martes, 7 de mayo de 2024

La voluntad de Blanquita

La delegada del Poder Popular de una de las circunscripciones de Micro X conversó en exclusiva con Cubahora de su experiencia en estos 15 años…

Liz Armas Pedraza en Exclusivo 04/11/2020
2 comentarios
Blanca Delegada
En la Circunscripción se ha comenzado a trabajar en un área de autoconsumo popular (Liz Armas Pedraza/Cubahora).

Su día comienza a las 5:00 am y pareciera que no termina nunca. Desde temprano, antes de llegar al trabajo, anda de un lugar al otro del barrio: saluda, observa, escucha, anota y por el camino va resolviendo lo que puede. Luego, a las 6:00 pm cuando regresa a casa, empieza entonces otra jornada laboral. Ese es su espacio, pero también lo es del vecino que la espera para contarle un problema, de la señora que viene con una queja y de aquella otra muchacha a la que ayudó la semana pasada y quiere agradecerle.

Si alguna palabra puede definir a esta mujer es voluntad. Blanca Esther Ballester Santos es madre y abuela, escritora de vez en cuando, declamadora también, cocina juntos a sus hijos, lee. Y como si el día tuviera más de 24 horas, es la delegada de la Circunscripción 114 de Micro X, en Habana del Este, desde el 2005. De su experiencia en estos 15 años conversó Blanquita en exclusiva con Cubahora.

¿Cómo organizas tu trabajo de delegada dentro de la Circunscripción?

Lo primero es que para resolver los problemas es necesario lograr una empatía entre tus electores, ellos te visualizan y te reconocen en esa función, por eso vienen y tocan la puerta en cualquier momento buscando ser escuchados. No obstante, nosotros no administramos, no tenemos recursos para eso. Lo que hacemos es buscar alternativas de solución a las inquietudes, además de tramitarlos.

Una experiencia positiva que tengo en cuanto a organización del trabajo dentro de la Circunscripción es una red que hemos creado con todos los presidentes del Comité de Defensa de la Revolución (CDR). Entones si, por ejemplo, sé que va a faltar el agua, me comunico con ellos y les digo “avísenle a su edificio que esta será la situación mañana, para que guarden el agua”. Es decir, los prevengo de cualquier situación que pueda suceder.

Otro punto importante es el trabajo con las masas y los aprendizajes de la convivencia en comunidad. Aquí hubo un problema con la pública (servicio de telefonía pública). Imagínate, nosotros estamos frente al mar, y el salitre junto al tiempo que llevaba eso puesto, tumbó la pública. Entonces a partir de un trabajo con las masas se logró restablecer en tres meses el teléfono: hay quien aportó el cemento, otros soldaron y se solucionó el problema. Fue una de las cosas que se logró desde el principio de yo ser delegada.

Cuando fui presidenta del Consejo Popular (y delegada de la Circunscripción) yo adopté un estilo de trabajo que, si era algo que tenía que resolver alguna entidad, en el instante, delante del aquejado, llamaba por teléfono y la persona escuchaba la respuesta. Y es que no se puede esperar a que caiga del cielo la solución. Lo que se pueda resolver con lo que tenemos a mano, se hace.

Desde su rol de delegada y además como presidenta de la FMC ha tenido que trabajar directamente con la juventud, las personas vulnerables y las mujeres de la Circunscripción. ¿Cuál ha sido su experiencia en ese sentido?

Para mí, el trabajo con los jóvenes es muy importante. De hecho, hemos logrado la reinserción de muchos al trabajo y otros ya se identifican con la comunidad y ayudan en cualquier cuestión que haga falta.

Precisamente junto a la juventud hemos hecho varios proyectos comunitarios. Tuvimos un proyecto que se llamaba “Noche de barrio”. Cada sábado por la noche hacíamos una actividad recreativa, como un bailable, con el financiamiento de los propios jóvenes aficionados que tenían un grupo y eso tuvo mucha aceptación.

