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lunes, 4 de noviembre de 2024

Lactancia materna: fuente de nutrientes alimenticios y emocionales

Los beneficios de la lecha materna en el fomento del vínculo afectivo con su madre son prioridades de la Organización Mundial de la Salud...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 07/08/2014
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¿Que no es la leche materna su único alimento? Si tan solo tiene dos meses…

Y el asombro me inundó, porque aunque no tengo hijos todavía, sí tengo bien claro que entre las cosas más importantes para su bienestar luego de nacer está la lactancia. Lucía, mi sobrina, no quiero que se aparte de lo que los médicos recomiendan, con razón; no quiero que sea la excepción de lo que la Organización Mundial de la Salud establece como correcto, necesario, insustituible.

Sucede que no todas las madres pueden propiciarles una lactancia a sus bebés de igual manera, y que si detallamos más, algunas carecen no solo de la leche en abundancia sino también de pezones bien formados, que permitan la succión no tan dolorosa de la criatura. Sé bien que en algunos casos, una enfermedad que aqueje al pequeño en sus primeros días o semanas de vida, lo aparta del seno materno y es entonces cuando se les alimenta con otras leches o fórmulas, y después es casi imposible recuperar la nutrición natural pues no se desprenden fácilmente del  biberón.

Sin embargo, sé que a la mamá de mi Lucía le debe preocupar también que justo cuando su beba cumpla tres meses, ella debe incorporarse al trabajo porque de lo contrario, perderá su puesto, según lo establece la ley en el país en el que viven. No ha sido este un período remunerado y la incorporación rápida al medio laboral, de cualquier manera, alejaría a la niña del seno de su madre. Así le sucedió a mi mamá, 28 años atrás, y no deja de recordar su sufrimiento pues podía imaginar cuánto lloraría yo al tener hambre cada tres horas y estar ella tan lejos. Entonces mi cuñada pensará, ¿para qué querer brindarle una alimentación exclusiva a la bebé sobre la base de la leche materna si en poco tiempo no podrá tenerla?

Y aplaudo entonces que en Cuba, el Decreto Ley 234 regule lo relacionado con la licencia de maternidad y paternidad, y establezca que durante un año, la madre puede quedar al cuidado de su descendencia, recibiendo el 60 por ciento de su salario. Tiempo suficiente no solo para tejer los lazos afectivos irrompibles después, sino también para que se garantice esta práctica, tan recomendada por los galenos. El derecho de los padres a cuidar de sus hijos es también reconocido por esta legislación, solo después de que hayan cumplido sus tres meses de nacidos, período en el que la atención de la madre es irremplazable pues se potencia en ese momento la lactancia materna.

¿A qué viene tanta insistencia? puede preguntarse alguna mujer, ya madre o en proyecto de serlo, tal como le sucedió a Ivet María. “Muchas madres se han enfermado o han abandonado la lactancia por problemas de trabajo, e incluso algunas han abandonado a sus hijos, y el alimentarse con otras opciones no ha impedido que crezca y se desarrolle”. Sin embargo, es muy difícil encontrar otra fuente de carbohidratos, proteínas, grasa, vitaminas, minerales, anticuerpos y hormonas tan completa como esta.

Las anécdotas que pueda haber escuchado usted de madres amigas o familiares le permitirán comparar. De los bebés que se enferman con menos de un año, ¿cuántos de ellos son alimentados solamente con leche materna? Son los menos. Los que sí se encuentren en ese grupo de la interrogante, y no en el de los dolientes, padecerán menos alergias, infecciones del oído, gases, diarrea y estreñimiento; enfermedades de la piel y respiratorias, infecciones estomacales o intestinales. Tendrán, además, menos riesgos de presentar luego diabetes mellitus, caries, entre otros padecimientos.

El pediatra Alejandro Gutiérrez señala en conversación con Cubahora que quienes fueron amamantados en la infancia, sobre todo si sucedió en los primeros seis meses de vida, como sugieren los médicos, suelen tener menor tensión arterial, menor concentración de colesterol y menores tasas de sobrepeso y obesidad.

“La leche materna le proporciona al bebé una fuente importante de factores inmunológicos, y promueve además el desarrollo sensorial y cognitivo. Las enfermedades infecciosas y crónicas como la diarrea y la neumonía son dos de las causas principales de mortalidad infantil y es la lactancia materna el mejor antídoto contra ellas.

