“A mi tío, hermano de mi madre, le agradezco mi carrera musical”

Para los rumberos cubanos ya se hecho presencia habitual cada año la fiesta del Tambor, un evento que nació en el club de jazz La zorra y el cuervo por iniciativa de Alexis Vázquez, quien le propuso a Giraldo Piloto, líder del grupo Klímax, realizarle un homenaje a su tío, el percusionista Guillermo Barreto.

“A mi tío, hermano de mi madre, le agradezco mi carrera porque él me llevó las primeras baquetas para que empezara a tocar. Él fue la guía que tuve como baterista en mis comienzos”, confiesa emocionado el director del grupo Klímax.

Hoy, La Fiesta del Tambor ha adquirido la categoría de festival, que tendrá como sedes principales a los teatros Mella, Karl Marx, la Sala Avenida, El Salón Rosado de La Tropical, los Jardines del Teatro Mella y el Hotel Palco, entre otros.

La cita ha ido creciendo con el paso de los años no solo en calidad sino también por la presencia extranjera. En la Fiesta del Tambor participan importantes músicos y percusionistas nacionales e internacionales, las principales bandas de música popular bailable de Cuba, destacadas compañías danzarias, junto a agrupaciones de jazz. Otro atractivo para los más jóvenes son las Clases Magistrales de Percusión y Danza.

Pero, La Fiesta del Tambor no siempre fue así, recuerda Piloto, el actual presidente del Festival que arriba a su edición número XV:

“Todo se fue transformando. Siempre quiero más y me parecía que el marco de La zorra y el cuervo no tenía la dimensión que yo necesitaba para el evento. Pensaba que mi tío se había desarrollado en tantas facetas y había hecho tanto por la música cubana que ese club de jazz no era el mejor lugar para rendirle homenaje.

”Empecé a crear mis propias ideas y el evento comenzó a crecer. Así surgió el concurso de percusión. Al principio, el evento se celebraba solamente en el Teatro Amadeo Roldán”.

—¿Qué importancia ha ido adquiriendo?

—La Fiesta del Tambor tiene relevancia en Cuba y fuera de la Isla. En esta nueva edición contamos con varios invitados extranjeros, como el grupo de música flamenca Cajones La Rosa —de España— que le da al festival un gran prestigio. Además, hemos invitado a personalidades de Estados Unidos, Canadá, Chile, Venezuela.

“Nos sentimos muy contentos. En el festival han participado percusionistas de Japón. Ahora viene un gran maestro de Inglaterra. Eso hace que ganemos en universalidad y que el festival se convierta en algo digno, importante y muy especial para Cuba”.

—¿Cómo valora estos 15 años de trabajo?

—Quince años se dicen fácil. Este festival —que es autofinanciado— representa para nosotros un gran esfuerzo personal. Trabajamos en la computadora de la casa. Vale mucho el apoyo de los amigos, colegas, hermanos de la música y la danza.

“Cada año llamo por teléfono a la gente para que apoyen la Fiesta del Tambor. Así hacemos cada edición. Al principio era bien pequeña, pero se ha convertido en un festival con alrededor de 1 500 artistas, durante las últimas tres ediciones.

”Cuando uno le mira las caras a la gente y ve saliendo contentos del teatro con sus premios a los ganadores de los concursos o al jurado trabajando con tanta pasión en cada una de las competencias, cuando ve al público pararse de sus asientos con las presentaciones de orquestas, grupos folclóricos o compañías de danza, o ve lleno de bailadores el Salón Rosado de la Tropical, todo eso se convierte en un motivo para seguir luchando por este evento.

”Para mi sigue siendo un reto, porque soy músico, no director artístico. El festival se convierte en un hándicap para mi carrera musical, pero lo asumo con alegría porque se lo estoy dedicando a mi tío y pienso que él me da fuerzas para seguir asumiéndolo al igual que mi carrera. Para un músico, los 15 son una fecha cerrada que no puede pasar inadvertida, y queremos que todos los participantes cubanos y extranjeros lo vean también así”.

—¿Una vía para renovar el evento son los nuevos concursos que surgen en esta edición?

—El primer concurso de Baile de Rumba y la tercera competencia de bailadores de casino es algo que se tenía que hacer en Cuba hace muchos años. Estamos empezando. No tenemos muchos finalistas para el concurso de baile, pero es bueno que la gente vea que se puede hacer.

“Antes de que iniciáramos el concurso internacional de percusión se había realizado, hace años, una fiesta de quinto para los tumbadores, pero me quedaba este bichito por dentro. Ahora queremos incorporar dentro del concurso de percusión la batería, tumbadora, paila, bongó y batá.

”Además, queremos diversificar la visión del evento para que estén presentes como parte de la música cubana el jazz, el rock, el pop y el funk, entre otros géneros. Esto de que se vea a los españoles tocando rumba con los cubanos solamente sucede en Cuba y en España. Entonces, por qué no lo vamos a defender”, concluye Piloto.