 de enero de 2001, una de las ideas que surgió del intercambio con él fue cómo vincular la enseñanza del arte con las nuevas tecnologías. Se desarrollaron todo un grupo de proyectos y nació la cátedra de Gráfica, Fotografía y Arte Digital. Al frente de ella está el profesor Jorge Luis Rodríguez Aguilar, un excelente artista, fotógrafo, subdirector por mucho tiempo de la institución.

”En el caso de la especialidad de escultura, se necesitan medios tecnológicos más complejos, herramientas, electricidad, espacios físicos. Solamente en la década de los 50, Juan José Sicre —autor de la escultura de José Martí, en la Plaza de la Revolución— introdujo en los programas de estudio de San Alejandro la talla directa en mármol, madera y piedra.

”Uno de mis pequeños aportes a la especialidad ha sido modificar el programa de estudios de tercer año de escultura, con la creación de un ejercicio que contempla la importancia del desarrollo de la escultura monumental y ambiental para espacios públicos, a escala urbana, en relación con la arquitectura, las visuales, los accesos peatonales. El ejercicio incluye cómo realizar maquetas y su vinculación con los nuevos medios, a partir del modelado en 3D y en PVC de parte de las piezas. Eso no se reflejaba en ningún programa de estudios anteriores”.

—¿Cuál es la responsabilidad social de las nuevas generaciones de artistas egresados de San Alejandro y su impronta dentro del arte de vanguardia en la isla?

—Anteriormente existía el nivel elemental para la enseñanza de las artes visuales pero, a raíz del derrumbe del campo socialista, ese espacio desapareció.

“La Academia de San Alejandro, como escuela de nivel medio de enseñanza artística, tiene una responsabilidad bien compleja. Se trata de alfabetizar culturalmente a un muchacho de 15 ó 16 años que viene con un nivel elemental de artes plásticas. Eso significa enseñarlo a saber leer y escribir desde el lenguaje de las artes visuales, cómo dibujar una mano, un rostro, cómo se hace una composición elemental.

”Muchos de los graduados de San Alejandro no tienen la posibilidad o el deseo de realizar estudios superiores en el ISA. Aún así deben estar preparados para insertarse en los principales eventos de arte contemporáneo y ser tan competitivos como los egresados de la Universidad. La cantera fundamental de ingreso al ISA son, precisamente, las escuelas de nivel medio. Nosotros formamos artistas completos. La Universidad tiene otra función social que es la superación, la ampliación del horizonte artístico.

”La responsabilidad de los profesores es grande porque tenemos que formar un artista comprometido socialmente, con principios éticos, habilidades de pensamiento, con una obra sólida que, al mismo tiempo, tribute al espíritu de la nación y problematice sobre las dificultades más acuciantes de la sociedad. En cuatro años nos convertimos prácticamente en magos para graduar alumnos con esos requerimientos. Hemos sido capaces de formar buenos seres humanos y buenos artistas”.

—Precisamente esa calidad ética y estética de los egresados de la Academia se ha convertido en un referente, no solo a nivel nacional sino también internacional.

—San Alejandro está presente en buena parte de la vida cultural del país. En el ICL hay insertados jóvenes que todavía no se han graduado de la Academia. Cuando vamos a una exposición de carteles están presentes graduados y profesores de la cátedra de Arte Digital.

“En la Muestra Joven, estudiantes nuestros están presentando videoartes u otro tipo de obras. Otros han publicado dibujos e ilustraciones en el diario Juventud Rebelde. En los talleres comunitarios de esculturas están presentes los estudiantes de la Academia.

”Los graduados de San Alejandro han participado en Salones de Arte contemporáneo cubano. Los profesores imparten clases en academias de otras provincias y muestran sus obras en las Bienales de La Habana, evento que siempre tiene una subsede en nuestra escuela, desde la mirada artístico-pedagógica. En esos eventos el estudiante expone a la par de su profesor. Eso es bueno, porque en la misma medida en que el docente va viendo los resultados de su entrega pedagógica y de la aplicación de la metodología al campo del arte, el estudiante puede ser protagonista de ese momento cumbre de las artes visuales en Cuba.

