jueves, 25 de abril de 2024

Los mensajes de los pueblos del ALBA-TCP en Caracas

Los países del ALBA-TCP demostraron en Caracas que los pueblos del mundo tienen un solo mensaje: no es tiempo de levantar las armas, es tiempo de paz, de emancipación y desarrollo para nuestros países...

Bertha Caridad Mojena Milián en Exclusivo 18/03/2015
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Una cumbre es mucho más que un encuentro entre mandatarios, cancilleres y/o representantes de países interlazados por intereses comunes. Es un espacio para el diálogo, la búsqueda de consensos, la creación, el apoyo mutuo y el intercambio, aunque no en todo siempre ni en todas partes del mundo sucede así.

Pero las Cumbres de los países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) han logrado ser todo eso y mucho más. Es la extensión de una fuerza común en la que se extienden la mano países amigos, pueblos hermanos, sin pretensiones ni intereses mezquinos, banalidades, imposiciones, intromisiones, pues el respeto y el sueño colectivo de un mundo mejor  es el fin y el deseo por el que luchan todos.

Tal como se esperaba, los pueblos del ALBA-TCP volvieron a levantar sus voces en Caracas este martes para defender sus derechos a ser libres, a decidir sus destinos, a no permitir manos intrusas en los asuntos internos de los países de la región y el deseo de todos a vivir en paz, con justicia, igualdad de condiciones.

Muchos fueron los mensajes que esta Cumbre Extraordinaria nos dejó. Una y otra vez los mandatarios y cancilleres presentes ratificaron que Nuestra América cambió, que no es la misma de hace 20 años y que no se permitirá que nadie, de ningún lugar y con ninguna pretensión venga a pisotearla, muchos menos el imperialismo norteamericano.

Se exigió al gobierno de Barack Obama que se derogue el decreto presidencial que considera a Venezuela como una amenaza para seguridad nacional de los Estados Unidos, por considerarse injusto, desmedido, injustificado y una intromisión en los asuntos internos del país suramericano. Pero más que eso, se defendió el derecho de un hermano a no ser amenazado por nadie y contar con los demás sea cuales sean las circunstancias.

La solidaridad expresada fue más allá de la tierra de Bolívar y Chávez. Se abrazó el derecho de la presidenta de Brasil Dilma Rousseff a defender su proceso democrático por las vías establecidas, por encima de maniobras promovidas por la derecha y se apoyó de igual manera a la mandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner y demás funcionarios de su gobiernos contra los que se ha desatado una feroz campaña de desacreditación a nivel nacional e internacional.

Los miembros del ALBA coincidieron en Caracas, en resaltar a Estados Unidos como el principal violador de los derechos humanos en todo el mundo y se exigió una postura diferente si es realmente su interés llegar a la Cumbre de las Américas de Panamá en el mes de Abril en un ambiente favorable para la región. A propósito, se exigió fuertemente la eliminación del bloqueo financiero, económico y comercial impuesto a Cuba por más de 50 años.

La palabra “diálogo” se escuchó en varias ocasiones, muestra del verdadero deseo de resolver los problemas de la región y del mundo por la vía pacífica e incluso, se solicitó a Barack Obama acepte realizar conversaciones con el gobierno venezolano – tal como este último ha propuesto en otros momentos- en las que pueden participar como facilitar miembros de algunas de las instituciones más importantes de la región, como el ALBA, la CELAC, UNASUR y CARICOM.

Los hermanos del ALBA acudieron una y otra vez al ejemplo de Cuba, al legado de los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez, de quienes dijeron estar orgullosos, reconocerlos como guías indiscutibles de estos tiempos y de proyectos verdaderamente solidarios como esta unión ideada, soñada y materializada por ellos.

Con sencillez pero absoluta firmeza, con palabras claras y bien pensada el presidente Raúl Castro reiteró que los principios no se negocian, que  las posiciones de apoyo y respaldo a Venezuela son invariables y que habían venido a Caracas a cerrar filas con el pueblo bolivariano y su presidente Constitucional.

El mandatario cubano ratificó que los más de 40 mil colaboradores de las diferentes misiones sociales permanecerán en el país suramericano brindando sus servicios al pueblo en cualquier circunstancia y que la isla caribeña no cejará en la defensa de las causas justas del mundo, por eso la sociedad civil cubana irá a la Cumbre de las Américas para dar voz a los sin voz.

Se hizo sentir también que es imposible seducir o comprar a Cuba, o intimidar a países como Venezuela, que la unidad de nuestros pueblos es indestructible, pero hay que estar alertas y movilizar a movimientos sociales, obreros, estudiantes, campesinos, indígenas, mujeres y los pueblos en general para demostrar que ni el pueblo venezolano ni ningún otro, está solo.

Denunciaron también las feroces y desmedidas campañas mediáticas promovidas y financiadas por los monopolios de la comunicación contra los movimientos y gobiernos progresistas de la región, pues más allá de sus diferencias, defienden un solo camino y pretenden - por primera vez en siglos-, dar a los pueblos lo que Bolívar calificaría como la mayor suma de felicidad posible.

Los países del ALBA-TCP demostraron en Caracas que los pueblos del mundo tienen un solo mensaje: no es tiempo de levantar las armas, es tiempo de paz, de emancipación y desarrollo para nuestros países, de diálogo, de unidad, que el pueblo venezolano no está solo y que el mundo rechaza cualquier intento de intervención en la Patria Grande.

Aunque esta Cumbre extraordinaria del 17 de marzo en Caracas ya fue calificada de histórica, lo más importante es que ha marcado un antes y un después y no solo para la región. Abrió los ojos y movió las cimientes de muchos, asestando un golpe a los que creían que en tierras de libertadores, en tierras nuestramericanas aún se puede venir a imponer, dar órdenes, sacrificar a los pueblos.

Ojalá, como dijeran también allí los mandatarios, Estados Unidos rectifique, aprenda, pueda leer y entender los mensajes de los pueblos del ALBA, de los amigos del mundo, de los hombres y mujeres justos del mundo que quieren, para bien, seguir construyendo paz, hermandad y un futuro realmente mejor para todos.


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Bertha Caridad Mojena Milián

Joven periodista. Pinareña hasta la médula. Amante de la paz y de la risa.


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