Es que Habana del Este es mal llamada “ciudad dormitorio” y la recreación es importante y como hay mucha juventud se busca de alguna manera tratar de que ellos tengan alguna actividad. Por ejemplo, aquí todos los años en relación con la Casa de Cultura se ha hecho un plan de la calle, se hacen actividades de la rumba. Se trata de que por lo menos una o dos veces al año se haga alguna recreación ahí mismo en el parque, que funciona como un anfiteatro natural.

Por otro lado, es importante decir que fui la primera mujer presidenta del Consejo Popular de Micro X. En aquel momento existía resistencia a que fuera una mujer la que estuviera al frente, creían que debía ser un hombre. No obstante, estuve ahí por tres años y tanto mi desempeño como la relación que mantuve con todos fueron las mejores. Además, la inmensa mayoría de las delegadas actualmente somos mujeres.

Yo creo que en Cuba hemos avanzado en cuanto a la igualdad, la emancipación y el empoderamiento de la mujer. Sin embargo, todavía se puede hacer más. Y creo que en este sentido un punto importante para trabajar es con aquellas mujeres que están en las casas, que no se visualizan o no son totalmente reconocidas. Muchas de ellas a veces me buscan para saber los cursos disponibles o también buscar trabajo.

En cuanto a las personas vulnerables ten en cuenta que aquí viven 183 adultos mayores. El tiempo que estuve como presidenta del Consejo Popular me tocó mucho la sensibilidad porque me encontré con personas mayores que vivían solos, problemas entre familias, algunos que no son bien atendidos. En el caso mío, hasta los domingos yo habría el Consejo porque mientras las puertas estén abiertas siempre alguien irá.

Blanca Esther Ballester Santos es madre y abuela, escritora de vez en cuando, declamadora también, cocina juntos a sus hijos, lee y además es la delegada del Poder Popular de la Circunscripción 114 de Micro X (Fotos: Cortesía de la entrevistada y Liz Armas Pedraza/Cubahora)

En la situación epidemiológica que vive el país a causa de la COVID-19, ¿qué han hecho desde la comunidad?

En la circunscripción se me dio un caso en dos edificios, eso se convirtió en un control de focos que duró aproximadamente seis días. Ahí tuvimos que hacer pesquisas, buscar los contactos, juntos a los presidentes de los CDR apoyamos a los médicos en sus labores.

Por otro lado, repito una vez más que los jóvenes en esta circunscripción son imprescindibles. Junto a cuatro de ellos creamos un sistema de mensajería que entregan el pan, los medicamentos, lo que fuera necesario a diez o doce núcleos diarios donde viven personas vulnerables. La mayoría son jóvenes que trabajaban por cuenta propia y al cerrar la mayoría de los negocios se incorporaron a estas funciones. Por ejemplo, uno de los jóvenes que vive en este edificio, que también hacía la mensajería de los medicamentos, dio el paso al frente para trabajar en el Centro de Aislamiento de Cojímar.

También es importante decir que hemos tenido muchos trabajos. Yo como delegada hice una caracterización de la circunscripción: cuantas personas vulnerables, cuántos discapacitados, casos sociales, incluso tenemos en cuenta hasta el personal delictivo. Todo esto para poder dar una atención personalizada a cada una de las familias.

Además, en la Residencia Estudiantil de Micro X, que donó la Universiad de La Habana, tenemos un total de 80 familias de Diez de Octubre y Regla afectadas por aquel tornado que arrasó con parte de La Habana en 2019. Para ellos ha sido muy difícil adaptarse a la vida en comunidad porque vienen de unas condiciones y una realidad diferente. No obstante, poco a poco vamos logrando un acercamiento. El tema de la COVID-19 cogió a muchos núcleos de los que viven allí aun sin el traslado de la libreta y tuvimos que movernos rápido para que ninguno de ellos quedara desprotegido o le faltara algo. Realmente, ha sido un trabajo muy arduo.

