SNB sub-23: Ochos juegos de 1-0, ¿bueno o malo?

Este sábado comienza la segunda vuelta del campeonato nacional de béisbol para menores de 23 años. Segunda y última. Quedan, incluso, menos juegos que los efectuados, pero ya de eso hemos hablado. Esta es la temporada más breve y ojalá sea la última así.

Para próximos torneos los organizadores podrían, con el mismo presupuesto, planificar algunos juegos más poniendo doble cartelera en una jornada de cada subserie y jugar nueve innings, porque en esta categoría lo más importante no debe ser ganar partidos, olvídese de los marcadores, sino ganar en el desarrollo de los atletas.

A los técnicos habría que medirlos, no por la ubicación en la tabla de posiciones, sino por cómo entregan los jugadores al término de la serie. Que puedan decir, sobre cada uno, lo que han mejorado en lo técnico y táctico. ¿Llegará ese momento?

Por ahora, los equipos se esfuerzan en asegurar los éxitos de los partidos, no importa si ello implica que los pícheres desperdicien la oportunidad de trabajar ante un bateador exigente, que podría ayudarlos a mejorar su enfoque, su pensamiento. Optan por la base por bolas intencional, y ya…

En la entrega anterior comenté que son los bateadores los que más pueden sacar beneficios de esta temporada, pues casi todos los equipos tienen lanzadores con experiencia en la serie nacional de mayores. Y son exactamente los conjuntos mejor dotados en su staff los que tienen mejores opciones de ganar el campeonato.

Así, Guantánamo, con esa pléyade de lanzadores que ha deslumbrado a más de un experto por sus potencialidades individuales, anda de cabeza en el grupo más oriental con el mismo balance que Villa Clara y Las Tunas en los suyos, todos con 6-2.

Veamos algunos datos (muy, muy a la inversa de lo que sucede en la Serie Nacional élite): de los 61 juegos celebrados, ocho han terminado con pizarra de 1-0, lo que equivale a 13 por ciento; 24 se han decidido por una carrera, casi todos por pocas vueltas, el 40 por ciento de los resultados, y si ampliamos la lista a los desafíos definidos por apenas dos rayas, se estira a 60 el porcentaje.

Y vayamos a los números individuales, 14 lanzadores mantienen en 0.00 su promedio de carreras limpias y 21 trabajan para menos de 1.00, con cinco innings de labor. Entre los que doblan, como mínimo, esa cantidad de entradas, tres mantienen virgen su efectividad, y diez apenas admiten una vuelta por cada siete innings.

Solo una vez hasta ahora, ambos equipos han pisado en un mismo juego diez veces o más la goma, y resulta también el choque de mayor carreraje (11-10). Además de ese, en apenas cuatro choques más un elenco ha logrado marcar al menos diez carreras.

Pero los ocho 1-0 dicen mucho… Sería bueno que los estadísticos hurguen en sus archivos, porque no debe haber muchos campeonatos de tan pocos juegos en que abunden tantos marcadores así.

Donde más rivalidad hay es en el grupo A, el del extremo del oeste, y no es para menos, tres de sus cuatro conjuntos han sido campeones, aunque ahora mismo, uno de ellos, La Isla, está prácticamente descartado con su balance negativo de 2-6, y el único que nunca ha llegado al podio, Pinar del Río, está abrazado en la punta con La Habana, ambos con 5-3, muy seguidos por Artemisa (4-4).

LAS CHICAS, CON EL PIE IZQUIERDO

Las mujeres tratarán de revertir la mala imagen del primer juego en el premundial. (Tomada de WBSC Américas)

En Venezuela comenzó este viernes el premundial femenino y el equipo cubano debutó recibiendo paliza de Puerto Rico (11-1). Poca ofensiva y un picheo débil mostraron las nuestras en ese choque, según los reportes desde la sede.

Hay seis equipos en el torneo y cuatro cupos para la cita del orbe. Este sábado, en su segunda salida, las cubanas se enfrentarán a República Dominicana, víctimas también en su primer juego, ante México por 5-8.

El calendario de la fase regular lo completarán las nuestras contra Venezuela (14), Nicaragua (16) y México (17). El 19 de agosto se jugará la semifinal y el día siguiente la discusión de las preseas.