viernes, 29 de marzo de 2024

El privilegio de vivir en las montañas

El Plan Turquino es una de las obras más impresionantes que ha edificado la Revolución cubana, a pesar del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos al país...

Yuniel Labacena Romero en Exclusivo 28/10/2015
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Las montañas parecían tocarnos mientras intentábamos llegar a la comunidad de Providencia. La historia, singularidad y belleza atrapan a quienes decidan caminar por ese paraje, un asentamiento poblacional perteneciente al municipio Bartolomé Masó. Seduce el sitio con ese espectáculo único de amanecer que brinda la naturaleza con su flora y fauna.

Estuve allí, en esa zona de difícil acceso, ubicada en plena Sierra Maestra ycomprobamos lo orgulloso que están sus habitantes. La escuela primaria José Martí, el consultorio del médico y la enfermera de la familia, la sala de video y el parque infantil, por solo mencionar algunos detalles, demuestran que a pesar del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, Cuba no deja a nadie abandonado.

Más de 2000 pobladores viven en ese paraje de la geografía a los que llega también el sello distintivo de otras obras de impacto social, esencialespara quienes viven en el denominado Plan Turquino. Y son esas acciones las que ayudan  al aumento de sus niveles de vida mediante la educación, la salud, la recreación sana…, pues como ellos apuntan, Cuba tiene a todos sus ciudadanos muy presentes, aunque habiten en el último confín de la campiña.

Tales resultados avalan la obra de la Revolución durante estos años, aun cuandohace más de cinco décadas, el bloqueo ha centrado sus esfuerzos en provocar privaciones de todo tipo: hambre, enfermedades, sufrimientos, muertes; cerrar toda entrada de recursos, obstaculizar toda vía de desarrollo, provocar desaliento, desconfianza, desesperación.

En Providencia, como en otros muchos lugares de la zona montañosa, sus habitantes acceden en el propio entorno a casi la totalidad de los servicios que se ofrecen en las localidades urbanas. Pero: electricidad, carretera, telefonía, farmacia, panadería, bodega, círculo social, combinado de servicios, cafetería y cooperativas, más que esfumar la época en la cual reinó el olvido para los campesinos, hacen más grata su estancia.

Hasta allí llega también el desarrollo cultural a través de los promotores, instructores de arte, artistas aficionados y proyectos socioculturales, los que tienen el encargo de que los hombres y mujeres, lejos de ser meros espectadores, se conviertan también en protagonistas de algo que parecería un sueño si no fuera una realidad tan evidente en todos estos años.

La recreación sana reduce la ansiedad y la depresión, reza en una de las propagandas a la entrada de la comunidad y bien lo saben sus pobladores. Allí el círculo social es en un área permanente de recreación con los juegos pasivos y tradicionales, competencias de baile y actividades deportivaspara todos los gustos y colores. Los trabajadores de la cultura entregan jornadas con amor para que el arte esté disponible en bien de todos.

Quienes visiten este sitio granmense podrán estar en contacto directo con la historia. Esta localidad —donde se encuentran 28 sitios históricos—, fue escenario de las luchas decisivas para la alborada del primero de enero de 1959. En sus montañas se escribieron páginas que llevan en sí el decoro de muchos hombres. Ahí está la Comandancia de La Plata, sitio desde donde Fidel dirigió la lucha contra Batista, la casa donde radicó Radio Rebelde y se firmó la Primera Ley de Reforma Agraria. Muy cerca también, las comunidades de Buey Arriba y Caney de las Mercedes, parajes obligados en la década de los 50 para hombres como el Che.

Gervasio Avilés Piñeiro y Francisco Machín Guerrero, combatientes del Ejército Rebelde y colaboradores cercanos a Fidel, dijeron sentirse orgullosos de nacer y vivir en una zona que tanto aportó a la lucha. Aseguran que conocieron el pasado triste, de pobreza y abandono de los campesinos y por eso el presente es luminoso, aunque esa política genocida impida que llegue más desarrollo a la zona.

Nos sentimos bien aquí, en la escuela aprendemos cantidad, dijo a este reportero Yoanni un adolescente de tercer grado. Otros pequeños hablaron de cuánto tienen que estudiar, de la satisfacción por el parque con sus equipos y de seguir cuidando lo que tienen para ser felices en un lugar tan distante. Los más grandes hablaron de cómo acceden a las nuevas tecnologías, aunque no con sistematicidad, porque existe un bloqueo que viola de forma sistemática los derechos humanos de nuestro pueblo.

A 12 kilómetros de la cabecera municipal de Granma usted puede disfrutar de estas bondades. El Plan Turquino en la provincia abarca 1742 kilómetros cuadrados, en los que viven unas 9 1000 personas dedicadas, en lo fundamental, al cultivo de café y a la silvicultura. Kirenia Hernández García, una de ellas, agradeció la atención diferenciada que reciben teniendo en cuenta las condiciones en que transcurre la vida de la serranía. «Este proyecto engrandece con su realidad los sueños de la Revolución».

NACE UN PROYECTO SINGULAR

 

El Plan Turquino nació el 2 de junio de 1987 por iniciativa de Fidel con el propósito de lograr un desarrollo integral y sostenible de las zonas montañosas y de difícil acceso del país, conjugando armónicamente los requerimientos productivos con el desarrollo social, la conservación de la naturaleza y el fortalecimiento de la defensa del país. Estas zonas eran una parte importante del territorio nacional abandonado y olvidado antes de 1959, pues en honor a la verdad, hasta ese momento los habitantes de las zonas montañosas cubanas, vivían como personas carentes de condiciones básicas y elementales que les permitieran aliviar la vida en tan inhóspitos lugares.


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Yuniel Labacena Romero


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