Un vigoroso sprint le dio a la ciclista holandesa Marianne Vos el título de la ruta individual femenina de los Juegos de Londres 2012, luego de desandar poco más de 140 kilómetros bajo una llovizna que a ratos fue aguacero.
Subtitular del último Mundial, Vos se mantuvo flotando en un trío de escapadas durante buena parte del trayecto, hasta que decidió apelar a su poderoso remate para desbancar la oposición de la local Elizabeth Armitstead y la rusa Olga Zabelinskaya, hija del inolvidable pedalista Sergei Sujoruchenkov.
Fue un evento marcado por continuos pinchazos de neumáticos –el circuito deja que desear en muchos tramos-, y que debió ralentizar su ritmo debido a la humedad del pavimento, lo cual de todos modos provocó más de una caída masiva.
Eran 66 mujeres, y varias de ellas optaban con sobradas razones al premio mayor. Allí estaban las tres medallistas de Beijing 2008 (la inglesa Nicole Cooke, la sueca Emma Johansson y la italiana Tatiana Guderzo), y las estelarísimas Kristin Armstrong (Estados Unidos), Judith Arndt e Ina Teutenberg (Alemania).
Con muchas menos posibilidades, por supuesto, estaba la cubanita Yumari González, cuya especialidad mejor, el scratch, no compite en las lides estivales. Así pues, la espirituana debió lograr su cupo en ruta, y el examen resultó demasiado riguroso para ella, que ni siquiera pudo cumplir con el trayecto.
Para Marianne Vos, toda la gloria. Un cetro merecido, inmejorable, que hereda de su ya mítica compatriota Leontien Zijlaard-Van Morsel, reina de las bicicletas en las Olimpiadas de Atenas 2004.
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