¿Dónde usted presenta y defiende los problemas de la Circunscripción?

Yo tengo un mecanismo de trabajo que hasta ahora me ha sido eficiente. Antes de la Asamblea de rendición de cuentas yo me reúno con todos los presidentes de mi área, de mi circunscripción para hacer el banco de problemas que hay en el barrio. Los que se han resuelto y los que faltan por resolver, para que no nos coja nada de sorpresa. Luego, esos planteamientos que surgen en el proceso de rendición, se recogen en actas y se tramitan a la secretaría de la asamblea.

A veces las entidades se demoran al dar las respuestas, se vence el tiempo y nosotros hacemos la reclamación de por qué no nos ha dado la solución cuando estaba pactado. Por eso digo siempre que el delegado tiene que darle una constante observación al planteamiento, llamar a las entidades. A veces ellos dan una respuesta, y si yo no considero que no es la apropiada y como persiste el problema, yo reclamo.

Además, tenemos varios espacios. Por ejemplo, en la reunión del Consejo podemos discutir con las administraciones la solución de determinado problema. Existen también planteamientos que son por despachos, es decir, cualquier elector me puede dar una queja, aunque no sea la asamblea de rendición de cuentas. Yo incluso se lo digo a mis electores: “no tienen que esperar a reunirse conmigo para contarme la inquietud”.

En el caso nuestro, como yo tengo caracterizado los problemas, yo sé las carencias de cada edificio. Y en el en consejo cada delegado defiende los problemas que tiene para buscar una solución. Y yo voy con los míos, y digo, por ejemplo “desde hace 5 años a mí no se me reparan estos edificios”. Tienes que hacerlo con mucha fuerza, evidencias y argumentos.

Yo pienso que a veces más allá de los recursos está la voluntad de resolver los problemas, en cómo insiste para solucionarlo y hacer todo lo que sea posible. Es cierto, nosotros no tenemos recursos, pero tenemos que buscarle las alternativas.

¿Qué cuestiones se han logrado en la Circunscripción y cuáles no?

En la comunidad yo pienso que se ha logrado un buen trabajo con la juventud y, además, se han resuelto problemas importantes con la participación de las masas. Se reparó la pública, darles mantenimiento a algunos edificios, nació el parque que está en Micro X. Además, hemos resuelto las tapas para los tanques de los edificios y la instalación de gabinetes inteligentes para instalar teléfonos fijos en la vivienda.

La insatisfacción que tengo, por ejemplo, es que no se ha logrado terminar la instalación de los teléfonos. De los edificios que tengo, solamente cuatro son los que tienen la mayoría teléfonos. Otra cosa que queda pendiente es hacerle el mantenimiento a algunos edificios que hace 30 años están sin ni siquiera una pintura, esto me preocupa muchísimo y ya estamos trabajando en eso. También es necesario resolver la situación de los viales no solo en esta comunidad sino el Consejo Popular.

El trabajo del delegado es muy bonito, noble y trabaja desde lo social. Hay que estar constantemente relacionándose con la comunidad y escuchando a los demás.


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Liz Armas Pedraza

Amante de los datos y el deporte. Periodista y cubana.

Se han publicado 2 comentarios


Carlos
 17/11/20 12:51

Que falta hace clonar a esta compañera o que los dirigentes se vean reflejados en su ejemplo y entrega, que falta le hace al reparto Alamar personas con esta entrega, para nadie es un secreto que para muchos electores no conocen ni al delegado de la circunscripcion y sabemos que ellos no tienen los recursos en sus manos pero ese trabajo que ella hace es el que tienen que hacer todos estos funcionarios, para que el pueblo se sientan representados.FELICIDADES COMPAÑERA.

Elena
 7/11/20 11:08

Bonito trabajo. Esa es la base del pueblo en Cuba

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