El grito de Adriana Gatti

Adriana Gatti grita. Y lo hace no por ella, sino por todas las mujeres de su Argentina natal y de otros países que son víctimas de actos de violencia, ya sea por maltrato físico o psicológico. Grita incluso en nombre de aquellas que son obligadas a callar y que en un acto de sumisión obligada no pueden hacerlo.

Sin embargo, Adriana Gatti no grita con la voz sino con lo que mejor sabe hacer. Su talento en el arte, desarrollado con creces en la plástica -específicamente en la pintura- es ahora su mejor arma para sacar a la luz un tema que merece discutirse, enfrentarse, vencerse.

Mujer escucha es la exposición que inauguró el pasado 2 de noviembre la artista visual, nacida en Córdoba, y que permanecerá durante tres meses en Fábrica de Arte Cubano (FAC), un sitio de la capital cubana que ya nos tiene acostumbrados a propuestas de calidad desde cualquier manifestación artística.

Sofía Marqués de Aguiar, curadora en el área del Diseño, anheló conocer más de la obra de Gatti cuando ella le mostró un anillo de plástico derretido, “una pieza muy delicada que despertó en mí la curiosidad. Luego vi sus trabajos con tela, con lencería, con materiales diversos recopilados en la calle en ocasiones...Me pareció muy original su propuesta y accedí a ofrecerle el espacio de la FAC para Mujer escucha”.

Nos podemos confundir…El plástico transformado por el fuego puede parecer, a ratos, nácar. Es una metamorfosis perfecta que transforma lo pobre en rico, como explica Gatti.

“Ojalá no existiera el plástico, confieso que lo detesto, pero me enamoré de él al mismo tiempo cuando exploré su capacidad transformadora. Cuando vi que pude lograr un torso femenino de una botella de plástico de agua, me agradó saber que puedo encontrar belleza aun en esa materia. Me inquietaba el universo femenino y comencé a investigarlo más… Modas, recursos, causas, gustos…y empecé a hacer vestidos como segunda piel o como presencia de la ausencia, del cuerpo ausente, que en realidad todo termina siendo lo mismo”.

Pero no todo es plástico en vestidos, zapatos, anillos…Lo que desgarra a simple vista son esas medias panty con mensajes bordados que, como dice Adriana, nos trae sensualidad, feminidad y vacío, porque es una mujer que ya no está.

“Mi idea de esta exposición empezó con estas medias, después de un regalo que me hicieron, y se me despertó el ansia de hacer la serie. Lo que más me interesó fue  el contenido de lo que quise transmitir y luego el canal, las piezas de la serie, fueron llegando.

“El textil me atrapó, siempre me gustó. El arte textil no es únicamente el tapiz, se vincula más a la corriente del arte contemporáneo y aunque no esté tejido, la trama que se genera incluso desde un alambre, hace el textil. Algunas de mis obras están ahora en la Bienal de Arte Textil en Uruguay”.

Es la segunda vez que Adriana Gatti visita Cuba, pero es la primera ocasión en la que muestra su trabajo y además, imparte talleres para otros artistas. “Me encantaría volver, y si es a FAC mejor. Me interesa crear nexos de creación con artistas en Cuba, y me interesa también que mis mensajes sean bien recibidos aquí”.