Varadero y la mística del número cuatro en voleibol de playa

Antes de empezar la tercera parada de la actual temporada del circuito Norceca de voleibol de playa en el balneario más bello de Cuba y uno de los más famosos del mundo: Varadero, yo apostaba fundamentalmente por un oro en la justa masculina y alguna medalla, sin precisar color, en la femenina.

Varias eran las razones para hacer esos vaticinios. Debutaba el tándem de Sergio y Nivaldo en el certamen regional después de su primera incursión del año en el Tour Mundial, y entre todos los duetos varoniles ellos eran los de mejor ubicación en el ranking del orbe. Además, en esta misma playa ellos se habían impuesto en las tres últimas ediciones. Iban por el cuarto título ante su público.

Las duplas femeninas, en cambio, tenían menos abolengo, aunque Leila y Maylén ya habían subido al podio en la fase inicial del evento de la temporada de Norceca, con una plata en Aguascalientes, México, que dejaba un sabor muy agradable para el debut y auguraba que se podía esperar de ellas mejores actuaciones aún.

También estaba la otra dupla masculina, la de Daisel y Karell, de mucha experiencia en el circuito regional y que el año pasado subió más de una vez a lo más encumbrado del podio. De Varadero, no obstante, no traían buenos recuerdos, y quizá viniesen ahora por la revancha…

Karell y Daisel hilvanaron una cadena de tres oros en la temporada de 2017, que vieron truncarse en el balneario matancero, justo donde Nivaldo y Sergio se alzaron con la corona por tercer año consecutivo. Yo no soy supersticioso, pero parece que existe su mística con este exquisito paraje insular y el número cuatro para los cubanos.

Si el año pasado Karell y Daisel se quedaron con los deseos de seguir haciendo historia, este año Sergio y Nivaldo no pudieron tampoco llegar a su cuarto título en Varadero, y de paso hubiese sido un doblón para Cuba, pues las chicas Leila y Maylén, sobre cuyos rostros risueños no estaban enfocadas todo el tiempo las cámaras, sí sacaron oro de las arenas de ese paradisíaco sitio, para bañarse de gloria.

Muy bien por ellas, que lograron un triunfo sensacional en la semifinal cuando parecía que no iban a poder doblegar a las mexicanas Zaira Orellana y Martha Revuelta hasta superarlas 2-1 (21-13, 17-21, 18-16). Fue la misma película de Aguascalientes, donde se vieron ambas parejas en el cruce y las nuestras sacaron el extra para vencer, como ahora, en tie break.

Luego, en el último partido, sufrieron menos para imponerse a la dupla estadounidense de Amanda Dowdy e Irene Pollock por 2-0 (21-16, 24-22) y alzarse con el título. En dos mangas del tour Nocerca llevan par de medallas: una plateada y esta dorada. Buen paso el de ellas, que ya lanzaron su candidatura a la presea áurea en los venideros Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla.

“Ganar en casa es una felicidad muy grande, nuestra afición es muy exigente y pudimos darle esta alegría. Estoy contenta con Maylén, es difícil tener que cambiar de defensora a la responsabilidad del bloqueo, pero es inteligente y escucha los consejos, ahí radica su buen papel desde que debutamos juntas en la apertura de esta temporada”, dijo Leila a la prensa.

Con ese resultado de la principal dupla femenina comenzaron a rondar los sueños del atracón dorado de los anfitriones, pero a los favoritos Nivaldo y Sergio se les esfumó el metal más codiciado, al caer ante los estadounidenses Frishman-Drost en dos sets (21-18, 21-16).

En la semifinal, los cubanos, ocupantes del quinto puesto en los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, habían derrotado a los canadienses Plantinga y Nusbaum por 2-0 (21-18, 21-16).

No sabían entonces que un rato después, cuando todo el mundo tenía los ojos posados en ellos, iban a ceder para que volviera a emerger de las aguas de Varadero el fantasma del cuatro, que un año antes había dejado con los deseos a sus coterráneos Daisel y Karell.

No obstante, Sergio y Nivaldo siguen siendo los principales aspirantes a la corona en Barranquilla y continuarán su andadura por el Tour Mundial, donde ya se han granjeado el respeto de los jerarcas.

¿QUÉ HICIERON LOS DEMÁS EQUIPOS CUBANOS?

El binomio de Arlín Hechavarría y Yanisleidis Sánchez ocupó el quinto puesto, en tanto Thalía Enamorado y Amanda Armenteros anclaron en un meritorio octavo escalón.

Por su parte, Daisel y Karell repitieron el quinto escaño de Aguascalientes y Luis Reyes y José Luis Aguilera finalizaron novenos.