jueves, 18 de abril de 2024

Capitolio de La Habana: cúpula de una ciudad (+Fotos)

La Habana se acerca a su medio milenio y, entre sus símbolos, el Capitolio se erige con un espíritu renovado...

Laura Alonso Hernández en Exclusivo 16/11/2018
2 comentarios
Capitolio Laura CUBAHORA 19
El Capitolio, sin dudas, es uno de los símbolos de Cuba, y lo que hace un tiempo se reconocía por sus andamios y barreras ahora es un lugar abierto a todos. (Laura Alonso Hernández / Cubahora)

El primer recuerdo que tengo del Capitolio es de cómo mi mamá para calmar mis rabietas decía que cualquier juguete era el afamado diamante del kilómetro 0 y sus grandes recuerdos del planetario. Sin embargo, para mí solo eran puertas cerradas que quizás nunca pudiera traspasar.

El fin concebido desde su inauguración el 20 de mayo de 1929 fue albergar las dos cámaras del Congreso. Con el Triunfo de la Revolución se convirtió en la sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y de la Academia de Ciencias, y se abrió a la población. En el 2010, por recomendación, cerró para remodelaciones.

Finalmente, el 1ro. de marzo de este año este ejemplo del neoclásico cubano se hace ver al público por primera vez desde hacía mucho tiempo, convirtiéndose en punto de visita obligada para los que visiten La Habana de ahora en adelante.

Así, sus escaleras se ven inundadas de personas que día a día esperan ver su interior, expectantes y curiosos de lo que por muchos años solo ocurría en la imaginación. Para mostrarte las maravillas del lugar, el Capitolio cuenta con visitas guiadas con una duración de una hora, donde entran escalonadamente dos grupos de personas.

Cúpula del capitolio (Foto: Laura Alonso/ Cubahora).

En el arduo proceso de restauración del Capitolio participó la Fundación Caguayo, fundada por el pintor cubano Alberto Lezcay Merencio, una organización no gubernamental sin fines de lucro con el objetivo de desarrollar y promover las artes monumentales aplicadas en Cuba. Luis Antonio Ramírez Jiménez, vicepresidente de este centro, comenta en exclusiva para Cubahora cómo ha sido esta labor.

“Este encargo llega como resultado del trabajo de varios años que llevamos con la Oficina del Historiador. Anteriormente habíamos colaborado con la restauración del Hotel Saratoga y el Teatro Martí. Cuando se abrió la remodelación del Capitolio inmediatamente nos llamaron, por nuestra experiencia en este campo y con el mobiliario de estilo, a lo que dimos el sí por ser un proyecto muy interesante. Aunque nuestro taller es pequeño también disponíamos de bastante tiempo para la realización de este trabajo en el que llevamos 3 años y medio”.

Desde el Salón de los pasos perdidos, que ocupa el vestíbulo del lugar, donde se encuentra la tercera estatua más grande del mundo bajo techo, La República, se ven los grandes trabajos de restauración. Allí también se encuentra una réplica del diamante del Capitolio que indica el kilómetro 0 de la carretera central.

Salón de los pasos perdidos del Capitolio de La Habana (Foto: Laura Alonso/ Cubahora).

“La fundación Caguayo tiene una gran labor social reconocida en todo el país, que cuenta con una infraestructura que es Caguayo S.A., empresa que representa artistas, artesanos, pintores, escultores y diseñadores, los cuales comercializan a través de nuestra institución.

”Gran parte de todo el trabajo que se ha hecho en la restauración del Capitolio ha sido por esta oficina. Por ejemplo, todo el rescate de los mármoles, que es una labor bastante compleja por la gran cantidad de mármol italiano que allí se encuentra y en muchos casos estaba deteriorado. También las inmensas luminarias de bronce con los detalles del relieve, textura y accesorios.

”Además, junto con los artistas se realiza toda la restauración de los murales, que prácticamente ha habido que hacerlos completos porque estaban muy deteriorados, que abarcan los techos y las paredes. Hemos llevado por igual la restauración de varias de las esculturas y todo el trabajo de yesería y de moldura”.

Alrededor del 50 % de los muebles ya han sido restaurados y para mediados del año que viene ya terminarán el ala Sur. “El resultado parece ser que ha sido positivo, pues hemos recibido el reconocimiento de las inversiones y conocedores de la materia”, asegura Luis Antonio.

“Los materiales que se han utilizado son de muchísima calidad y en la mayoría de los casos se han importado todos los accesorios, los herrajes de bronce, las pieles… como mismo eran en su estado original. Se ha tratado de conservar lo más posible el espíritu de aquella época”.

Variedad de estilos arquitecónicos convergen en el edificio (Foto: Laura Alonso/ Cubahora).

El equipo encargado de esta inmensa tarea está compuesto de seis jóvenes restauradores que han visto en este proyecto la oportunidad de aprender con estilos muy diferentes bajo la guía de Luis Antonio Ramírez. “Hemos ido aprendiendo cada día a ser todavía más sensibles. Yo conozco de cierta manera la historia del mueble cubano porque llevo varios años haciendo un libro sobre este mismo recorrido histórico del mobiliario cubano, por lo que se me hace bastante familiar y conozco los detalles sobre cada uno de los estilos y los elementos que los componen, los relieves, los tipos de texturas, los materiales, y eso me ha servido ahora para la restauración del Capitolio”.

El Escudo de la Palma Real, atributo de la nación (Foto: Laura Alonso/ Cubahora).

La complejidad de esta tarea no solo está relacionada con la gran cantidad de mobiliario y detalles que se encuentran en esta construcción monumental, gran parte de todos los objetos que dan vida a este edificio fueron diseñados exclusivamente para el Capitolio.

“La empresa inglesa Wyman and Willow fue la encargada del mobiliario y debe haber diseñado la mayoría de los muebles específicamente para el Capitolio. He investigado sobre sus catálogos en aquella época y no aparecen ninguno de estos diseños, o sea, que pudo haber sido algo pedido específicamente también debido al nivel del que se trataba. De alguna manera hay algunos que sí se utilizaron mucho en Cuba en los principios de siglo, pero los otros sí son muy atípicos y van más por el estilo inglés-americano colonial”.

Este trabajo de investigación y restauración se va a recoger en un libro en el que se va a dar primera importancia a la profunda labor de cada una de las especialidades de la institución. En el texto se va a recoger la primera parte con la renovación del Ala Norte y más adelante se prevé otro con el Ala Sur.

El Capitolio, sin dudas, es uno de los símbolos de Cuba y de La Habana. Lo que antes solo se reconocía por sus andamios y barreras ahora es un lugar abierto completamente a todos los cubanos. Para visitar el centro, o hacer la parada con el selfie habitual, o incluso nada más para sentarte y descansar de la caminata, ya se ha vuelto parte de la vida cotidiana de los transeúntes de Prado.


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Laura Alonso Hernández

Estudiante de Periodismo

Se han publicado 2 comentarios


Pecas
 25/11/19 11:45

Excelentes fotos

willy
 16/11/18 23:31

Fantástico. Una sede de lujo para un parlamento que sesiona solo una semana al año.

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