En Cubadisco 2014 se habló el lenguaje de la música

Sin dudas el grupo español Chambao se robó la atención y el protagonismo al inaugurar, con un gran concierto en el teatro Karl Marx, la mayor fiesta del fonograma cubano. Pero hubo mucho más que “flamenco chill” en los 11 días de la XVIII edición de la Feria Internacional Cubadisco 2014.

En esta fiesta se habló el lenguaje  universal de la música en un ejemplo de integración y colaboración más allá de barreras idiomáticas o diferencias culturales.

Unos 15 países estuvieron representados y quienes asistieron a los espacios de esta edición  pudieron ser testigos del buen arte que trajeron invitados de Puerto Rico, Venezuela, Perú, Martinica, Colombia, México, Haití, Bahamas, Australia, España, Reino Unido, Suiza, Japón y Trinidad y Tobago, invitados de honor a la cita.

El Ministro de Desarrollo de la Comunidad de esa nación caribeña, Winston Peters, encabezó una amplia delegación que llegó a Cuba acompañada de una muestra de la diversidad y riqueza de esa cultura, que puso a bailar a la capital al ritmo de calypso, de tambores tassa y los contenedores de petróleo modificados de sus steel bands.

“En el Caribe compartimos una raíz común, que nos hace tan parecidos a pesar de las diferencias, y participar en este Cubadisco es una oportunidad para unirnos y fortalecer nuestros lazos, apoyándonos precisamente en esa diversidad”, dijo el titular, quien aprovechó la visita para reunirse además con su homólogo cubano de Cultura, Julián González, para discutir e impulsar un futuro acuerdo de intercambio cultural entre los dos países.

“Tenemos mucho que aprender de Cuba, de su enseñanza artística, de sus artistas, de sus eventos, y creo que nuestra visita aquí será muy provechosa, no solo para tomar de ustedes, sino para mostrarles un pedazo de nuestra identidad, en la forma de las steel bands, las que pretendemos extender a Cuba y al mundo”, explicó Peters durante una reunión en el Ministerio de Cultura.

Dedicada a la percusión, Cubadisco 2014 recibió como un regalo a los músicos de la Outlaw Internacional Tassa Band, herederos de la tradición hindú en Trinidad y Tobago; una parte de la Picto Folk Perfoming Company, y la Codrington Pan Family, que hicieron maravillas con los pans, responsables de ese sonido tan característico de las steel bands.

De Latinoamérica llegó el grupo venezolano Herencia, con su mezcla de ritmos africanos, para demostrarnos que hay mucho por ver todavía en las tradiciones afrodescendientes en el continente. Estos artistas reconocen su gusto por el quehacer musical de Cuba, país que han visitado para participar, entre otros eventos, en el Festival del Tambor Guillermo Barreto In Memoriam.

Armando Manuel Moreno, director de la banda, significó la importancia de Cubadisco como espacio de intercambio, de plataforma para ver la labor de otros artistas. “Tenemos una nueva grabación, Herencia sin límites, grabado en los estudios TumbaoMusic, de Venezuela, y en los de la Empresa de Grabaciones y Ediciones musicales, EGREM, de Cuba; y del que ya se conoce el sencillo Qué Pasará, en la voz de Isaac Delgado.

Esperamos tener suerte y presentarlo la próxima edición de Cubadisco, porque este es un evento que respetamos y que ya tiene un sólido prestigio internacional, dijo a Cubahora.

Rock, música electrónica, rumba, ritmos folclóricos, la fusión y hasta la tonada campesina estuvieron presentes en una cita, donde inclusión y convergencia no quedan a la imaginación, sino en los hechos.

DE PREMIOS, SESIONES TEÓRICAS Y PREDICCIONES

También los teóricos tuvieron su espacio en el Simposio Internacional, que sesionó del 19 al 23 en La Habana y donde se reunieron especialistas para discutir la enseñanza de la percusión en América Latina y el Caribe, la influencia de la comunicación y las nuevas tecnologías en las estrategias para la preservación y gestión del patrimonio musical en cada uno de los países, entre otras problemáticas.

Más allá de los escenarios, uno de los momentos más importantes de la Feria fue el Premio Cubadisco, un concurso que reúne a más de 90 especialistas, entre musicólogos, músicos, grabadores, diseñadores y comunicadores, relaciones con el mundo del disco, y que por espacio de cuatro meses hacen un meticuloso trabajo de selección, categorización, audición de cada uno de los fonogramas.

Este 2014, según Neris Rodríguez, Presidenta del Comité del Premio, se entregaron unos 60 galardones en 46 categorías. De las casas discográficas, Colibrí fue la más premiada con 30 lauros, le siguieron Bismusic con 12, las disqueras independientes y extranjeras con siete, la EGREM con cinco, Abdala con tres y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos con dos.

Cuando le preguntamos sobre la industria del disco, la que algunos creen vaya en descenso a medida que el digital se apodera del mercado, y su relación con el evento, Neris nos contestó que no cree que vaya a decaer en un futuro cercano, sobre todo en Cuba “donde las condiciones características te hacen ver que todavía para ese estado falta un poco”.

Nos advirtió que, más que sustituir una por otra, el fonograma digital y el físico coexistirán, y que cuando eso suceda trabajarán para que Cubadisco se mantenga, como una manera de reconocer  y visibilizar el trabajo de un sector que no tenía todo el protagonismo que merecía.