Convivir con la COVID-19, pero sin bajar la guardia

Dado el descenso sostenido de los casos confirmados con la COVID-19 en las últimas ocho semanas y el avance de la campaña de vacunación en todo el país, el gobierno cubano anunció una flexibilización de las medidas restrictivas para frenar el contagio de esta enfermedad.

Con anterioridad, el aumento de casos, tuvo como consecuencia el cierre de establecimientos estatales y no estatales dedicados al servicio de la población, un sacrificio necesario para la salud del pueblo, pero que también impactó en la economía. Esto sobre todo en los pequeños negocios que tuvieron que mantenerse cerrados o cuentapropistas que se dedicaban a actividades que se limitaron, como el transporte urbano.

Así que, sin bajar la guardia, teniendo en cuenta una situación epidemiológica más favorable, en algunos territorios como La Habana, Matanzas y Camagüey se decidió autorizar la reapertura de servicios gastronómicos. Por supuesto, siempre con el respeto a las medidas higiénico-sanitarias.

Camagüey también implementa medidas de flexibilización para facilitar servicios y trámites fundamentales a la población (Foto: Rodolfo Blanco Cué/ ACN)

Según señaló la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, esto comprende reestablecer los servicios a la mesa, en barra y mostrador en el interior de las unidades que cumplan los requisitos de ventilación y el distanciamiento de dos metros entre las mesas. Además, informó que se potenciara el servicio por reservaciones en todas las unidades con condiciones para ello, para evitar colas, aglomeraciones y la espera de las personas.

Clientes esperan por el pedido en restaurant El Louvre, ubicado en la ciudad de Matanzas, el 25 de septiembre de 2021. (Foto: ACN /John Villa Acosta)

En La Habana, bajo estos preceptos abrieron un total de 533 unidades, que incluyen establecimientos por cuenta propia, las unidades de Palmares, Egrem, Artex, Cimex, la Oficina del Historiador de La Habana y los círculos sociales. 

Por otra parte, en la misma capital, el pasado miércoles 29 de septiembre, su Gobernador de la Reinaldo García Zapata, anunció que se flexibilizaron medidas asociadas a los ámbitos de la recreación y la práctica de actividades deportivas.

Por ejemplo, según reportó Tribuna de La Habana, estas comprenden la autorización para realizar ejercicios físicos en la vía pública y en los gimnasios, incluyendo los locales que tienen ventilación artificial. Todo bajo la condición de que se cumplan estrictamente con los protocolos sanitarios como el adecuado distanciamiento físico y la desinfección de los equipos cada vez que se termine de usar por una persona.

Ya se permite realizar en La Habana realizar ejercicios físicos en la vía pública (Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate)

Asimismo, ya los habaneros pueden disfrutar del añorado Malecón, ir al Coppelia o visitar las playas, actividades recreativas que rescatan la vida de la ciudad, pero que se deben realizar de forma responsable.

Personas ya pueden disfrutar del Malecón habanero (Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate)

En las playas es obligatorio el uso del nasobuco, excepto en el mar, y las piscinas trabajarán al 50% de su capacidad.

También en la capital otros servicios abren al público. Tal es el caso de los notariales, el Registro Civil y el Registro de la Propiedad. Para estos se ha organizado la atención a la población por citas, a partir de la recogida de los documentos, para evitar aglomeraciones; informó Tribuna de La Habana. 

Con un 46.4% de la población total del país que ya ha completado su esquema de inmunización de tres dosis y casos que van en disminución, es un buen momento para reactivar la economía y la vida en los territorios cuyas condiciones epidemiológicas lo permitan. Sin embargo, se deben la mantener las medidas de prevención higiénico-sanitarias, y el cuidado a los más vulnerables. En la responsabilidad está la capacidad de frenar la pandemia.