martes, 23 de abril de 2024

Cultura es batallar por todas las causas justas

Los delegados al VIII Congreso de la UNEAC defendieron la necesidad de que los cubanos nos apeguemos más a los valores legítimos de nuestra cultura y que reafirmemos la identidad espiritual de la nación...

Yeneily García en Exclusivo 13/04/2014
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Conclusión del Congreso de la UNEAC
Raúl Castro dijo: "La discrepancia que abandone los pasillos y se exprese en las reuniones”

Estos dos últimos días en el Palacio de Convenciones de La Habana hubieran sido seguramente el paraíso para un cazador de autógrafos. Pocos lugares reunieron a tantos representantes de lo mejor y más brillante de la música, el cine, la literatura, la danza, el teatro, la televisión, la radio y el pensamiento, como ese espacio capitalino, que acogió el VIII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas (UNEAC), concluido este sábado 12 de abril.

Imagínese en una esquina a César “Pupy” Pedroso, Juan Formell, Ángel Bonne y Omara Portuondo conversando durante un receso en las sesiones. Más adelante Nelson Domínguez, Flora Fong, un poco más allá Alberto Lescay, cerca Pedro Pablo Rodríguez, Fernando Martínez Heredia, Oscar Zanetti, María del Carmen Barcia y un poco más allá Irene Rodríguez, Rosario Cárdenas y Lizt Alfonso.

Conversando acaloradamente nos encontramos a Rebeca Chávez, Manolo Herrera, Arturo Arango y Lourdes de los Santos. Quién sabe si pensando en el difícil sino de la crítica encontramos a Luciano Castillo, Rolando Pérez Betancourt y Frank Padrón, mientras, en roles diferentes a los que estamos acostumbrados, podemos ver a Corina Mestre, Patricio Wood y Fernando Echevarría pidiendo la palabra para participar en los debates.

Y es que la vanguardia artística e intelectual cubana salió de los escenarios, los talleres, los estudios y las cátedras para pedir la palabra y hacerse escuchar como un frente unido en lo esencial, que es, al decir de Miguel Barnet: el apego a los valores más legítimos de la cultura y a la reafirmación de la identidad espiritual de la nación.

Caballeros en brillante armadura, los artistas e intelectuales hicieron suyas causas como la calidad de educación, la exposición mediática, la salvaguarda de las ciudades patrimoniales, las nuevas formas de producción cultural, el turismo sostenible, la racialidad, la política tributaria y las relaciones institucionales, teniendo en cuenta que Cultura es un amplio término que abarca mucho más que el arte.

Acompañados por la máxima dirección del país, los 320 delegados, representaron a los más de nueve mil miembros de una organización única, que a partir de las Palabras a los intelectuales - donde Fidel advirtió que la Cultura es lo primero que hay que salvar- tuvo un camino trazado ante sí: rescatar ese patrimonio vivo que nace y vuelve al pueblo.

LA CULTURA VA A LAS AULAS

Uno de los momentos más importantes de las sesiones de trabajo de este VIII Congreso fue la aprobación del informe de la Comisión de Educación, Cultura y Sociedad, que tuvo su antecedente en un documento preparado por Roberto Fernández Retamar para la cita de 1998 y que es resultado de un diálogo cabal con las instituciones.

Los miembros de este grupo de trabajo reconocieron a la Escuela como el espacio de mayor peso en cualquier transformación social que quiera llevarse a cabo en un país, donde se hace presente una crisis de valores que se hace presente en los proyectos de vida y aspiraciones en sectores de la población.

La sobrecarga curricular, la falta de contextualización y del vínculo imprescindible con la comunidad, y la preparación del maestro como esa figura protagónica en el entramado social, son algunos de los problemas identificados, y para solucionarlos la UNEAC propone ayudar con toda esa experiencia y conocimiento atesorado por sus integrantes.

En el diseño de una estrategia de enseñanza de asignaturas como Historia y la Lengua Materna se manifestó la posibilidad de trabajar en conjunto para propiciar una dinámica que mucho ayudará a la formación de una capacidad para el ejercicio de un criterio interpretativo propio.

Así, por ejemplo, la UNEAC propone no sólo referirse a las luchas y conflictos cuando se hable de procesos sociales, sino también de modos de vida, su evolución, así como también la instauración de valores, mentalidades, puntos de vista y las conductas asociadas.

Para el caso de las Historias, debería incluir una participación activa del estudiante y el ejercicio del criterio para propiciar el hábito del diálogo respetuoso y la cultura del debate.

Otro de los más serios problemas identificados es la falta de motivación de los jóvenes por el magisterio, situación que según dicta la experiencia se hace más aguda en el campo de las artes, en el que se debe disminuir las sensaciones de frustración entre la nueva generación de docentes del arte, que la organización identifica como su responsabilidad.

También aquellos trabajadores por cuenta propia vinculados a la educación fueron contemplados en las aspiraciones de este grupo de trabajo, que advierte lo oportuno que sería repetir la experiencia con los profesores de música y otras manifestaciones y conseiderar aliados a los llamados repasadores, a los docentes de lenguas extranjeras y a los cuidadores de niños en edad preescolar.