”No se puede concebir la enseñanza artística sentados en un aula o detrás de un buró, sino como un espacio de taller donde todos exponen sus preocupaciones y los profesores se convierten en guías o facilitadores para la construcción de todo un discurso.

”Hace falta mayor atención hacia los profesores de las escuelas de arte. Muchas veces han sido subestimados porque existe el mito de que quien se dedica a la docencia es porque no ha podido realizar una obra relevante, y eso para mí es mentira.

”Para enseñar arte hacen falta dos elementos: conocimientos de pedagogía, para poder enfrentarse a la personalidad de un adolescente, y, por otro lado, contar con una obra que sea un fuerte referente cultural y artístico porque los estudiantes, como es lógico, siempre están en un constante cuestionamiento de lo que representa un profesor. Cuando somos de una edad más cercana a la de los estudiantes eso ayuda mucho, porque ellos nos ven como un referente más inmediato. Eso es saludable para la enseñanza artística”.

—En la actualidad, cada día se habla más de la transdiciplinariedad. No crees que San Alejandro pudiera acercarse más a otras escuelas como al Instituto Superior de Diseño (ISDi) o la Facultad de Arquitectura, que por su situación geográfica está apartada de la vida cultural cubana.

—Considero que el mundo actual gira en torno a la interacción de varias especialidades. Estamos hablando de lo multidisciplinario y lo transdiciplinario y otros conceptos, como es el de sinergia.

“Uno de los trabajos que realizamos con la comunidad son los talleres de verano, que se desarrollan en el mes de julio. Se trata de convocatorias abiertas donde los profesores y los estudiantes más avezados imparten un taller sobre dibujo natural, ilustraciones, otro sobre modelado en plastilina, o soldadura en metales...

”Las personas, sin límites de edad y sin formación artística previa reciben todos esos conocimientos. Los talleres terminan con una gran fiesta de creatividad, con globos, una piñata... Eso habla de la interacción de la escuela con los contextos diferentes que le rodean.

”Con el ISDi y la Facultad de Arquitectura hemos realizado trabajos conjuntos. De hecho, el arquitecto Augusto Rivero lidera un postgrado de diseño ambiental donde se conforman equipos interdisciplinarios, integrados por diseñadores gráficos, arquitectos, pintores, escultores…; y cada uno aborda determinados espacios sociales desde su especialidad.

”Falta mucho por hacer porque una de las fisuras que ha tenido el trabajo de las instituciones en Cuba es la falta de contacto, de comunicación, de circulación entre unas y otras. A veces, estando en espacios geográficos tan cercanos, nos encontramos conceptualmente muy alejados a la hora de abordar un trabajo de manera conjunta. Creo que San Alejandro debe seguirse abriendo no solamente a Cuba sino también a otras instituciones internacionales de arquitectura y diseño”.

—Estudiar o laborar en San Alejandro es una suerte de aventura creativa, ¿cómo celebrarán este nuevo aniversario de la Academia?

—Nosotros nos mantenemos haciendo actividades casi todo el tiempo. Ahora estamos preparando un concurso de símbolos patrios donde participan estudiantes y profesores de San Alejandro. Nuestra aspiración es poderlo inaugurar a partir del 15 de enero como parte de una jornada cultural que se extenderá hasta el 28 de enero, cuando se celebra otro aniversario más del nacimiento de José Martí, nuestro Héroe Nacional, quien a los 14 años estudió en esta Academia.

“El concurso surgió a solicitud del Ministerio de Cultura para que los jóvenes estudiantes pudieran realizar una mirada artística, propositiva, a los símbolos patrios y así reproducirlos en pegatinas, afiches y socializarlos.

”Se trata de mantener la idea de lo sagrado que implican estos símbolos pero democratizarlos y acercarlos más a la sociedad, a través del arte contemporáneo en momentos tan complejos de aperturas donde hay otras miradas culturales. En un mundo globalizado, lo más importante es conservar la identidad. Creo que es una herramienta inteligente e interesante para hacerlo de manera artística y espontánea”, concluye el profesor de San Alejandro.


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión


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