jueves, 2 de mayo de 2024

Preservar la seguridad, un trabajo de 24 horas (+Infografía)

Las fuerzas del Ministerio del Interior y la Policía Nacional Revolucionaria velan por el orden y la tranquilidad ciudadana durante el verano 2019...

Alejandro David Besada Basabe en Exclusivo 09/06/2019
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Policía Nacional Revolucionaria-Oficiales de tránsito
Las funciones y servicios policiales van dedicados a la prevención y neutralización de delitos comunes, a mantener la disciplina social y hacer cumplir las regulaciones en la vía.

Se acerca la etapa estival, una de las más festivas y alegres para los cubanos, pues en la mayoría de las familias niños, adolescentes y jóvenes disfrutan de sus vacaciones. Cabe entonces destacar y alertar sobre la importancia de mantener la disciplina, la responsabilidad social y vial.

Es entonces cuando el Ministerio del Interior (MININT), específicamente, la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y los agentes del orden acrecientan su labor, unido a los días previos a fin de año, cuando velan sin descanso por el bienestar social

TRABAJO A TIEMPO COMPLETO

El Ministerio del Interior asume entre sus funciones garantizar el orden doméstico y la tranquilidad ciudadana y para cumplir tales objetivos tiene como dependencia a la Policía Nacional Revolucionaria. En días donde, habitualmente, se juntan bebidas alcohólicas y relax en una mezcla explosiva, la PNR extrema medidas para prevenir accidentes y delitos.

Agentes de la ley hacen guardia diaria en las calles, aunque no reparemos en ello por la costumbre de tenerlos ahí siempre, velando por el cuidado de todos. Los carros de patrulla recorren los barrios a altas horas de la noche, resguardando los hogares, vigilantes ante cualquier acto criminal. Hombres y mujeres uniformados custodian los actos públicos en constante alerta para evitar infortunios.

Las fuerzas de la ley pueden mejorar y reinventarse en concordancia con los nuevos tiempos y con el apoyo de la población cubana (Foto: ACN).

La ONU considera a Cuba uno de los países más seguros de América, y eso en gran medida se debe a la rapidez con la que actúan los cuerpos de seguridad cuando de erradicar infortunios se trata.

Como reza el argot popular, sobran dedos para contar la de veces que la PNR ha llamado a conservar una conducta pública adecuada en épocas de ocio. Y, ¿en cuántas ocasiones se le hace caso? Normativas que garantizan el bienestar social, regulan la contaminación sonora, el consumo de bebidas alcohólicas mientras se conduce, entre otras, no pueden constituir una broma.

El número de delitos violentos ha aumentado en los últimos años (3086 homicidios entre 2012 y 2016, según la ONU), los vertederos se sobran, dos personas mueren diariamente por accidentes viales (que suman 4134 en 2019, según reporta la página oficial del MININT), debido a las múltiples indisciplinas en las calles, y ni qué decir de la competencia barrial por ver cuál bafle se escucha más alto (98 % de las quejas que recibe el CITMA).

La responsabilidad social debe educarse en la familia, fortalecerse desde la escuela y realizarse en el cumplimiento de la ley. Para la viceministra de Justicia Rosa Charró es una necesidad aplicar esta última de forma más exigente con los infractores de las normas de convivencia social y debe tener a los Órganos de Seguridad del Estado como su mayor defensor.

BUENO, PERO NO PERFECTO

Sin embargo, y aunque no constituye una generalidad, en ocasiones otra realidad nos inquieta. Errores, falta de experiencia y agravios constituyen la otra cara de la moneda que a los medios anticubanos se empeñan en resaltar.

Como institución, la PNR mantiene los ideales bajo los que fue creada, aunque debería prestarse mayor atención a incidentes como estos. Volver sobre la capacitación y la instrucción harán que estos y futuros inconvenientes queden resueltos. Mantener la tradición de oficiales íntegros, sacrificados y conscientes de la importancia de su labor es aún un gran reto.

Nada es perfecto. De erradicar estos y otros problemas se trata para mantener en alto mantener la confianza de los ciudadanos en las autoridades.

NADIE SABE LO QUE TIENE HASTA QUE LO PIERDE

Tomando todo lo ya dicho, debemos tener claro que, para suerte de los cubanos, las autoridades del país se diferencian en gran medida de los cuerpos policiales de las demás naciones e, incluso, del pasado.

Pocos recuerdan los asesinatos brutales durante las dictaduras neocoloniales. Las huellas de los crímenes aparecían por todo un país, donde ser hecho prisionero era casi una sentencia de muerte.

Culpan a nuestra policía de represora y violadora de derechos humanos, pero no son los nuestros quienes lanzan gases lacrimógenos, quienes balean a los niños hasta la muerte, quienes viven entre las drogas, de forma tal que no se distingue entre buenos y malos.

Criticar a las fuerzas públicas sin conocer la otra cara de la ley en el mundo es poco serio, pues la mayoría de nosotros ni siquiera hemos conocido los falsos positivos o los daños colaterales. Antes de reprochar cualquier actuación de alguno de sus miembros tenemos que ver la triste relación entre el pueblo y las autoridades en el resto de las naciones.

UN POCO DE HISTORIA

La Policía Nacional Revolucionaria (PNR) fue creada el 5 de enero de 1959. En sus inicios desarrolló importantes misiones, entre las que se destacan la lucha contra las bandas contrarrevolucionarias y la prevención de acciones terroristas contra la población civil y los objetivos económicos. Asimismo, estuvieron presentes en las labores de rescate tras el sabotaje al vapor La Coubre y en la Crisis de los Misiles.

Durante la Invasión por Playa Girón, el Batallón de la PNR jugó un papel destacado en la derrota de las fuerzas invasoras. En esos días, dieciocho agentes murieron en combate defendiendo el territorio nacional.

También participaron en los sucesos de la Embajada de Perú y después apoyaron durante el éxodo del Mariel y los eventos de la Oficina de Intereses, en 1980.

Con el derrumbe del Campo Socialista, los Órganos de Seguridad del Estado enfrentaron nuevos desafíos, como los hechos de agosto de 1994 en La Habana y los atentados terroristas, y cuanta situación haya requerido de su pronta actuación.

Actualmente, las funciones y servicios policiales van dedicados a la prevención y neutralización de delitos comunes, a mantener la disciplina social y hacer cumplir las regulaciones en la vía. Las fuerzas de la ley pueden mejorar y reinventarse en concordancia con los nuevos tiempos y con el apoyo de la población cubana, de manera que podamos cambiar todo lo que deba ser cambiado.


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Alejandro David Besada Basabe

Estudiante de Periodismo


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