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domingo, 6 de octubre de 2024

Rusia y Grecia ¿Una nueva alianza?

No pocos medios prestaron atención a la presencia en Moscú del primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, para reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin...

Linet Perera Negrín en Exclusivo 26/04/2015
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“Tsipras se reúne con Putin en momento crítico de las negociaciones”, “Europa recela encuentro entre Putin y Tsipras” y “¿Puede Rusia quitarle Grecia a Europa?” fueron algunos de los titulares de prensa que reflejaron la atención y relevancia dada por los medios a la presencia días atrás en Moscú del primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras para reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin.

Las interrogantes surgidas previas al encuentro crearon una especulación en torno a los posibles motivos de la visita del premier griego, en momentos en que se negocia la deuda de Atenas con sus socios europeos.

La jornada final de la visita a Moscú del líder de Syriza coincidió con la fecha en que Atenas debía pagar 463 millones 100 mil euros al Fondo Monetario Internacional.

Según informó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, al inicio de la visita oficial, el abanico de cuestiones a tratar entre ambos mandatarios fue amplio.

Las conversaciones giraron en torno a temas de cooperación financiera y las urgencias económicas de Grecia, según reportes de agencias informativas.

A pesar de las afirmaciones sobre una posible solicitud de rescate por parte del estado heleno a Rusia, Atenas no presentó ninguna solicitud formal de ayuda, señaló el ministro de Finanzas en Moscú, Anton Siluanov.

¿Cuáles fueron los resultados?

Durante la rueda de prensa conjunta ofrecida antes del término de las negociaciones en el Kremlin, Putin afirmó también que Grecia no había solicitado ayuda financiera, pero la cooperación bilateral podría contemplar posibles créditos de mutuo beneficio.

El mandatario ruso se encargó de despajar las dudas, al aclarar que se trataría de una colaboración en la esfera financiera y no una ayuda sencillamente.

En este contexto, Putin consideró la inclusión de Atenas en el proyecto gasífero Turkish Stream (Rusia-Turquía): el oleoducto que atravesará el Mar Negro hasta Turquía y terminaría en la frontera con Grecia.

De esta forma, facilitaría al país convertirse en uno de los centros importantes en Europa de distribución de agentes energéticos, pero coincidió en que resultaba en aquel momento una elección soberana del gobierno griego decidir si participaba o no.

Según anuncios de ambos gobiernos, en los próximos días firmarán un memorándum de cooperación para construir el nuevo gasoducto que suministrará gas ruso a Europa a través de Grecia, dijo Panayotis Lafazanis, ministro griego de Reconstrucción Productiva, Medio Ambiente y Energía.

Grecia se beneficiará mucho del proyecto, puesto que puede recibir energía barata y significativos ingresos presupuestarios, así como dividendos después de 2019 por el funcionamiento del gasoducto, subrayó Putin.

Anteriormente, el líder ruso había indicado que la economía griega recibiría cientos de millones de euros anualmente por el tránsito del gas.

Por su parte, Tsipras aclaró que Atenas está interesada en estudiar además las posibilidades inversionistas y la cobertura de la demanda interna energética.

Para Putin, la visita del jefe del Gobierno griego, que comenzó oficialmente el 8 de abril, "no puede ser más oportuna". Al catalogarla de esta manera hacía referencia a la necesidad de “recuperar el antiguo ritmo de intercambio comercial" en alusión al daño que las actuales medidas tanto de la Unión Europea (UE) y de Rusia, en respuesta, han causado al comercio bilateral.

De esta manera, Putin revelaba otra de las posibles cuestiones abordadas durante el encuentro: las sanciones europeas. 

Las medidas restrictivas impuestas por el bloque comunitario se debieron al apoyo del gobierno ruso a las poblaciones del Donbass (Ucrania) que no aceptaron la destitución de Víctor Yanukovich y las posteriores elecciones presidenciales. 

Como contraparte de estas, Moscú impuso medidas a los países europeos. En el caso de Grecia fue una que afecta sobre todo la importación de frutas y productos lácteos. Más del 40 % de los productos agrícolas del país estaban destinados al mercado ruso.

La nación helena espera la suspensión de la exclusión rusa sobre la importación de alimentos griegos. De destrabarse esta situación, podrían volver a exportar frutas así como productos del mar, carnes y lácteos. Un aspecto que representaría un alivio, al menos leve, para su situación financiera.

El premier griego señaló que con voluntad política ambos países hallarían las decisiones convenientes frente a las sanciones en el área de los alimentos, y consideró clave el desarrollo de la cooperación bilateral en el sector agrícola, al reconocer las dificultades para la exportación de productos griegos al mercado ruso.

