martes, 30 de abril de 2024

Apuesta por el futuro: comunidades resilientes y sostenibles (+Audios)(+Video)

Un grupo de arquitectos y urbanistas cubanos ofrecen sus opiniones acerca de cómo pueden contribuir al mejoramiento de la ciudad y de sus barrios más desfavorecidos...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 09/11/2021
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Intervenciones constructivas en El Fanguito
Intervenciones constructivas en El Fanguito. Al decir de la arquitecta y urbanista Gina Rey, para que se produzca una real participación ciudadana en el campo del urbanismo se debe concertar con las instituciones involucradas y con la comunidad, que será la encargada de darle seguimiento a la realización de los programas hasta su total culminación. (Maya Ivonne Quiroga Paneque / Cubahora)

Promover la planificación eficiente de las ciudades, reducir el impacto ambiental que producen, mediante la creación de espacios adecuados para la recreación, servicios urbanos y viviendas que satisfagan las necesidades de las comunidades son algunos de los retos que tienen por delante los urbanistas de todo el orbe.

El manejo de comunidades sostenibles es uno los objetivos de la Organización de las Naciones Unidas, para el año 2030. En ese contexto resulta vital la disciplina que se encarga del diseño de los espacios en las urbes en aras de mejorar la calidad de vida de los habitantes.

Este 8 de noviembre, en más de treinta naciones de cuatro continentes, se celebró el Día Mundial del Urbanismo por iniciativa del urbanista argentino Carlos María della Paolera. Desde Cubahora ofrecemos un abordaje de la temática en la Mayor de las Antillas.


El proyecto de rehabilitación en el barrio habanero de El Fanguito busca mejorar la calidad de vida de sus habitantes, crear ambientes sanos con espacios verdes y reducir la contaminación del río Almendares, símbolo de La Habana. (Foto: Maya Quiroga). 

URBANISMO, PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO LOCAL

Grupos multidisciplinarios, encabezados por urbanistas y arquitectos, han identificado los tres problemas fundamentales de las ciudades cubanas: la vivienda, el transporte y la infraestructura urbana.

En opinión del arquitecto Abel Tablada, profesor de la Facultad de Arquitectura de La Habana, “las ciudades de la isla no han escapado de un deterioro que va más rápido que su capacidad para recuperarse y reproducirse y de un aumento general de la pobreza material y cultural debido a múltiples causas, las más importantes: el bloqueo estadounidense y la incapacidad de aprovechar los inmensos recursos humanos formados durante décadas para generar riquezas y desarrollo sostenible de forma independiente”.

El desarrollo local ha motivado disímiles reflexiones, debates, propuestas y políticas encaminadas a una gestión pública más descentralizada y participativa. 

Como bien ha anotado la urbanista Rosa Oliveras: “…la participación ciudadana conduce a un cúmulo de ideas, enfoques y soluciones amplios, a partir de la visión particular y colectiva de los involucrados, partiendo de la cooperación, es decir, accionar juntos para lograr un propósito común. Las instituciones o personas involucradas en el acto de cooperar unen sus esfuerzos frente al objetivo trazado”.

A propósito, añade Gina Rey, Doctora en Ciencias Técnicas y Máster en Ordenamiento Territorial y Urbano: “Para que se produzca una real participación ciudadana en el campo del urbanismo se debe concertar con las instituciones involucradas y con la comunidad afectada en este proceso, que será la encargada de darle seguimiento a la realización de los programas hasta su total culminación”.

Para la arquitecta Ángela Rojas: “Las ciudades y los barrios pertenecen a quienes los habitan y nadie tiene derecho a transformarlos olvidándose de su pasado y de sus símbolos. Los arquitectos tenemos la obligación de trabajar en la revitalización de las partes de la ciudad que más lo necesitan, pero siempre partiendo de los valores existentes. No se trata de recuperar nuestra firma sino de recuperar lo valioso, por muy escondido que esté, y mejorar lo necesario para las personas que ahí viven”.  

Por su parte, Enrique Fernández advierte que para restañar las heridas de las ciudades es vital “hacer cambios profundos en los procesos de gestión, en los ámbitos del planeamiento, del diseño y la construcción, abandonar las intervenciones en nuevos desarrollos para dar el protagonismo que debe corresponder a su regeneración y rehabilitación, utilizando, además, los amplios potenciales endógenos que poseen”.

