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lunes, 14 de octubre de 2024

Más allá de Chanel y Fast and Furious

Los sucesos de los últimos días en La Habana alrededor de la pasarela de Chanel y la filmación de algunas secuencias de la saga hollywoodense Fast and Furious han motivado el festín de los medios de comunicación...

Iroel Eri Sánchez Espinosa en Escambray 09/05/2016
5 comentarios

Los sucesos de los últimos días en La Habana alrededor de la pasarela de Chanel en el Paseo del Prado y la Plaza de la Catedral y la filmación de algunas secuencias de la octava parte de la saga hollywoodense Fast and Furious, que afectaron el desplazamiento de la población por áreas céntricas de la ciudad, han motivado el festín de los medios de comunicación que los mostraron como prueba definitiva de la inexorable marcha cubana hacia el capitalismo.

¿Qué hacer? ¿Rechazar actividades que pueden beneficiar económicamente al país porque pertenecen a la industria cultural hegemónica? ¿Aceptarlas pero guardar un silencio vergonzante al respecto? ¿Abrirnos acríticamente a ellas? ¿Entregarles  temporalmente espacios públicos de alto valor simbólico y patrimonial e imponer en su nombre restricciones de movimiento a vecinos y transeúntes sin que medie una explicación de los motivos para asumirlas? ¿Abstenernos de utilizarlas para influir en sentido inverso en quienes son parte de una estrategia de influencia?

Si el desfile de Chanel era parte de la semana de la cultura francesa, por qué no aprovechamos para exhibir nuestra cultura en su sentido más amplio y, previo a sus pasarelas, los modistos y modelos franceses no asistieron como parte de su programa a una fábrica de guayaberas cubanas, a nuestro Instituto Superior de Diseño y a la Feria Arte para Mamá, más allá del rol de escenografía pasiva que aceptamos asumir. Si aceptamos el desfile de Chanel como un acontecimiento cultural, por qué entonces -en un país donde la cultura es derecho- integrantes de las organizaciones estudiantiles, obreras y gremiales en instituciones afines a esa actividad, y las de vecinos de los Consejos Populares cercanos al espacio donde se realizó, no recibieron invitaciones para sus miembros de fila que legitimaran ante los visitantes y el mundo nuestra sociedad, en las antípodas del glamour para las minorías.

Qué bueno hubiera sido que en nuestros medios de comunicación, o a través de las instituciones de la comunidad, las contrapartes cubanas de la producción de Fast and Furious solicitaran la cooperación de la población local ante los inconvenientes que se ocasionarían a la movilidad en el centro de la ciudad y le  expusieran los beneficios económicos o tecnológicos que esperaban obtener para el audiovisual cubano de esa producción que muy poco tiene que ver con el arte y mucho con el comercio y los estereotipos.

Recuerdo haber escuchado una vez a Fidel decir que si autorizaban a los norteamericanos a viajar a Cuba sería el gobierno revolucionario el que le pediría a las familias cubanas que les alquilaran sus casas. Creo que con esa afirmación el Comandante manifestaba su confianza en el pueblo forjado por la Revolución y también la necesidad permanente de la argumentación oportuna ante las situaciones que pueden crearse en un proceso como el que se desató a partir de los cambios en la política de EEUU hacia Cuba anunciados el 17 de diciembre de 2014.

No estamos ante una relación solo diplomática o institucional, es un enfrentamiento cultural donde los acontecimientos simbólicos cobrarán cada vez más importancia; un nuevo escenario en el que solo con el pueblo, con su protagonismo informado, podemos aspirar a salir victoriosos.

Mucho hemos aprendido en estos años, es hora de poner en práctica las enseñanzas de quien nos dijo, previendo este momento: 

“Con ideas verdaderamente justas y una sólida cultura general y política, nuestro pueblo puede igualmente defender su identidad y protegerse de las seudoculturas que emanan de las sociedades de consumo deshumanizadas, egoístas e irresponsables. En esa lid también podemos vencer y venceremos.”


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Iroel Eri Sánchez Espinosa

Se han publicado 5 comentarios


Soy
 10/5/16 14:03

Cierto que escuche disgusto en muchas personas que se acercaron y no pudieron ver nada, los vecinos solo pudieron ver algo desde los balcones, es cierto que a esos eventos en el mundo, solo van  las elites, lo hubieran hecho en otro lugar, (pabexpo por ejemplo) porque el Prado es de todo el mundo

EL DANY
 10/5/16 12:38

Claro que no amigos carlosvaradero seguimos con los secretos , hasta culturales QUE BARBARIDAD

carlosvaradero
 10/5/16 10:28

Me hubiera gustado ver el desfile de Chanel en nuestra TV, pero ni el NTV, ni ningùn espacio cultural ni de entretenimiento en nuesttros medios oficiales se hablò del asunto, al menos no oficialmente, sòlo quienes tenemos acceso a estas redes sociales, conocimos del evento.

Es correcto esto?

Saludos!

Darío
 9/5/16 17:15

Iroel... 'por favor'. ¿Y por qué no invitar a "las organizaciones estudiantiles, obreras y gremiales en instituciones afines a esa actividad, y las de vecinos de los Consejos Populares cercanos" al Festival del Habano y su subasta? ¿Por qué Mariela fue al desfile y no invitó a "las organizaciones estudiantiles, obreras y gremiales en instituciones afines a esa actividad, y las de vecinos de los Consejos Populares cercanos"? Por faaaaaaaaaaaavoooorrrrr...

PS. Me encantan esos plurales de la 2da persona 'nuestro'... 'Nuestro ISDI' ¿tú estudiaste ahí?

Todo es 'tan nuestro', que no tenemos cómo determinar que "las organizaciones estudiantiles, obreras y gremiales en instituciones afines a esa actividad, y las de vecinos de los Consejos Populares cercanos" vayan a ABC...

lona
 10/5/16 16:09

Darío, porque nosotros el pueblo cubano no somos VIP (very important persons). ¿O es que acaso tú te creiste el cuento de que en Cuba sólo existen dos clases sociales, obreros y campesinos? Por favooooorrrrrrr.

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