jueves, 2 de mayo de 2024

“La trayectoria revolucionaria de mi abuelo es incomparable” (+Audio)

Revelaciones de un nieto hablando de su abuelo, un combatiente del Ejército Rebelde, miembro de la Columna 1 «José Martí», dirigida por Fidel…

Narciso Amador Fernández Ramírez en Exclusivo 26/07/2022
0 comentarios
Julio-su nieto Carlos Alberto
Julio y su nieto Carlos Alberto, continuador orgulloso del legado de su abuelo (Cortesía de Carlos Alberto Carvajal López)

Hoy, 26 de julio, es un una fecha gloriosa para los cubanos. Ese día de 1953 se intentó tomar el cielo por asalto por un grupo de jóvenes de la Generación del Centenario, encabezada por Fidel Castro, al atacar los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo.

Hoy es el Día de la Rebeldía Nacional, pero también este martes 26 de julio se conmemora en muchos países, incluido el nuestro, el Día de los Abuelos, una Jornada Mundial que comenzó a celebrarse el pasado año 2021 y en la cual, el Papa Francisco apeló al diálogo entre abuelos y nietos, al afirmar: “¡Sin el diálogo entre abuelos y nietos la sociedad no puede ir adelante!” “Por favor, encontraros y dialogad. Os hará felices a todos”».

Por eso, revelar el amor y admiración que siente Carlos Alberto Carvajal López por su abuelo Julio López Granado, un octogenario combatiente del Ejército Rebelde, miembro de la Columna 1 «José Martí», incorporado como práctico el 17 de enero de 1957, siendo apenas un niño y participante en varias acciones combativas y en la inolvidable Caravana de la Libertad de Enero de 1959, es una muestra palpable de como el legado revolucionario de hombres como Julio encuentran su continuidad en jóvenes como Carlos Alberto, hoy director Contable Financiero de la Empresa Eléctrica Provincial de Villa Clara.

«La trayectoria revolucionaria de mi abuelo es incomparable. Desde su niñez hasta los días de hoy el sigue luchando contra lo mal hecho, con su avanzada edad ayudando a la Asociación de Combatientes y gestionando soluciones que nadie quiere ser protagonista. Es la mano que todos esperan se levante en una reunión para plantear un problema que afecta a muchos, pero que hay poco valor para plantearlo.

«No todos los nietos tenemos el orgullo y el privilegio de contar con una persona así. Pienso que nació en el lugar correcto y que le inculcó todos los valores de la Patria y fue que nació en lo más profundo del Oriente cubano. Es por eso que, año tras año, al paso de la Caravana de la Libertad lo vemos lucir su uniforme verde olivo y sus medallas, destellos de sus logros alcanzados.


El capitán (r) Julio López Granado vistiendo el honroso uniforme verde olivo y sus bien ganadas medallas; de las cuales, la de mayor significado es la de ser miembro de la Columna 1 «José Martí», a las órdenes del Comandante en Jefe Fidel Castro (Narciso Amador Fernández Ramírez/Cubahora)

«Cumplió misiones en Angola, en Etiopía y en la antigua Unión Soviética -esas son las que recuerdo, pues realmente yo era niño-. El cariño que me proporcionó era diferente del que se acostumbra recibir de los abuelos, pero igual, era amor y cariño con otro color. Lo veía cuando venía de sus viajes, pero siempre estuvo muy preocupado por el bienestar de la familia, que le hacía falta a la familia.

«Cuando se celebra un cumpleaños se roba el show con sus historias y los trabajos que pasó en su niñez, con muchas limitaciones económicas. Él hace cuentos de cuándo se puso el primer par de zapatos, de las cosas que se comían en su casa, desde pequeño trabajando en los cafetales, sin zapatos.

«Muchas necesidades que tuvo. Muchas más de las que hoy existen, pero con grandes valores que le proporcionaron sus padres, pues nunca robó, lo que nos hace entender que para alcanzar resultados hay que trabajar, que nada es gratis. Por eso la familia lo ve como el patrón modelo de hombre enteramente formado.

«Es ejemplo para las generaciones de hoy, aunque hoy, repito, se piense de una manera distinta. En varias ocasiones, haciendo comparaciones, varias personas me dicen: “Si fuera como tu abuelo” y, eso quiere decir, que si las cosas se hicieran de la manera que él las hace, fueran diferentes».

Y ese es el mejor retrato de Julio, ese guajirito nacido en la finca La Magdalena, Sierra Maestra, el 18 de mayo de 1942, quien el mismo día del primer combate victorioso del Ejército Rebelde, el ataque al cuartel de la Plata, el 17 de enero de 1957, se sumó como práctico a las filas del Ejército Rebelde y desde entonces hasta la fecha no ha hecho otra cosa que ser el mismo revolucionario y patriota inconforme y valiente que dice las cosas tal cual son, sin pelos en la lengua, ni compromisos con nadie, excepto con Fidel, Raúl y ahora Díaz-Canel que para él son lo mismo que la Revolución.

Si para el capitán (r) Julio López Granado el 1ro de enero de 1959 es un hecho glorioso e incomparable, pues trajo la libertad para su patria, también el 26 de julio es una fecha de honda significación, pues ese día se reinició la lucha de Céspedes, de Martí y de tantos otros hombres que han caído por la independencia de Cuba.

Su vida siempre ha estado al lado de los humildes y es honrado hasta la médula, como le enseñó, según me cuenta, su papá Emilio, Millo, como conocían a ese gallego de la Sierra Maestra, pobre, pero trabajador y honesto.

Julio tiene a Fidel en un altar y al hablar de él se le hace un nudo en la garganta, aunque siempre lo hace en presente. Fue su jefe en la Sierra y luego le ha sido fiel de por vida. A su llamado cumplió tres misiones militares en Angola y una en Etiopía. Mientras, de civil, lo hizo una vez en la propia Etiopía, otra en Irak, en Libia y en Viet-Nam.

Hasta estuvo, como recordaba su nieto Carlos Alberto, en la ex Unión Soviética, nada menos que en la Siberia, donde, confiesa, pasó los fríos más grandes de su vida.

Carlos Alberto es un nieto agradecido, mientras Julio es el abuelo orgulloso del mayor de sus nietos, a quien ve continuador de sus ideas, su lucha y su ejemplo, y eso, para para él, resulta el mayor legado en la vida.


Compartir

Narciso Amador Fernández Ramírez

Periodista que prefiere escribir de historia como si estuviera reportando el acontecer de hoy


Deja tu comentario

Condición de protección de datos