El teatro musical está vivo

“Somos actores que interpretan personajes que cantan”…Así va explicándome Leydis Díaz, poco a poco, los intríngulis del teatro musical, género que permanece vivo en el país, según su criterio, sobre todo a partir del renacer que propulsó Mephisto Teatro.

“Desde que estudiaba en la Escuela Nacional de Arte soñaba con hacer teatro musical porque es la oportunidad de bailar, cantar, actuar…hacerlo todo a la vez, desdoblarte, poner al límite tus capacidades, provocar tus talentos…

“Trabajé con Teatro Caribeño un tiempo y le agradezco muchísimo a Eugenio Hernández Espinosa porque es un director que escribe sus propias obras, acepta tus criterios y te ayuda siempre.

“Me acerqué después a Tony Díaz y su grupo y sustituir a una actriz a última hora en Plácido fue mi pasaporte al escenario, pues conocía la obra del inicio al fin de tanto asistir a los ensayos. Fue muy estresante, solo tuve cinco días para estudiarme el personaje realmente; pero aún así, salió todo bien”.

Después vino Chicago, Canción de Rachel, Escándalo en la Trapa, Huevos… obras todas que le permitieron a Leydis realizar su sueño.

“Ahora estoy dirigiendo Mephisto Show, un proyecto que Tony Díaz ideó para desprender un poco el teatro musical del gran formato y hacerlo en espacios más pequeños, sin tanto vestuario ni escenografía, a modo de espectáculo más reducido, como un show. No es que no hagamos teatro pero a la vez es más un concierto lo que hacemos, y a la gente le gusta”, afirma la que también hemos visto actuar en la televisión en seriales como Mucho Ruido.

Musicales de reconocida fama como La Bella del Alhambra llegan a las tablas en la piel de Leydis y otros actores que, con una pequeña historia como hilo conductor, pretenden adentrarnos en un teatro más enriquecido, más participativo, más emocionante.

“El público nos acoge bien en centros nocturnos como el Bertolt Bretch, donde estamos todos los jueves alternos, y en otros espacios. Le proponemos un divertimento pero además, le estamos ofreciendo arte en una dimensión que, en los últimos años, no se ha seguido mucho.

“El teatro padece las inquietudes de los tiempos modernos, y hay que atrapar a la gente de la manera más atractiva posible. Forma parte de nuestra identidad, y si se hace musical, se puede disfrutar más la cubanía”.

Tony Díaz es el maestro, el que se salvará del olvido, asevera. “A partir de julio realizaremos jornadas de homenaje a su obra en el Bertolt Bretch con un collage de casi todas sus puestas. Presentaremos Huevos, Escándalo en la Trapa, Chicago, Ana Frank, Cabaret, Remolino en las aguas, y otras”.

Lo que hace Mephisto Show es mantener viva la tradición del teatro musical en el país, asegura Leydis, a quien próximamente veremos encarnando un personaje en la telenovela Padilla. “Por ahora estamos en el proceso de rodaje, y aunque no debo adelantar nada de esta, mi primera novela, será muy bien recibida sobre todo por las mujeres mayores de 30 años, pues serán ellas las protagonistas”.

Si de encender la llama y mantenerla encendida se trata, el teatro musical en Cuba tiene un exponente seguro en Mephisto Show, “lo que no quiere decir que el desafío no sea grande. Tony Díaz ya no está junto a nosotros y su pérdida afecta también el quehacer de este género, teniendo en cuenta sus esfuerzos constantes en este sentido. Pero por fortuna, quienes lo conocimos en vida y supimos aprender con él, estamos inyectándole bríos al género”, añadió Díaz.

Hacer todo lo que me gusta es lo que me hace no parar de trabajar, agrega, “y si se puede, desde el otro lado, disfrutar de todo lo que puede gustarnos, ¿cómo no va a ser recibido el trabajo que hacemos? Mephisto Teatro y Mephisto Show tendrán siempre un lugar en el panorama cultural del país, que hay que saberlo mantener para que no se pierda con las urgencias y nuevas costumbres de estos tiempos”.