miércoles, 24 de abril de 2024

Estados Unidos “recoge vela” con Venezuela ante VII Cumbre

A las puertas de la VII Cumbre de las Américas, y ante la repulsa mundial por su injerencia en Venezuela, Estados Unidos intenta minimizar la postura del presidente Barak Obama, quien calificó a la nación suramericana una amenaza a la seguridad nacional de su poderoso país...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 09/04/2015
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Por boca de dos sus asesores, el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, debió replegar su ofensiva actitud hacia Venezuela, a la que había declarado en una Orden Ejecutiva una “amenaza” a la seguridad nacional de su país, ya que al parecer olvidó que América Latina y El Caribe ya no constituyen su patio trasero y la agresión contra uno de sus Estados miembros es considera a la región en su conjunto, inmersa en una red de organismos y movimientos integracionistas.

La fórmula diplomática encontrada por la Casa Blanca para tratar de minimizar la arrogante postura de Obama está relacionada con la inminente celebración de la VII Cumbre de las Américas, este fin de semana en Panamá, donde se verán las caras los 35 jefes de Estado y/o gobierno – del continente o sus representantes.

Para algunos analistas, la Orden Ejecutiva del pasado 9 de marzo, a un mes de la cita panameña, es expresión de la errática política exterior estadounidense; otros pensaron en  un balón de ensayo para conocer la reacción de América Latina y el Caribe, pero la mayoría coincidió en la posibilidad de una agresión militar contra la patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez.

Estados Unidos se vio obligado a retroceder en sus posiciones injerencistas debido a la repulsa del pueblo venezolano – expresada en las 10 millones de firmas recogidas contra el decreto imperial-, y la de más de 180 países agrupados en el Movimiento de países No Alineados, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), centenares de personalidades, gobiernos, y movimientos políticos y sociales.

Está previsto que en la VII Cumbre el presidente venezolano Nicolás Maduro le entregue a Obama las rúbricas de su pueblo, expresión de que este no solo rechaza la Orden Ejecutiva, sino también la disposición de continuar trabajando en paz por el proyecto político Socialismo del siglo XXI emprendido por el fallecido Chávez, uno de los íconos revolucionarios del continente.

Aunque es sabido –por tratarse de un país imperialista- que Estados Unidos no renunciará a su estrategia de destruir la Revolución Bolivariana y apropiarse del petróleo de ese país, el hecho de que ahora se diga en Washington que Venezuela no constituye una amenaza para ellos, ya es una victoria de América Latina y El Caribe y de todos los que rechazaron el Decreto presidencial.

 Este martes, la Casa Blanca afirmó que Estados Unidos no considera a Venezuela una "amenaza" para su seguridad y que la orden de Obama en la que se declaró una emergencia nacional debido a la situación en el país suramericano, no fue un ataque al Gobierno legítimo de Maduro.

“Estados Unidos no cree que Venezuela represente una amenaza a nuestra seguridad nacional", afirmó el asesor adjunto del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Ben Rhodes durante una conferencia telefónica con periodistas para informar sobre el viaje presidencial a Jamaica y Panamá.

Aunque al parecer desconocedor del idioma español, al brindarle una connotación diferente a la palabra “amenaza”,  Rhodes argumentó que el uso de ese término " forma parte del lenguaje establecido para formular el tipo de órdenes ejecutivas” como la emitida por Obama, que incluye nuevas sanciones a funcionarios venezolanos a los que su país considera responsables de violaciones a los derechos humanos, según la óptica política norteamericana.

También el decreto, que tiene rango de ley, le ponía apellidos a la amenaza, al declararla “inusual y extraordinaria” contra la seguridad nacional del gigantesco país norteño.

Rhodes insistió en que esa Orden "de ninguna manera pretendía atacar al Gobierno venezolano".

Otro que trató de salvar la honrilla antes de la VII Cumbre fue Ricardo Zúñiga, el principal asesor de Obama para Latinoamérica en el Consejo de Seguridad, quien hizo énfasis ante la prensa  en que la Orden “se refiere a la situación interna", no a Venezuela como país, como un riesgo para la seguridad norteamericana.

"No negamos que el lenguaje del texto creó cierta confusión a nuestros socios" en la región, comentó Zúñiga ante reporteros.

Los dos asesores coincidieron en que las tensiones entre Washington y Caracas será seguramente uno de los puntos de mayor atención en la VII Cumbre, en la que por primera vez estará Cuba presente, invitada por el gobierno de Panamá.

En un tono poco creíble, Zúñiga admitió que la administración demócrata quiere una “una Venezuela pacífica, democrática y próspera", en tanto recordó que ese país es uno de los mayores socios comerciales de Estados Unidos.

¿Por qué el cambio tras el tropiezo diplomático?. Lo que ocurrió en realidad es que, más allá de las diferencias políticas e ideológicas existente entre algunos de los 34 gobiernos latinoamericanos y caribeños, ninguno  apoyó la Orden Ejecutiva, y, por el contrario, la mayoría se proyectó contra la injerencia estadounidense.

El pasado año, durante la II Cumbre de la Celac en La Habana, los gobernantes del Sur americano su declaración como Zona de Paz, lo que entra en contradicción con la política de la Casa Blanca hacia Venezuela, contra la cual organiza y financia planes de la disidencia interna contra la Revolución iniciada por Chávez y continuada por Maduro, además de las experiencias previas en otros países como Bolivia, Ecuador, Honduras, y más cercanamente Argentina y Brasil.

La “desacertada” decisión de Obama –en opinión de Maduro- lo único que logró fue levantar una ola de indignación mundial y de ahí el temor de sus colaboradores a que su intervención en Panamá sea un  fracaso.

Hace pocas horas,  luego de conocer las declaraciones de los dos asesores, el jefe del gobierno venezolano expresó su satisfacción por el rumbo que están tomando los acontecimientos.

Durante su programa semanal En contacto con Maduro, el Mandatario afirmó: "Yo saludo estas declaraciones que han sido emitidas por dos asesores del presidente Obama" y expresó que su gobierno está interesado “en la amistad con respeto, al referirse a las declaraciones de Rhodes, las que calificó de “interesantes”.

Una vez más la solidaridad mundial en torno a una causa justa gana la partida. Las próximas horas dirán en qué posición llega Obama a Panamá: si reconoce su error, o si intenta engañar con palabras melosas a sus colegas, la mayoría con deseos de decirle cuatro verdades al jefe del Imperio, al que pocos temen en esta región de mujeres y hombres valientes y dignos.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


Lianet
 9/4/15 18:36

¿Pero se eliminó el decreto, o no?

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