viernes, 26 de abril de 2024

El amor no distingue sexos

Este Día Mundial de Lucha contra la Homofobia sirve para reflexionar, ante todo, sobre el amor como un sentimiento genuino que no ha de diferenciar edades, credos, razas ni sexos...

Mayte María Jiménez
en Exclusivo 17/05/2013
3 comentarios
homoparejas
"No estamos hechos para juzgar a los demás, sino para entenderlos en su realidad"

Universalmente el amor entre los seres humanos ha debido sortear prejuicios y obstáculos para alcanzar el final “feliz”. Desde siglos pasados ha tenido que superarse ante la discriminación racial, las diferencias de edades, clases sociales, culturas, ideologías y credos. A esta larga lista se ha sumado la incomprensión e intolerancia ante los seres humanos del mismo sexo que deciden luchar por deseos y sentimientos íntimos comunes.

Hombres y mujeres de todo el mundo han de vivir pautando su identidad de género y orientación sexual, como si se tratara un estilo de vida que debe ser marcado o diferenciado. Así no pocos son víctima de conductas reprochables guiadas por estereotipos y convencionalismos sociales.

Aunque en la actualidad la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT), ha venido recibiendo un reconocimiento cada vez mayor —al menos en el terreno del derecho—, no siempre estos cambios se acompañan en el terreno social y cultural.

Aún quedan culturas reacias a este comportamiento, incluso llegan a la violencia. En algunos países de África, Oriente Medio o Asia, la homosexualidad sigue siendo un delito. Es así como, pese al enorme valor simbólico que tienen los cambios en los ordenamientos legales, en los países latinoamericanos es grande la discriminación social y la violencia contra la comunidad LGBT.

De acuerdo a los investigadores sociales, en el momento histórico actual, aunque mucho se ha estudiado y escrito, muy poco se conoce sobre pareja del mismo sexo. Una de las razones para ello tiene que ver en gran parte con actitudes sociales e imaginarios acerca de las personas homosexuales y sus relaciones de pareja.

Algunos son mitos que clasifican a gays y lesbianas como personas que no desean comprometerse afectivamente y que, cuando lo hacen, sus relaciones son inestables y cortas. Existe también una percepción de que la pareja, como parte del proyecto de vida, no tiene un lugar en el estilo de vida homosexual.

Otro de los señalamientos es que para las parejas del mismo sexo escasean los modelos culturales a seguir y están obligadas a definir roles, reglas y metas sin puntos de referencia que les sirvan de guía, o reproduciendo modelos organizativos del tipo masculino-femenino, padre-hijo o pares-amigos.

De esta manera, la invisibilidad de la pareja del mismo sexo es una de las formas en las que la homofobia cultural se expresa. De ahí que varios países proclamen y aprueben el matrimonio como un contrato jurídico entre seres humanos que se aman.

¿SENTIMIENTOS EN CONFLICTO?

Toda discriminación entraña sufrimiento para las víctimas, pero también para las familias, y especialmente las madres, quienes enfrentan el cuestionamiento de los demás por ser las “encargadas” de la formación de los hijos.

El proceso de identidad sexual se produce como parte del desarrollo psicológico dentro de la familia, pero es independiente de la voluntad de esta, y en algunos casos la contradice.

La violencia psicológica muchas veces está presente desde la infancia en las relaciones de estas personas con su entorno familiar, seguida de la violencia física, en todos los casos por no cumplir con el rol de género estereotipado: o sea, por renunciar a la masculinidad concebida como patrón cultural.

En Cuba desde hace unos años se trabaja en hacer modificaciones al Código de Familia, de manera que se reconozcan legalmente los derechos de las parejas homosexuales a crear y defender una familia.

La familia cubana es un espacio fundamental para transmitir cultura y valores mediante la educación, ha reconocido Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).

La homofobia, tanto individual como institucional, implica actitudes violentas contra gays, lesbianas, travestis, transgéneros o bisexuales, expresadas desde el silencio hasta la violencia física extrema.

Para ello Código de Familia se encuentra en estudio, a propuesta de la FMC, con el fin de de eliminar obstáculos en la solución de numerosos conflictos familiares y adecuar ese concepto a la realidad actual del país, explicó.

Entre las propuestas de modificación se incluye el derecho a la libre orientación sexual e identidad de género y su reconocimiento en los documentos legales de cada persona, tema debatido en tres comisiones permanentes del Parlamento cubano en aras de lograr consenso para un proyecto final que no sea arbitrario, acotó Mariela.

Del mismo modo aclaró que no es necesario incluir expresamente el matrimonio entre personas del mismo sexo, ya que el código actual otorga a las uniones de hecho los mismos derechos básicos que a las uniones formalizadas, lo cual puede funcionar tanto para parejas heterosexuales como homosexuales, con las debidas aclaraciones en la ley.

Estas iniciativas, divulgadas a través de una estrategia de comunicación que incluye a los medios, la escuela y la comunidad, no pretenden “homosexualizar” la sociedad, como han expresado con preocupación algunas personas a nuestro diario, sino humanizarla cada vez más, y facilitar a las familias instrumentos jurídicos y psicológicos que los amparen en su responsabilidad hacia todos sus integrantes.

Lo que pase entre dos personas de mutuo acuerdo, siempre que no afecte a un tercero, no es condenable moralmente, puesto que lo humano rebasa cualquier código”, estimaba en un artículo el profesor Jorge Juan Lozano, especialista en Ética y asesor del Centro de Estudios Martianos.