En respuesta, el gobierno ruso dijo estar dispuesto a levantar la prohibición de compra de productos agrarios griegos para ayudar al país a superar su difícil situación económica, aseguró Alexei Ulyukayev, ministro ruso de Economía.

Asimismo, Atenas podría buscar gas más barato para los hogares, un aumento del turismo e inversiones rusas en el país, para propiciar el impulso económico muy necesario.

Para analistas, Grecia oficialmente no está buscando fuentes alternativas de financiación, pero un futuro préstamo de Rusia, o quizás otro país podría parecer una alternativa más favorable a cualquier nuevo rescate de la eurozona con las medidas impopulares y las reformas que conlleva.

¿Qué representa para Moscú la visita de Tsipras?

Rusia, por su parte, pudiera esperar que el Gobierno de Tsipras trate de mejorar en la UE las relaciones con Moscú y que tal vez logre impulsar a un levantamiento de las sanciones.

Precisamente, Tsipras declaró su desacuerdo con las sanciones. “No es una solución eficiente. Creemos que podría traer una nueva Guerra Fría entre Rusia y Occidente”.

En esta misma línea, su ministro de Relaciones Exteriores, Nikos Kotzias cuestionó la racionalidad y la efectividad de las medidas de la UE contra Rusia por el conflicto de Ucrania. Mientras, desde el primer día, Panos Kammenos, ministro de Defensa, abogó por unas relaciones más fuertes con Moscú.

Pero, la UE advirtió a Grecia buscar soluciones individuales en este punto de las sanciones y le pidió que todo el bloque hable "con una sola voz" ante Rusia.

Según expertos políticos, Moscú se beneficiaría de un aliado amistoso con poderes de veto dentro del bloque comunitario en un momento de aumento de las tensiones a raíz de la crisis ucraniana.

El ministro griego de Reconstrucción Productiva, Medio Ambiente y Energí  recalcó que Atenas y Moscú abrieron una nueva época en sus relaciones gracias a la visita del primer ministro griego y sus negociaciones con el mandatario ruso.

"El viaje a Moscú y los encuentros que tuvieron lugar aquí abren una nueva época en las relaciones ruso-griegas y favorecen los vínculos económicos y políticos", indicó Lafazanis.

"Grecia con las relaciones que desarrolla con Rusia eleva su papel internacional y mejora sus posiciones para salir de la terrible crisis actual", afirmó.

Los dos países, según el ministro heleno, pueden jugar un papel importante en el restablecimiento de la estabilidad y la seguridad en Europa.

Por otra parte, Lafazanis subrayó que hace falta cambiar las relaciones en el viejo continente que “debe estar formada por países de iguales derechos y una cooperación mutua por el bien de todos los pueblos y el futuro del desarrollo europeo”.

¿Qué opina la UE sobre los vínculos Rusia - Grecia?

Para los analistas, la visita causó incomodidad en Europa, sobre todo en Alemania. Antes del encuentro, la Comisión Europea (CE) advirtió a Atenas en contra de negociar un acuerdo por separado con Moscú, argumentando que el bloque europeo debería permanecer unido.

La CE le advirtió a Atenas que se alejara de una estrecha cooperación con Rusia pues según algunos políticos europeos, la UE no debería tener fuertes vínculos con Moscú.

Días antes de la cita, Martin Schulz, presidente del Parlamento europeo, advirtió sobre un excesivo acercamiento. En entrevistas con diversos medios, Schulz dijo que Atenas espera y recibe "solidaridad" por parte de Europa. A cambio, el viejo continente espera que siga apoyando los compromisos conjuntos, como, por ejemplo las sanciones contra Rusia.

Pero, tras la conferencia de prensa conjunta de Tsipras y Putin, Schulz consideró que el premier griego fue "cuidadoso" y no se desvió de la posición común europea.

Por otra parte, hay partidarios de la visita y optimistas de la política ruso-griega. La líder de izquierda en el Parlamento Europeo, Gabriele Zimmer, comentó que "no se trata de oponerse a los intereses de la UE y Rusia, sino que el primer ministro Tsipras resuelva los problemas del país, algo para lo que tiene el derecho”.

Ante todo este recelo, el ministro griego de Finanzas, Giannis Varoufakis, explicó anteriormente que su país no busca ayuda económica fuera de la UE.

Asimismo, subrayó que la visita se enmarcaba en el ámbito de la cordialidad y las relaciones bilaterales entre ambos países.

Para el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores griego, Constantinos Koutras, no hay razones para alarmarse. “No está prohibido llevar a cabo una política internacional multidimensional", declaró a la BBC.


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Linet Perera Negrín


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