CULTURA MEDIÁTICA A DISCUSIÓN

Entre los más polémicos estuvo el debate de la comisión de medios de comunicación, que dirigió a la televisión y el cine sus principales planteamientos.

Por una estrecha relación entre el creador e instituciones como el Instituto Cubano de Radio y Televisión se pronunciaron quienes pidieron la palabra en este espacio, el más movido de todo el Congreso.

En primer lugar los representantes de la vanguardia cultural del país reconocieron la urgencia de protagonizar una cruzada ante el poco aprovechamiento del tiempo de transmisión a favor de la difusión de los verdaderos valores éticos e identitarios de la nación, al tiempo que advirtieron sobre la necesidad de visibilizar y promover el verdadero talento, en lugar del pseudoarte que llena nuestras pantallas, enfatizó el propio Miguel Barnet.

“Las jerarquías culturales, que solo las legitima el tiempo, tiene que visibilizarse y estar bien definidas a la luz pública. Debemos junto al Ministerio de Cultura y los medios masivos de comunicación, conciliar políticas y colocar las contribuciones sustanciales de la cultura en el lugar que les corresponden.”

En esto desempeña un papel crucial la crítica artística y literaria, algo que el reelecto Presidente de la organización consideró como una asignatura pendiente, sobre la que deben reflexionar para hallar vías efectivas que la estimulen y promuevan.

El Primer Vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien acompañó durante los dos días a los delegados en sus sesiones, se refirió a este tema durante su discurso de clausura.

“La descolonización de los procesos culturales, con la participación decisiva de los medios de comunicación masiva, tiene que estar entre las principales prioridades de las instituciones y de las organizaciones de creadores.”

Podemos y debemos influir en el gusto de la población: no con prohibiciones que sólo sirven para crear el efecto contrario al deseado, sino con el diseño de políticas coherentes, donde confluyan todos los instrumentos que tiene el Estado, incluidas las instituciones educativas, enfatizó.

MERCADO DEL ARTE SIN CONCESIONES EN LO ESTÉTICO

 Otra de los temas que más polémica suscitó fue el debate sobre el Arte, el Mercado y las Industrias culturales, la cual cerró los intercambios y análisis con la necesidad de replantear las dinámicas particulares de la producción artística en las circunstancias actuales del país, lo cual se expresa en reconocer y estudiar las transformaciones propuestas por las instituciones culturales para implementar los lineamientos derivados del VI Congreso del Partido y la necesidad de ir legalizando las prácticas que se han ido instaurando en los procesos culturales.

Además de mantener el funcionamiento permanente de la comisión, se acordó un accionar conjunto con los institutos y consejos para que los escritores y artistas conozcan participen de la elaboración de las normas jurídicas del sector, dar continuidad y seguimiento al proceso de transformación del cine cubano y el Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficos y rescatar con el ICRT los espacios de diálogo.

Sobre la pertinencia del establecimiento de lo que el vicepresidente del Consejo Nacional de la UNEAC, Arístides Hernández (Ares) el “mercado del arte” también se pronunció la comisión, en pos de un espacio en el que prime el talento y se desconozcan concesiones estéticas y comerciales.

Identificó a las galerías como un buen lugar para establecer estas operaciones y mencionó la experiencia de la ubicada en la sede habanera de la organización, Villa Manuela, como una pionera de estas prácticas, logradas gracias al cambio del objeto social de la UNEAC, al tiempo que insistió en la urgencia de extender esta iniciativa a las demás manifestaciones, así como también lograr la inclusión de divisas para representar los intereses a los artistas cubanos fuera del territorio nacional.

Díaz-Canel hizo especial énfasis en su discurso sobre este apartado, en el que insistió en que hay que tener en cuenta las tendencias del mercado; pero jamás podemos dejar en sus manos la política cultural.

“El mercado del arte, aunque es una realidad insoslayable, no puede fijar entre nosotros las jerarquías ni los modelos de consumo cultural.”

“Es imprescindible estudiar en qué zonas de nuestra vida cultural pueden tener cabida las formas de gestión no estatal, a partir del concepto básico de preservar como un principio inalienable la aplicación con coherencia de la política cultural en cualquier escenario, estatal o no estatal.”

Las decisiones asociadas a la distribución del arte a través de nuestros medios y circuitos institucionales, son de los organismos competentes y responden a nuestras prioridades, enfatizó.

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro también se dirigió a los delegados durante la última jornada del cónclave para felicitarlos por los debates y planteamientos realizados, en ejercicio verdaderamente democrático.

Está muy bien que todos hayan planteado lo que piensen, aunque hay opiniones con las que no estoy de acuerdo, pero respeto a los que discrepen, afirmó.

“Soy un enemigo absoluto de la unanimidad  y como se sabe esa opinión la he dado públicamente, incluso en el último congreso de nuestro Partido. La discrepancia que abandone los pasillos y se exprese en las reuniones, al precio que sea necesario. Sólo así nos podremos entender mejor.”

     

 

 


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Yeneily García


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