“Es preciso ver la cultura como un valor demostrable ante hechos concretos, no como adquisición académica, y uno de los termómetros para medir esa cultura es precisamente la flexibilidad del pensamiento. Entre personas cultas, sensibles no se disfrutan chistes ni se manejan códigos que denigren a la mujer, al homosexual, al negro, a cualquiera que sea diferente”, asevera Lozano.

“No estamos hechos para juzgar a los demás, sino para entenderlos en su realidad. Puede decirse que una persona posee antivalores si es envidiosa, cruel o poco solidaria, cualquiera sea su posición en materia sexual”, agregó.


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Mayte María Jiménez

Periodista del Diario Juventud Rebelde y editora del Suplemento En Red, dedicado a Ciencia, Salud, Tecnología y Medio Ambiente. Aborda temáticas relacionadas con juventud, sociedad, salud, ciencia, economía y otros tópicos de la actualidad nacional de Cuba. Coautora del libro Periodismo incómodo: la cuadratura del círculo, de la Editora Abril

Se han publicado 3 comentarios


Paloma
 9/5/14 14:14

...pues de eso se trata, el respeto al otro. Soy contraria hacer comparaciones para desestimar o no un asunto. De lo que se trata es de evolucionar y comprender que junto al desarrollo científico tecnológico, necesariamente está el desarrollo del pensamiento, pues de otro modo no sería posible los avances que ha tenido la humanidad hasta nuestros días. Vivimos en una sociedad que nos posibilita abrir el pensamiento hacia formas más humanas de relación, en donde por supuesto la descriminación, la exclusión y la violencia no pueden cobrar espacio alguno. Y no se trata de aceptar o no este o aquel cambio; se trata de comprender que existen criterios alrededor de este tema que van resultando caducos pues en la misma medida en que se ahonda en la reflexión podemos concluir que hemos estado satanizando preferencias que en nada dañan a los demás. Todos somos seres sexuados y desde lo biológico eso tiene una significación. Es desde lo cultural en que las cosas empiezan a complicarse. Muchos ejemplos existen para ilustrar lo que digo; me viene a la mente por ejemplo, el caso de las niñas que le cortan el clítoris para que no disfrute del sexo: esto se realiza hasta hoy en pleno siglo XXI en muchos países, al doblar del mundo (como digo yo), porque de otro modo no es decente la mujer que no haya sido mutilada de esa forma tan brutal. Existen los testimonios de mujeres que abandonaron su país de origen para evitarse esa dolorosa experiencia y para no ser consideradas como prostituta. ¿Entonces? Cada cual tiene su cosmovisión, pero sería muy lamentable que a estas alturas cerráramos los ojos a la necesidad impostergable que tienen las personas de ser reconocidas por lo que valen, por lo que aportan, por lo que defienden independientemente de su preferencia sexual. Saludos.

Cristiano
 6/5/14 13:55

Quisiera felicitar a todos los que hacen posible que estemos en contacto y nos beneficiemos todos de tantos conocimientos. En cuanto al tema "El amor no Distingue sexos". Quiisiera comentar sobre el tema en si que es interesante pués si digeramos así. 1- El sexo no distingue amor. 2- El amor como expresión de sexo. 3- El sexo como expresión de amor. 4- Sexo y amor, que bueno. 5- Sexo sin amor, tal ves. 6- Amor sin Sexo, si lo hay. Todo eso es posible pero cuando se refiere a sexo entre parejas del mismo sexo y amor entre parejas del mismo sexo, realmente no lo acepto y no en prejuicio social, es simplemente algo contranatural. Por supuesto que muchas personas de todo el mundo admiten y aprueban esta actitud, pero. ¿Cuál es el punto de vista bíblico respecto a la homosexualidad? Las Escrituras muestran que Dios creó las facultades sexuales para que únicamente esposo y esposa tuvieran relaciones. Según:(Génesis 1:27, 28; Levítico 18:22; Proverbios 5:18, 19). Cabe señalar que la fornicación, un pecado que condena la Biblia, incluye tanto relaciones homosexuales como heterosexuales (Gálatas 5:19-21). Mi opinión acerca de los homosexuales es clara:“No tengo nada contra los homosexuales, pero no acepto su conducta” Por otra parte: ¿No deberían los cristianos respetar a todas las personas sin importar su preferencia sexual? Claro que sí. La Biblia declara: “Honren a hombres de toda clase”, o como dice la versión El libro del Pueblo de Dios: “Respeten a todo el mundo” (1 Pedro 2:17). De modo que los cristianos no son homofóbicos, sino que respetan a todo el mundo, incluidos los homosexuales (Mateo 7:12). Tampoco creo que mi opinión proeva el prejuicio contra los homosexuales “Para nada. No estoy en contra de los homosexuales, sino de la conducta homosexual”. “Pongamos un caso. Yo no fumo; de hecho, me da asco. Ahora supongamos que alguién piensa diferente porque es fumador. Yo no lo juzgaría porque fuma, y sé que no me juzgaría porque no fumo, ¿verdad? Pues lo mismo pasa con la manera en que ambos vemos la homosexualidad”. Estoy abierto al debate y a la comunicación. Saludos.

marianni98
 19/5/19 7:49

Lo siento pero no concuerdo contigo,los homosexuales son personas que han sufrido por mucho tiempo la discriminación, persecusión e injusto cuestionamiento por parte de las sociedades, los codigos penales y civiles, y la iglesia, que segun la Biblia no heredaran el reino de Dios xq no lo merecen, bueno aunque varias conductas de personas normales como follar antes del matrimonio tampoco iran al paraiso

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