“El calostro es esa primera producción de leche materna después de dar a luz, rica en inmunoglobulinas, leucocitos y lactoferrina, entre otros componentes, y es muy importante que la madre se la proporcione a su hijo”.

Los beneficios de la lactancia materna hablan por sí solos, y no son exclusivos del recién nacido en el plano alimentario, agrega Gutiérrez. El vínculo que se establece con la madre es único, y ella encontrará en esta práctica una oportunidad de paz, sosiego y felicidad, el momento perfecto para sentir que con su bebé forma una sola unidad; para ofrecerle seguridad y amor.

“Realmente, si nos fijamos bien, es el ser humano el único mamífero que tiene un contacto visual y de voz con su madre cuando se amamanta. No en balde los senos están tan cerca del corazón, para que el niño pueda seguir escuchando los latidos como cuando estuvo en el vientre. Ese vínculo que estimula la conexión madre-hijo le prodiga amor, seguridad y calor al bebé, lo cual le ayuda a relacionarse con los demás”.

El amamantar, subraya Gutiérrez,  ayuda a la madre a disminuir de una manera más fácil las libras adicionales que se ganaron durante el embarazo, y con esta acción se reduce la probabilidad de que la madre padezca cáncer de útero o de mama, y además, se ayuda a espaciar los embarazos porque funciona como un método anticonceptivo.

Las instrucciones que una embarazada recibe han variado con el tiempo, afirman algunos, y es cierto. “La introducción de otros líquidos y alimentos es un tema que ha diferenciado a las generaciones porque en tiempos de mi abuela solo se hablaba de lactar y después se habló de sumar jugos, huevo, puré y compotas poco a poco. Eso es un punto a tener en cuenta, sobre todo porque hay madres que se incorporan rápidamente al trabajo y no es que sea errónea la decisión. Lo que sucede es que la leche materna debe ser el alimento por excelencia del bebé, y ya cuando se acude a la preparación de otros alimentos, esta se va relegando hasta que al final se abandona”, apunta Gutiérrez.

Ya lo aconseja la Organización Mundial de la Salud… este es el único alimento que le puede garantizar más de la mitad de los nutrientes y las necesidades energéticas del niño entre los 6 y los 12 meses, y un tercio entre los 12 y los 24 meses, razón por la cual sugiere que le sea suministrada de forma exclusiva hasta los seis meses.

“¡Un triunfo para la vida!” es el lema que se promueve este año en la jornada que habitualmente se celebra del 1 al 7 de agosto, durante la cual se pretende educar a mujeres y hombres en torno a la necesidad de ponderar esta acción durante el cuidado del bebé.

En nuestro país, además de que no cesarán las labores educativas y promotoras sobre el tema, se ha garantizado el suministro de leche materna a los niños prematuros y de bajo peso al nacer, a los que tienen dificultades para ser amamantados, a los operados, a aquellos a los que su madre no pueda ofrecérsela y a otros que, mayores de un año, hayan sufrido anomalías en el sistema digestivo, gracias a la existencia de bancos de leche materna.

Cada una de esas instalaciones le costó 25 mil dólares al país, y en ellas se procesan las reservas por pasteurización durante media hora a una temperatura entre 60 y 65 grados Celsius para eliminar gérmenes, incluyendo el virus del Sida, sin modificar sus características nutricionales e inmunológicas, evaluando también las calorías y proteínas.

No importa el costo económico si para la población es el beneficio, apuntan autoridades del Ministerio de Salud Pública, quienes aseguran que se aspira a contar con 20 centros como estos en el territorio nacional, siempre que las madres accedan a donar el excedente de este nutriente vital.

Y si son tantas las iniciativas para garantizar que un bebé pueda lactar, ¿por qué impedirlo? La alimentación complementaria debe asumirse, sobre todo a partir de los seis meses, aconsejan los médicos, y yo que todavía no soy madre, estoy segura de que no será este un problema para el cuidado de mis hijos pues con la lactancia materna les garantizaré nutrición alimentaria y emocional.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".

Se han publicado 1 comentarios


Futura mamá
 7/8/14 11:45

siendo así me esforzaré por amamantar a mi bebé aunque me duela la vida con esos halones que veo que dan jajaj pero lo más importante es que crezca fuerte y sano

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