viernes, 26 de abril de 2024

Fátima Patterson y dos grandes estrenos

La comunidad es una prioridad en la labor artística del grupo de teatro Estudio Macubá, que este año llega a sus 25 años de fundado…

Yuniel Labacena Romero en Exclusivo 15/04/2017
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Fátima Patterson
Dramaturga y directora Fátima Patterson, quien este año conquistó el Premio Nacional de Teatro.

En un montaje que recrea la obra Las Caballas del artista de la plástica Alberto Lescay está ahora mismo inmersa la actriz, dramaturga y directora Fátima Patterson, quien este año conquistó el Premio Nacional de Teatro. Será esa una de las principales propuestas para celebrar este 2017 el cumpleaños 25 de su grupo de teatro Estudio Macubá, con sede en la provincia de Santiago de Cuba.

Decidirme por darle voz a estos entes mágicos fue un empeño bien complicado. Ese trabajo, exigía entrar en la poética de las figuras, a la vez, adivinar el pensamiento del autor, ir a sus intimidades y sacar conclusiones. “Hasta ahora todo está saliendo bien y al igual que yo todas las actrices le hemos puesto mucho amor y entrega. Será una gran puesta”, asegura sin titubeos Fátima, quien en todo lo que hace asume que es mujer, pobre, negra y artista.

“Es cierto que soy una mujer dichosa; peleadora, pero dichosa. Y las cosas no me pasan por suerte, las he luchado, y mucho”, ha dicho en varias entrevistas. Igual de sincera fue cuando compartió con un grupo de periodistas que llegó a su querido Santiago de Cuba.

“Tengo 65 años y de ellos 47 me los he pasado actuando, más de la mitad de mi existencia. Durante este tiempo he tenido que aprender a crear coraza para poder defenderme, pero me conmueve mucho toda mi gente, mi pueblo, mi país. Actuar es algo vital para mí, no me imagino haciendo otra cosa ni fuera del escenario, ya sea como actriz o directora. Soy sencillamente una mujer de la actuación, es mi mundo”, afirma resuelta esta mujer, quien aprecia mucho en las personas la honestidad y, por ende, detesta la mentira.

—¿En qué otras propuestas trabajas?

—Para fin de año pensamos estrenar La casa de Bernarda Alba, la obra teatral en tres actos del autor Federico García Lorca. Es una versión que le hemos puesto La casa y se desarrolla en el centro del barrio Los Hoyos, precisamente donde yo nací. Es un sitio de gente pobre de donde sale una de las bandas de conga que mueve pies y corazones a cuantos acuden a su sonido. Se tratará de una obra más contemporánea, con los temas femeninos de esa zona y de estos tiempos.

—¿Cómo define Fátima el teatro que hace junto a su grupo?

—Es un teatro con un tono muy especial. En los textos que proponemos a nuestro público privilegiamos las historias nuestras, que sean contemporáneas. Trato de escribir de esas mujeres que están incivilizadas o no son bien tratadas. Me siento con la responsabilidad y la obligación de escribir de esos asuntos. Por ello es que este teatro santiaguero tiene un lugar especial para el tema femenino y la cultura popular tradicional como soporte para todas las puestas en escena.

—¿Qué es el grupo de teatro Estudio Macubá?

Es un grupo que trabaja sobre las culturas nacionales tradicionales, con las esencias de nuestra idiosincrasia. Miramos más al Caribe y a la Cuba profunda. Participamos en los festivales de teatro de Camagüey, La Habana y en otros del país. Empezamos seis integrantes y ahora somos quince actores en una compañía muy estable.

“Hay personas fundadoras de la agrupación en 1997 y otras más jóvenes, egresadas de la escuela que está en Santiago de Cuba. A Macubá le debo el oficio de dramaturga. Allí comencé a escribir de una manera diferente, ya que me nutro, fundamentalmente, de lo que ocurre en la escena, de la improvisación de los actores, de la atmósfera que ellos crean a partir de las historias que les cuento”.

—¿Dónde encontrarlo?

—En su sede del Café Teatro Macubá, en la calle Santo Tomás, que estrenó desde el 2015.Trabajamos de martes a domingo variando nuestras ofertas. Tenemos días destinados a la música, al arte joven, a la diversidad sexual, al teatro, la danza; así como también a la bohemia santiaguera, para los boleros… la gente de la tercera edad. Nos proyectamos hacia la comunidad: en los museos, en las escuelas, en el barrio.

“Igualmente desarrollamos un trabajo intenso con los niños y le impartimos talleres de teatro. Muchos de ellos desfilan junto a nosotros en el Festival del Caribe. Tenemos mucho trabajo y a veces no alcanzamos. Ahora también nos hemos involucrado con la actividad de cruceros. Sus protagonistas un día a la semana se insertan aquí para brindarles el sabor y el orgullo santiaguero”.

—Mucho se hablado de la “nueva” sede de la compañía, de esa construcción colectiva de amor…

Cuando el huracán Sandy, que afectó más del 70 % del fondo habitacional de la ciudad de Santiago, perdimos nuestra sede. En ese entonces pensé que con qué moral íbamos a pedir hacer un teatro, aun cuando tenía diseño y un arquitecto con ese fin. Recuerdo que al segundo día después del ciclón, nos montamos en las guaguas para ir para los albergues y alguien dijo: “El santiaguero necesita su vivienda pero también alimentar el espíritu”. Esa es una de las frases más hermosas que yo he escuchado.

“Entonces con Lázaro Expósito, nuestro Primer Secretario del Partido comenzamos a edificar esta obra que actualmente es un gran sueño hecho realidad. Climatización, luces led, audio de moderna tecnología, pinturas del artista Carlos René Aguilera; una sala de multiuso con 30 capacidades, una planta alta con balcón hacia el escenario, desde donde también el público podrá disfrutar de las funciones artísticas… De todo tiene la nueva sede.

”Los integrantes del grupo participaron decisivamente en la remodelación, junto a los constructores de la Cooperativa Veranes. También los vecinos ayudaron, no solo en la construcción sino que soportaron los ruidos, el polvo… Todos trabajaron incansablemente, sin horario, laboraron muy bien. Era como si estuvieran haciendo su casa. Así que no nos podemos quejar. Por lo tanto, siempre la comunidad será una prioridad en nuestra labor artística y de la institución”.


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Yuniel Labacena Romero


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