Un llamado a que los convoquen a trabajar por las barriadas y a que atiendan a sus propuestas hace el arquitecto Norman Medina. Es que los barrios constituyen las células que van a configurar todo el gran tejido que es la ciudad, dice Humberto Ramírez, presidente de la Sociedad de Arquitectura de La Habana, y apunta que los barrios desfavorecidos requieren de un cuidado especial, pero debe ser un proceso sistemático.

“Tiene que formar parte de todo un plan, un diseño con los debidos controles y proyectos, de manera que la actividad pueda hacerse planificada y no de una forma totalmente espontánea, sin ningún tipo de trabajo profesional, para que todo vaya fluyendo de una forma más equilibrada y coherente”.

 Según el profesor Tablada: “El mejoramiento de las condiciones del hábitat en los barrios y el empoderamiento de sus residentes les permitiría tener mayor resiliencia ante las venideras crisis económicas y ante el cambio climático que producirá una mayor frecuencia de fenómenos extremos relacionados con lluvias y vientos fuertes, sequías y olas de calor”.

Adiciona que: “La provisión de infraestructura y equipamiento en los barrios y ciudades en general, desde el punto de vista de la calidad de las viviendas, resistentes a estos fenómenos, utilizando estrategias de diseño bioclimático y baja demanda energética, con autoconsumo energético y alimentario y mejorando su accesibilidad y movilidad serían pasos urgentes para cumplir con algunos de los objetivos de la Tarea Vida y de la Nueva Agenda Urbana trazados por nuestro gobierno”.

Lo anterior no puede ser a base de impulsos e improvisaciones para calmar desánimos e insatisfacciones, señala. “Requiere del concurso de equipos multidisciplinarios entre los cuales, los arquitectos y urbanistas deben tener un papel protagonista por su formación integral. Las acciones que se realicen deben estar planeadas y consensuadas entre los profesionales, las autoridades y los residentes, de forma tal que las acciones y los recursos empleados tengan un impacto sostenible en el tiempo y sean multiplicadoras de comportamientos y formas de accionar adecuadas”.

Desde la visión del arquitecto Aníbal Del Prado Cartaya, proyectista general de la Empresa de Proyectos Restaura, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, tanto los urbanistas, diseñadores, arquitectos como ingenieros pueden contribuir con sus saberes en las intervenciones que hoy se realizan en los barrios vulnerables.

“Un proyecto es una estrategia con luz larga que contempla de manera integral la solución a varios problemas. No se puede improvisar, ni tomar decisiones por quienes no son proyectistas. Los resultados no son, no pueden ser, los mejores. Siempre lo digo, es cómo hacer música sin compositores.

”Es necesario que se acabe de autorizar el ejercicio de los proyectos en la modalidad no estatal, para poder cubrir el vacío que existe en la actividad de proyectos. La empresa de proyectos estatal no está diseñada para brindar estos servicios y la actuación del Arquitecto de la Comunidad tampoco satisface. Por una parte, son pocos por municipio y, por la otra, muchos no son arquitectos. Estamos reclamando nuestra participación en el mejoramiento de las ciudades”.

Similar criterio aporta el doctor en Ciencias Técnicas Ruslán Muñoz para quien la ciudad es un organismo vivo que debe funcionar, alimentarse, moverse, respirar: “Los arquitectos no podemos accionar sobre ella sin la existencia de un marco legal favorable al crecimiento económico de la ciudad (economía urbana), sin asociaciones donde podamos crear libremente apegados a las normativas urbanas, a los valores urbanos y arquitectónicos, al consenso de criterios de una comunidad que solicite, con prioridad, cuáles son sus demandas fundamentales”.

El también profesor de la Facultad de Arquitectura concluye así su intervención: “No podemos accionar si se imponen criterios dogmáticos marcados por el intrusismo profesional. No podemos accionar sin el acompañamiento crítico de un periodismo especializado en temas urbanos y arquitectónicos que sea fuerte, constructivo, que alerte de los peligros, que debata sobre los problemas, que se involucre verdaderamente en los males que afectan a la ciudad y sus ciudadanos”.

En representación de todos los profesionales entrevistados Orlando Inclán, de la Empresa de Proyectos Restaura, de la Oficina del Historiador, brinda en el siguiente video su mensaje en saludo al Día Mundial del Urbanismo.


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión

Se han publicado 1 comentarios


Madeline Menéndez
 9/11/21 14:13

Muy oportuno y necesario el artículo. La divulgación más amplia de materiales de este tipo reviste la mayor urgencia dada la crisis que afecta a nuestras ciudades con el detrimento de los altos valores que acumularon con el paso del tiempo y cuya reposición no se vislumbra.

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