Bailando en Cuba, por segunda vez

Sonando en Cuba, Bailando en Cuba, ¿Quién Vive?...y Manolo Ortega casi no tiene tiempo para volver a la dirección de los videos clips (que tanto le complace) y para, quizás, dedicarse a otras cuestiones que le inquietan.

No obstante, se siente dichoso de haber tenido estas oportunidades de dirigir espectáculos de competencia como los que el público cubano anhelaba desde una visión cubana y no ya desde facturas foráneas, “aunque hay que reconocer que el público criticó mucho al inicio y luego entendió que, aunque existieran puntos en común con las dinámicas creativas y productivas de otros países, presentábamos en cada show nuestra cultura”.

Los dos primeros programas de la segunda temporada de Bailando en Cuba se grabarán los días 12 y 13 de enero en el Gran Teatro de La Habana y comenzarán a transmitirse el día 4, y  a partir de la tercera semana de ese mes el público podrá disfrutar de las galas semanales en la sede del teatro Astral.

“En diciembre se prepararon los concursantes, montaron las coreografías, recibieron las primeras clases y el jurado, el mismo de la primera temporada,  tiene la misión de eliminar a 18 aspirantes y constituir las 16 parejas, pues son 50 en total. El actor Carlos Solar se mantiene en la conducción y hay otras sorpresas…

-¿Esta segunda temporada trae alguna novedad?

- “Sí, tendremos una sección de homenaje a grandes bailarines de todos los tiempos, será una sección pequeña pero creemos que es necesaria. Las otras secciones se mantienen a partir del recorrido por el país buscando las maneras de bailar en las diferentes regiones. Hemos filmado a grupos que conservan sus tradiciones y hay un video clip dedicado a cada uno, además de los clips de Revolution que son en la capital.

“Tendremos cambios en la manera de llevar la competencia, muy simples pero que conducirán a mayor dinamismo. Pero sin dudas, es una segunda temporada con la que pretendemos seguir complaciendo al público”.

 - Y… el proyecto ¿Quién vive?

“El proyecto se gestó el año pasado con la intención de visibilizar en una competencia el talento de aficionados de la FEU. Luego de estructurarlo nos dimos cuenta de que era muy difícil, no podían venir estudiantes a La Habana durante 4 meses a presentarse y perder las clases, porque se trata de actividades de extensión universitaria, o sea extracurriculares. Decidimos realizarlo en las vacaciones de este 2018 y aprovechar el casting de todo el país para las 4 galas por el aniversario de la FEU.

“Todo lo que se vio, excepto las agrupaciones invitadas, es talento de estudiantes universitarios. Los cantantes, bailarines, instrumentistas…todos son aficionados. Nos encargamos de descubrirlos en sus provincias y luego prepararlos en la escena. Claro, no solo tuvimos el tema de los aficionados, también estaban las secciones de la FEU, de historias de vida, de contenidos de las universidades”.

-¿Cuán acertadas crees que han sido estas megaproducciones?

-Si queremos que el público nos vea, que el joven se siente a ver un programa de televisión hecho en Cuba no se puede hacer con los cánones de diez años atrás. Hay que mirar el mundo porque en Cuba se ve lo que sucede en el mundo. Debemos nutrirnos de esto, de lo que se lleva a cabo en otros países; no para copiarlo sino para hacer los shows a lo cubano, que defiendan lo mejor de nuestra cultura pero con la elegancia y visualidad del mundo actual.

“Un director no es nada sin un buen equipo de trabajo. Marcamos la pauta, lo que queremos,  pero hay un equipo que se encarga de hacer realidad esa idea. Con quienes trabajan conmigo estoy muy satisfecho: con la guionista Lil Romero; el tema del diseño de imagen del programa en el que intervienen muchas especialidades; el director de fotografía Vladimir Barberán en función de la escenografía; Yaser Álvarez, Maikel Martínez, Yanelis Pérez en el diseño de vestuario;Víctor López en cuestiones relativas a la gráfica y el diseño de pantalla;  Lío en el diseño gráfico…todos tienen un punto de vista en función de la idea central.

“El diseño de producción es vital. No es solo lo que sucede en el Astral sino todo lo que hay detrás de cada emisión: de locaciones, de permisos, de maquinarias de rodaje grande, de llamados…cuando rodamos en el Astral son casi 400 personas entre talento y equipo técnico. El apoyo de RTV Comercial es importante, porque nos da la posibilidad de soñar, nos da la responsabilidad por una parte y la confianza depositada en nosotros con el presupuesto. No obstante, no basta con tener el dinero, hace falta compenetración en el equipo y disposición para dar todo el tiempo.

“Hay que atender y preparar a los competidores y todo lo que eso conlleva. Hay que sumarle todo el trabajo…Son jornadas muy largas, muy intensas; pero hay que disfrutar luego del resultado…y sentir que el público lo agradece”.