“Los deportes de combate me han dado los mejores momentos de mi carrera”

Como muchos de los profesionales de la narración deportiva, Evyan Guerra tampoco imaginó que podría dedicarse profesionalmente a ello. Disfrutaba describir los deportes como un juego, y siguió su instinto, ese que le ha llevado a decir que sí casi siempre, aceptar el reto y asumir responsabilidades.

- Génesis

- Nunca pensé en dedicarme a esto, realmente solo era un seguidor del deporte. Hoy muchos muchachos jóvenes se acercan y me preguntan cómo se llegar a ser narrador y yo les digo –sigue tu camino y trata de prepararte bien-, porque esta no es una especialidad para la que se pueda estudiar específicamente. Primero hay que pensar en una carrera, que, si es Periodismo, Comunicación Social o Cultura Física, creo que es mejor pero no hay límites y yo soy un ejemplo.

Estudié eléctrica, que no tiene nada que ver. Hice el técnico medio y luego la licenciatura; un camino muy largo, pero siempre con el bichito de la pasión por el deporte.

Yo era como el animador de las fiestas. Cuando había juegos interfacultades yo era el narrador. En las escuelas al campo, recuerdo, estaban los play off, y en el medio del surco me decían –tú no trabajes, tu narras-, y hacían mi trabajo para que yo narrara. Muchos me decían que me presentara a alguna convocatoria hasta que un día decidí hacerlo, me aceptaron y ahí inició un largo y bonito camino por el mundo de los deportes.

- La primera gran experiencia

- Me propusieron hacer un Noticiero Deportivo, y tengo que reconocer que tuve mucho apoyo. Héctor Rodríguez fue fundamental luego de aquella primera presentación pues el hecho de que él me dijera que le había parecido bien con esa voz característica, fue algo que me marcó.

Y jamás olvidaré el primer Noticiero Deportivo que compartí con él, cuando dijo “un saludo tengan todos” yo pensaba que la tierra me iba a tragar. Héctor es un narrador que admiré toda la vida.

- Claves de tu éxito

- No ponerme límites, cada vez que se me ha dado una oportunidad siempre he accedido. Es que si uno se pone a esperar el momento en el que se sienta preparado y tengas la experiencia para asumirlo, probablemente no llegue nunca.

- ¿Qué sensaciones produce ponerle voz a las acciones de nuestro deporte nacional?

- Yo estoy muy contento con narrar las Series Nacionales porque el narrador de béisbol se hace habitual en las casas. Entiendo que cuando te cambian una voz siempre choca, mí me pasó cuando era espectador. Entonces cuando a mí me dijeron –vas a sustituir a Modesto- me chocó porque era un narrador de muchos años, sin embargo, tengo que agradecer a las personas que me apoyaron, pues mucha gente se tomaba el tiempo para escribirme y brindarme su apoyo, y hoy en día estoy muy satisfecho con esa retroalimentación.

- ¿Béisbol o deportes de combate?

- En la pelota me ha tocado una etapa muy dura, de sufrimiento, sin embargo, los deportes de combate me han dado los mejores momentos de mi carrera. Siempre tuve la sensación de que por ahí me iba a llegar el momento de brillar, porque si el resultado deportivo no es bueno, el narrador no puede hacerlo bien, es imposible, eso va ligado.

- Las actuaciones de Mijaín López han sido una gran compañía para el viaje

- Creo que lo de Mijaín, sus victorias, siempre han sido previsibles, por lo tanto, desde que me dijeron en Londres 2012 que me tocaba la lucha ya yo sabía que iba a narrar el oro de Mijaín, porque era el favorito.

En Tokio sabía que iba a tener un resultado histórico, y volqué todo mi tiempo en tratar de hacer una narración que a la gente le gustara, y sobre todo que la gente entendiera de lo que estaba pasando. Ahí sí es difícil no tener parcialidad, en unos Juegos Olímpicos, porque uno sabe lo que pasan los deportistas para llegar ahí y quiere que logren el resultado. He narrado tres de los cuatro títulos de Mijaín, y creo que voy a narrar el quinto, tengo el mismo optimismo que él, ya lo ha demostrado. En la semifinal ante el turco lo demostró, cómo fue a la posición de cuatro puntos con la seguridad de que no lo iba a virar, esa es la diferencia entre el atleta extra clase y el convencional. Antes de la olimpiada, cuando llegaron de Bulgaria de una base de entrenamiento, conversé con él y me dijo –esto está hecho-, y así mismo fue, no le pudieron hacer un punto. Ha sido un privilegio vivir de cerca la trayectoria de un atleta que va a quedar para la historia, gane o no la quinta de oro.