Érase una vez una gala que daba gritos por sí sola. El boxeo, ese bien llamado buque insignia del deporte cubano, se merecía una recepción para el agasajo al grupo de insignes figuras que, a puro gancho, swing o movimientos de torso, han ubicado –y ubican, claro está- a esta pequeña Isla en lugares decorosos en juegos polideportivos, llámese Olimpiadas, Mundiales, Panamericanos o Centroamericanos.
Enhorabuena, entonces, la idea de las máximas autoridades del Inder de enrolar este viernes, en un recinto tan peculiar como el capitalino teatro Astral, a tanto talento, dedicación y magisterio. Sí, porque la fusión de esos tres sustantivos en el deporte de las 12 cuerdas, siempre se ha traducido y, sin lugar a dudas se traducirá, en reales posibilidades de éxito.
El primero en recibir el homenaje fue el Comandante en Jefe Fidel Castro, a quien le encantaba ver la actuación de nuestros púgiles allende los mares. Su apoyo al boxeo fue pleno, con un cariño y relación especial con el tricampeón mundial Teófilo Stevenson.
Y si hablamos del gigantón del Central Delicias, en Las Tunas, no solo le tributamos el reconocimiento al púgil de la demoledora pegada, ante el que muy pocos rivales podían mantenerse de pie sobre el ring durante los tres asaltos, o al que renunció a ofertas millonarias para irse a pelear como profesional. Con Teo, a quien se le concedió el premio post-mortem a la excelencia, también está intrínsecamente ligada la figura del jefe de entrenadores Alcides Sagarra, sin dudas, el fundador de la Escuela Cubana de Boxeo.
La muestra más fehaciente del respeto y cariño que trasmitían sus enseñanzas, la exponen sus propios alumnos: «Él (Alcides) es, al mismo tiempo, entrenador, padre y amigo». Estratega victorioso, que comandó al buque en ocho Juegos Olímpicos, 10 Campeonatos Mundiales e igual cantidad de Juegos Centrocaribeños y Panamericanos.
Entre las figuras que otrora sentaron cátedra con su peculiar boxeo en los cuadriláteros internacionales, se premió a Orlandito Martínez, Félix Savón y Ariel Hernández, en tanto el estilista Juan Hernández Sierra fue agasajado con el Premio de la Dignidad, en recordación a su actitud de no abandonar nunca el ring tras el fallo de los jueces en su contra durante el Mundial de Houston.
La ocasión fue propicia para reconocer la labor de varios comisionados nacionales que ha tenido el boxeo, a sus médicos, fisioterapeutas y entrenadores, tanto de las selecciones nacionales como aquellos que brindan sus conocimientos en combinados deportivos, EIDE o academias de boxeo.
ESTRELLAS DEL 2017
En la actividad, el tetracampeón mundial y titular olímpico Julio César La Cruz (81 kgs), fue seleccionado como el boxeador cubano más integral del año 2017.
«Esta actividad es un homenaje a la Escuela Cubana de Boxeo. Por eso, recibo este premio en nombre de todo el colectivo de boxeadores, entrenadores, médicos y directivos. Y a nuestro Comandante en Jefe, le envío el saludo de mi eterna fidelidad», comentó La Cruz.
Mientras, el monarca del orbe Andy Cruz (64) fue reconocido como mejor boxeador de la AOB (boxeo abierto), y el peso crucero Erislandy Savón, recibió el premio el mejor competidor cubano en la Serie Mundial de Boxeo (WSB, siglas en inglés).
Finalmente, al campeón mundial juvenil Osvary Morrell (81), fue seleccionado como el púgil más capacitado en su categoría.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.