viernes, 29 de marzo de 2024

La manzana de Adán

un blog de Adán Iglesias Toledo

Ya no zumba Zumbado

A inicio de semana se anunció la lamentable noticia sobre la muerte del escritor, periodista y publicista Héctor Zumbado...

Adán Iglesias Toledo
en Exclusivo 12/06/2016
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El inicio de la semana fue duro para el humor cubano. El anuncio de la muerte del escritor y periodista Héctor Zumbado por el noticiero de televisión no dejó de ser sorprendente a pesar de su desaparición no voluntaria de los medios.

Va ocurriendo de manera lamentable que algunos artistas que aportaron e hicieron época en determinado momento terminen olvidados o sin las atenciones que su trayectoria merece. Conozco que existe un departamento de atención a personalidades en la UNEAC, pero parece que su formalidad se limita a las grandes estrellas o  los cumpleaños de los artistas. La realidad es que algo en tal sentido está fallando. De Zumbado, de su vida, de cómo estaban casi nadie sabía y cual Caballero de París, algunos especulaban de su crítica salud mental.

Al salir la nota en el NTV ya Zumbado estaba cremado, no hubo palabras en la funeraria ni en el cementerio. Corresponderá a los organismos, amigos y admiradores no dejar morir su obra.

Ya esta generación no lo conoció a pesar de haber coincidido en épocas, el tiempo corre en nuestro país con una velocidad directamente proporcional al olvido. Sucesos, a veces de solo un año, nadie recuerda…

Los aportes de Zumbado fueron recordados esta semana por algunos colegas que, conmovidos, expresaron a través de Facebook su pesar:

En la década prodigiosa para el Humor, los ochentas, tuvo a su cargo la creación y dirección de la sección “La Bobería”, en la revista Bohemia, con el emblema del personaje El Bobo, de Abela. Gracias a la generosidad de Zumbado, en dicha publicación se dieron a conocer nombres hasta entonces poco conocidos en el corpus literario cubano, y que hoy gozan de justo reconocimiento dentro del humorismo literario (Jorge Fernández Era, Eduardo del Llano, entre otros). Cerca de diez volúmenes recogen las crónicas salidas del ingenio insuperable de quien obtuviera en el año 2000 el Premio Nacional del Humor, otorgado por el Centro Promotor del Humor, entonces bajo la égida del gran amigo de Zumbado, Osvaldo Doimeadiós”.

Laidi Fernández de Juan

“Precisamente —el Premio Nacional del Humor—, allá por el año 1984, en la apertura de una función del Conjunto Nacional de Espectáculos de Virulo, prometía, con la ironía que lo caracterizaba: «ser más amable con esos queridos burócratas que nos alegran la vida inventando modelitos, planillas, circulares y extrañas disposiciones…”

“Y más adelante, en su habitual juego de palabras, manifestaba su propósito de ser «más tolerante con los taxistas que se detienen, sonríen y se van; con los dependientes de tiendas que están, que parece que están, pero no están; con algunas producciones de la industria nacional que no se detienen, que no se acaban, que nunca se van”

Julieta García Ríos.

¿Cómo escribir una nota necrológica sin pecar de siniestro y cursi? … Y peor pecado si lo hago a quien fuera el escritor humorístico más destacado desde que existimos como nación: Héctor Zumbado, un hombre que creyó en los que éramos jóvenes hace más de veinte años y lo admirábamos por la frescura de sus textos, cultura e irreverencia… En fin, gracias Zumbado por tu genial idea de enlatar el sol… Hoy tomaré un añejo justificado por tu ausencia y por la felicidad de saber que ya tengo un santo que me resguarda… San Zumbado.

Telo González

“Mi amigo Yin me acaba de avisar de la muerte del Héctor Zumbado, uno de los mejores humoristas literarios -si no el mejor-, que ha nacido en Cuba.
En 1983 lo conocimos. Yo pertenecía, junto a Moisés Rodríguez y Aramís Quintero, al grupo de humor gráfico y literario "Tubería de Media". A Zumbado le encantó nuestro trabajo y a pesar de estar ya en el Olimpo de la cultura cubana, publicó en la Revista Bohemia una entrevista que nos hizo, como "presentándonos en sociedad". Después continuó apoyándonos al convertirnos en La Seña del Humor de Matanzas. En lo personal nos acercamos bastante tanto como humorista como amigo. Por ello puedo asegurar que era una de las personas más simpáticas que he conocido, lejos del celo profesional, lejos de las pequeñeces de los mediocres.
A Zumbado lo admiraba por su columna dominical y por sus libros. Él fue uno de mis motivadores, uno de mis ídolos.
Es que fue un humorista excepcional, culto, informado, de buen gusto, como esos que no abundan, lamentablemente. Fue un grande entre los grandes.
A sus hijos, que también quiero mucho, les envío mis condolencias. Y a mis colegas humoristas cubanos también les doy el pésame y con él mi consejo de leer hasta el último chiste de Zumbado, porque seguro enriquecerán su creatividad, su visión y su profesionalismo.
Gracias, Zumbado, por tu legado y por tu amistad. Que donde quiera que estés sigas haciendo reír a todos”.

Pepe Pelayo


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Adán Iglesias Toledo

Amo contar mi realidad en imágenes. Soy caricaturista y director del Dedeté, suplemento de humor de Juventud Rebelde.


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