miércoles, 1 de mayo de 2024

Glaucoma y diabetes

Las personas con diabetes son más proclives a padecer de glaucoma...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 11/03/2019
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Glaucoma
El glaucoma pudiera presentarse en ambos ojos, aunque por lo general la presión intraocular se empieza a incrementar primero en uno solo

El glaucoma es una enfermedad de los ojos donde la visión disminuye de manera gradual, aunque también pudiera suceder de manera repentina. Sin el tratamiento adecuado, esta enfermedad pudiera conducir a la ceguera. No obstante, con exámenes oftalmológicos sistemáticos, el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado, se puede conservar la vista.

LOS MECANISMOS DEL GLAUCOMA

El humor acuoso es un líquido transparente producido de manera continua dentro del ojo. Su secreción en cantidades adecuadas mantiene la salud de los ojos.

La parte anterior de los ojos se encuentra llena de este líquido y se elimina a través de un sistema de drenaje que ellos poseen. La producción, el flujo y el drenaje de este líquido es un proceso activo y continuo muy necesario para la conservación de la salud de estos órganos. Cuando el drenaje es normal, la presión del ojo se mantiene dentro de límites normales.

La presión interna del ojo o presión intraocular se encuentra en dependencia de la cantidad de fluido existente. Cuando el sistema de drenaje de los ojos mantiene una función normal, el líquido saldrá adecuadamente sin probabilidad de acumularse.

Esta presión intraocular puede modificarse a lo largo del día, pero manteniéndose dentro de límites capaces de ser manejados por estos valiosos órganos.

CUANDO HAY GLAUCOMA

En la mayoría de los diferentes tipos de glaucoma, el sistema de drenaje se ocluye y el fluido intraocular no puede drenarse. Cuando se acumula produce un aumento de la presión en el interior del ojo capaz de dañar al nervio óptico, sumamente sensible, y provocar la pérdida de la visión.

A medida que aumenta la presión del fluido dentro del ojo, se dañan las fibras nerviosas, las cuales son muy sensibles, y comienzan a ser destruidas.

La presión demasiado alta mantenida por mucho tiempo puede acabar deteriorando seriamente el nervio óptico, hasta producir una pérdida de la visión.

Existen otros factores además del descrito, pues algunas personas con presión intraocular básicamente normal también pueden padecer de pérdida de la visión por glaucoma.

POR DÓNDE COMIENZA EL GLAUCOMA

El glaucoma pudiera presentarse en ambos ojos, aunque por lo general la presión intraocular se empieza a incrementar primero en uno solo.

Con frecuencia, la visión lateral se afecta primero, y por eso al comienzo el cambio de la visión es pequeño y pudiera no notarse. Con el tiempo, la visión central o directa también se comenzará a perder.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

Lo más frecuente es que la acumulación de la presión del fluido dentro del ojo suceda lentamente, y por lo general no hay síntomas molestos o dolorosos. En la minoría de los casos, los síntomas pueden ser más severos, como puede ser visión borrosa, dolor en los ojos y la cabeza, aparición de halos color arcoíris alrededor de las luces brillantes e incluso pérdida repentina de la visión.

El glaucoma puede afectar a las personas de todas las edades, desde los bebés hasta los adultos mayores. Aunque todos estamos teóricamente en riesgo, aquellos con mayores probabilidades de padecerlo son los mayores de 60 años, los diabéticos, los familiares de personas con glaucoma, aquellos de ascendencia africana, quienes utilizan esteroides de manera prolongada y los llamados hipertensos oculares.

Aunque aún no hay total seguridad de por qué los canales de drenaje del ojo dejan de funcionar correctamente, el glaucoma no es contagioso ni amenaza la vida y rara vez causa ceguera si se detecta a tiempo y se trata correctamente.

Todas las personas deben hacerse exámenes integrales para descartar el glaucoma alrededor de los 40 años, y posteriormente cada dos o cuatro años. Quienes tienen mayor riesgo para desarrollar la enfermedad deben hacerse el examen cada uno o dos años a partir de los 35 años de edad.

La pérdida de visión causada por el glaucoma es irreversible; aunque si esta enfermedad se diagnostica a tiempo y se mantiene cuidadosamente el tratamiento adecuado indicado por un especialista se puede conservar la visión.

LA DIABETES Y EL GLAUCOMA

Las personas con diabetes son 40 % más proclives a tener glaucoma y el riesgo de padecerlo entre estos enfermos es tres veces mayor. En ellos puede presentarse el glaucoma neovascular, caracterizado por la aparición de nuevos vasos sanguíneos en la cámara anterior del ojo, también conducente a la ceguera.

En una investigación presentada en Ocular Surgery News se informó cómo el riesgo promedio de glaucoma aumenta en un 5 % por cada año transcurrido en la duración de la diabetes.

La diabetes, su duración y las cifras de glucosa en ayunas están relacionadas a un riesgo significativo mayor de glaucoma.

En otra reciente investigación se estudiaron 18 406 diabéticos. En dicho estudio se sugirió que el glaucoma en los diabéticos pudiera generarse por un aumento de la fibronectina y la proliferación celular en la malla trabecular. Otro mecanismo podría ser el exceso de humor acuoso en la cámara anterior del ojo provocado por la hiperglucemia.

En la mayoría de los estudios, las mujeres diabéticas presentaron una presión intraocular más elevada que los hombres diabéticos. Y una posible explicación a esta diferencia entre los dos sexos pudiera ser que las mujeres diabéticas tienen mayor tendencia a la obesidad que los hombres. Sin embargo, otras diferencias metabólicas pudieran ser las responsables de esta disparidad entre ambos grupos.

En general, se recomienda a los pacientes con diabetes su remisión a la especialidad de oftalmología para evaluar la posibilidad de glaucoma. Además de la educación sobre la retinopatía diabética, los pacientes con diabetes también deben recibir educación diabetológica en relación con el glaucoma.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.

Se han publicado 1 comentarios


Rina
 12/3/19 17:39

La diabetes es una seria enfermedad que no se puede tirar a juego

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