lunes, 29 de abril de 2024

La manzana de Adán

un blog de Adán Iglesias Toledo

Rápido y molesto

Esta larga jornada de la filmación de la serie norteamericana Rápido y Furioso ha estado cargada de detalles costumbristas aportados por los transeúntes o vecinos de las diferentes locaciones.

Adán Iglesias Toledo
en Exclusivo 01/05/2016
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 La cantidad de calles cerradas, los desvíos, el paso del ágil helicóptero con su cámara al frente, la cantidad de personal contratado para lograr orden o silencio y toda la impresionante logística que tienen los estudios de Hollywood ha dado al surgimiento de los más variados comentarios. Vin Diesel, el famoso actor protagonista fue al Cerro y desde el carro saludó a muchos diciendo frases en español. Esto no fue idea de nadie, desde youtube se puede tener acceso a este y otros videos, así como algunos del aparataje que conlleva el rodaje.

El cierre del parque de El Curita en Centro Habana con varios días de antelación dio para los más variados comentarios, pero lo curioso es que si le preguntabas a algunos de los improvisados custodios qué sucedía allí te respondían que no estaban autorizados a dar información, sembrando a la vez más dudas e intrigas con tan simple respuesta.

Pero mi comentario no pretende cuestionar el cierre de tiendas y otros servicios que están ubicados en las áreas de filmación, tiene que ver con otra tienda. En una de esas obligatorias travesías para sortear las áreas cerradas al público entre a la tienda Ultra de Galeano y San Rafaél. Quise comprar un soporte para microwave y con ese objetivo me dirigí a un dependiente que recostado sobre varias cajas de estos equipos presto me atendió.

-Mira yo no tengo, pero pregúntale a aquel dependiente, fueron sus atentas palabras. Al llegar a ver al segundo empleado, acompañado por el primero, intercambian palabras y me pregunta de qué color quería yo el soporte. Cualquiera pensaría en la profesionalidad y la rapidez del servicio, pero la indagación fue para llamar por el celular a un revendedor que estaba alejado de la tienda para que hiciera llegar el producto. En el momento de que te percatas de la trampa, es difícil decidirse por una respuesta adecuada. Verte “implicado” en un trapicheo de este tipo es una de las peores sensaciones y saber  que ambos trabajadores que se suponen vivan de su salario estén teniendo ganancias con tu dinero, es también indignante.

Salir de la tienda lo más rápido posible y bien molesto fue la solución que encontré ante aquel descaro.


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Adán Iglesias Toledo

Amo contar mi realidad en imágenes. Soy caricaturista y director del Dedeté, suplemento de humor de Juventud Rebelde.


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