viernes, 26 de abril de 2024

Hemingway, el Pilar y Cojímar: perfecta trinidad (+Fotos)

John y Patrick Hemingway están en Cuba, como cientos de veces lo hizo su abuelo, porque "somos dos países que compartimos historia, y que tenemos que trabajar juntos"...

Yeneily García en Exclusivo 09/09/2014
4 comentarios
Yate Pilar
El Pilar acompañó a Ernest Hemingway por casi 30 años.

Un viejo lobo de mar cosido de arrugas mira al agua. Descansa sentado en el pequeño malecón que rodea la costa del Castillito —antiguo fortín— que domina la entrada a Cojímar. Se pone las manos a manera de visera en la frente y entrecierra los ojos mirando al horizonte, como alguna vez hizo para ver acercarse al Pilar y a aquel americano grande y colorado que hablaba a voces y se portaba como un pescador más.

 Ahora, más de 60 años después, cuando ya del antiguo Cojímar no queda casi nada, palos que despuntan sobre el agua y espigones a medio destruir; el pescador levanta la vista y saluda para recibir a los nietos de Papa Hemingway, el mismo que puso a ese pueblo en el mapa e inmortalizó el espíritu de los hombres de mar, el que una vez terminada la película que llevó los rostros ajados por el salitre de los que por generaciones hicieron del mar fuente de sustento, los sentó a su mesa en aquella fiesta elegante.

   Ova se acuerda de todo eso. Hace 78 años lo llamaron Osvaldo Carrero Piña, pero todos los conocen por su apodo. Cuenta que a los 13 o 14 — la memoria no es la que era antes— conoció a Hemingway y a partir de ahí “la amistad se fue estrechando”. 

   Todos aquí lo recordamos siempre. Celebrar los 80 años de la compra del Pilar para nosotros es una fiesta, y recibir a los nietos de Hemingway lo hace más especial, dijo.

   Claro, ¿dónde festejar los 80 años de la llegada a Cuba del mítico escritor en su barco, sino es en Cojímar? Es cierto que cuando llegó por primera vez a bordo del yate, Papa ancló en La Habana y se alojó —cómo no— en el Ambos Mundos, pero es que en el imaginario popular está tan enraizada la perfecta trinidad que conformaban Ernest, el Pilar y el poblado pesquero al este de la capital, que a pocos se les ocurre ahora separarlos.

   Por eso John y Patrick Hemingway, ambos hijos de Gregory, —el mismo Gigi para el que el escritor reunió un equipo de pelota con niños vecinos de su hogar Finca Vigía— llegaron hasta este punto del litoral por mar, como cientos de veces lo hizo su abuelo, para conmemorar las ochos décadas del comienzo de la historia del Pilar y su célebre antecesor.

   La historia de la embarcación  —que yace hoy en un dique vacío en Finca Vigía— con el autor de Por quien doblan las campanas sobrevivió a los tormentosos vaivenes de relaciones amorosas, una guerra en la que sirvió para cazar submarinos nazis, y las continuas juergas que sobre su casco se inventaban casi todos los días. Hizo las veces de confidente, de sitio constante de inspiración, y de amiga fiel, casi amante, quizá la única con la que el Premio Nobel mantuvo una historia de amor por casi 30 años.

 Fue en Cojímar donde el novelista dejaba anclado su precioso yate, donde vivió su patrón y amigo Gregorio Fuentes (1897-2002), donde se sentaba a beber, comer y escuchar a los viejos pescadores, y de donde él mismo dijo haber sacado la inspiración para escribir la que está considerada su obra maestra: "El Viejo y el Mar". 

 Ernest decía que era un ciudadano de Cojímar y estar aquí en este lugar, rodeado de los habitantes que lo recuerdan, que nos dan este recibimiento, es algo maravilloso, aseguró Patrick a quienes se reunieron en el espigón cercano a la glorieta donde se erige el monumento a Hemingway, develado un año después de su muerte y hecho a partir del bronce de las paletas y propelas de los barcos del lugar.

 Nunca me he sentado en el Pilar, reconoce por su parte John, escritor también y de visita por primera vez a Cuba. “La verdad es que me encantaría hacerlo y deseo conocer Cuba, hasta ahora me emociona mucho el cariño de la gente, y su arquitectura.”

   “Estamos aquí por tres cosas: celebrar los 80 del Pilar, los 60 del Premio Nobel y además para impulsar el trabajo entre los biólogos marinos cubanos y norteamericanos con el objetivo de preservar especies endémicas del estrecho de la Florida. Es algo en lo que creemos podemos ayudarnos. Somos dos países que compartimos historia, y que tenemos que trabajar juntos. Tenemos a Hemingway en común, iniciativas como esta pueden llevar a cosas muy bonitas entre los dos países. 


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Yeneily García

Se han publicado 4 comentarios


JUAN LLERA
 5/7/17 20:04

QUISIERA SABER SI ALGUN ESCRITOR O HISTORIADOR, SABE EL ORIGEN DEL NOMBRE DEL BARCO DE HEMINGWAY "PILAR" HAY ALGUNAS VERSIONES PERO CUAL ES LA VERDADERA DE ESE NOMBRE Y SI FUE EL QUIEN SE LO PUSO ?? GRACIAS  .

Efraín Rolando Astete Choque desde FB
 10/9/14 10:05

 Hemingway...genio de la literatura contemporánea.

Mary Green desde FB
 9/9/14 13:26

Me encanta el abuelo

Elena Díaz Celis desde FB
 9/9/14 13:25

buenos mozos como su abuelo

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